Aprovecha los beneficios de caminar en la arena en las playas más largas de España

Lo sabemos. El verano es una de las épocas más esperadas por la mayoría de personas que desean disfrutar de sus vacaciones y desconectar de la rutina cuanto antes. No obstante, viajar a un lugar idílico, descansar y resetear nuestro cerebro no es incompatible con mantener nuestros mejores hábitos, entre los que se encuentra hacer ejercicio físico. Una de las actividades que podemos hacer para mantenernos activos es, sin ir más lejos, caminar en la playa.

El simple hecho de darnos un paseo por la playa puede ayudarnos a mantener nuestros hábitos, que muchas veces en verano se ven cambiados, y lo mejor, aportarnos múltiples beneficios. Para ello, eso sí, lo ideal es visitar alguna playa que sea lo suficientemente larga como para que nuestro paseo se extienda, hasta llegar, incluso, a los 10.000 pasos recomendados por la OMS.

Beneficios de caminar

Poco queda por decir que no se haya dicho ya acerca de los beneficios de practicar ejercicio físico. Si bien es cierto que caminar no es la actividad que puede ayudarnos a quemar más calorías o perder peso más rápidamente, sí que hay motivos para que sea una de las más empleadas por todo el mundo, pues más allá de que está al alcance de la mayoría de las personas, es un ejercicio de bajo impacto, lo que la hace especialmente interesante para quienes tienen ciertos problemas, como el sobrepeso, cuestiones de movilidad o alguna lesión concreta.

Caminando, nuestra salud se ve beneficiada en muchos sentidos. Es ideal para proteger nuestro corazón, pues reduce el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares, reduce los niveles de colesterol malo y aumenta los de colesterol bueno. También nos ayuda a mantener y desarrollar masa muscular y estimula y fortalece los huesos, lo que a largo plazo puede ser una forma de prevenir el desarrollo de osteoporosis prematura o enfermedades como la artrosis. Eso sin contar con que aumenta nuestros niveles de energía gracias a que estimula la circulación y, por tanto, el suministro de oxígeno.

El hecho de hacerlo concretamente sobre la arena de la playa tiene una serie de ventajas frente a caminar en otro lugar. Esto no lo decimos nosotros, lo dice un estudio de la Universidad de Berkeley, que asegura que caminar sobre la arena de la playa con una intensidad moderada es más efectivo para quemar calorías que correr ese mismo tiempo. Andar sobre la arena húmeda requiere un esfuerzo mayor que hacerlo sobre una superficie dura, como la acera o el asfalto; tus músculos y tendones trabajan más, y esto hace que nuestro cuerpo consuma más calorías, entre un 20% y un 50 % más, según el citado estudio.

Tampoco hay que olvidar que pasear por la playa se relaciona con una mejora de problemas vasculares y circulatorios, porque la irregularidad de la arena hace que nuestra sangre circule mejor al presionar sobre toda la planta del pie. Al tiempo que mejoramos la piel de los mismos, gracias al efecto exfoliante de la arena y aprovechamos todos los beneficios del sol y la brisa marina.

Playas largas para caminar

Si buscas un lugar en el que las playas se extiendan largo y tendido, puede que tengas que escribir Huelva en tu GPS porque aquí encontrarás algunas de las más largas de nuestro país. De hecho, el pódium le corresponde a Doñana, 28 kilómetros de playa, que son un auténtico regalo para la vista. Tiene truco, eso sí, porque no se trata de una única playa, sino de varias enlazadas, totalmente vírgenes y salvajes, que son una joya de la naturaleza. Algunas zonas son de acceso restringido, pero se puede disfrutar de las de acceso libre.

Desde Doñana hasta Mazagón te encontrarás la playa de Castilla, con 17 kilómetros de longitud; sin duda un paseo reconfortante. Casi tanto como la playa natural de Nueva Hungría, en Lepe, con 12 kilómetros de paseo virgen.

Fuerteventura también tiene mucho que ofrecer en cuanto a playas, no es para menos tratándose de una isla de tal belleza. Aquí encontramos Cofete, un impresionante arenal volcánico que se extiende a lo largo de 14 kilómetros. Acceder a ella no es tan sencillo como a otras playas de la zona, además cuenta con viento y fuerte oleaje, pero aunque solo sea por disfrutar del entorno, merece la pena la visita.

Galicia también tiene estupendos ejemplos de playas en las que es recomendable calentar antes de pasear por la orilla. Siete kilómetros tiene la playa de Carnota, en plena Costa da Morte, en A Coruña. Sus cristalinas aguas azuladas se funden con la arena fina que te invita al descanso y a disfrutar de este paradisiaco lugar. Con bajamar, algunos tramos superan los 500 metros de anchura.

Si prefieres el Mediterráneo, Alicante nos regala la playa de San Juan, la novena más larga de la península, con unos nada desdeñables seis kilómetros. Aguas cálidas y tranquilas y arena fina para vivir unos días de descanso. Solo un kilómetro menos que la anterior tiene la Barrosa, en Chiclana. Este municipio gaditano alberga cinco kilómetros de arena y agua perfectos para darnos ese largo paseo que tanto necesitamos.

Eso sí, antes de viajar a alguna de estas maravillosas playas, asegúrate de cuáles son las normas que tienes que cumplir para poder disfrutar de ellas. El ocio es necesario, pero no debes descuidar la práctica de ejercicio, también durante tus vacaciones. Estemos donde estemos, debemos seguir cuidando nuestra salud.