Si este verano estás buscando un plan divertido, creativo y que además te deje con un recuerdo útil y bonito, tenemos la idea perfecta: una tarde de manualidades con amigas para personalizar tu propia vajilla ‘aesthetic’. No hace falta ser artista ni tener grandes conocimientos de pintura o cerámica.
El proceso es tan sencillo como entretenido. Una vez tengas los platos limpios y secos, toca escoger los diseños que más te gusten: flores, ilustraciones retro, frutas, mensajes personalizados... Las pegatinas especiales para cerámica están diseñadas para resistir el calor, así que puedes dejar volar tu imaginación.
Vajilla Algar. Cerámica Artesanal procedente de Níjar, Almería. (Cortesía)
Una vez colocada la pegatina y sin burbujas, el plato va directo al horno durante 10 minutos para hacer un primer fijado. Cuando lo saques, y esté frío, podrás retirar el plástico protector de la pegatina. Luego vuelve al horno, esta vez durante una hora, para que el diseño se adhiera completamente a la superficie del plato. El resultado es duradero y resistente: las ilustraciones quedan perfectamente fijadas y puedes meter tus platos al lavavajillas sin miedo a que se borren.
Este plan no solo es económico y fácil de organizar (basta con una mesa grande, tijeras, agua, un horno y muchas ganas de pasarlo bien), sino que además te permite crear una vajilla a tu gusto, perfecta para regalar o para presumir en tus próximas comidas con amigas. Y lo mejor: es una actividad que conecta, relaja y deja espacio a la creatividad sin que tengas que invertir demasiado dinero. ¿Quién necesita ir a un taller de cerámica cuando puedes montar tu propio estudio en casa con amigas y salir con una vajilla de diseño?
Si este verano estás buscando un plan divertido, creativo y que además te deje con un recuerdo útil y bonito, tenemos la idea perfecta: una tarde de manualidades con amigas para personalizar tu propia vajilla ‘aesthetic’. No hace falta ser artista ni tener grandes conocimientos de pintura o cerámica.