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'Toro salvaje’: así es el hijo boxeador de la torero Cristina Sánchez
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ENTREVISTA EXCLUSIVA

'Toro salvaje’: así es el hijo boxeador de la torero Cristina Sánchez

Nos citamos en Madrid con Cristina Sánchez, la primera mujer que salió a hombros de Las Ventas, y su hijo mayor, Alexandre, boxeador amateur que sueña con triunfar en el ring

Foto: Cristina con falda de Juan Vidal y top de Women Secret. Alex lleva pantalón negro de Adolfo Domínguez.
Cristina con falda de Juan Vidal y top de Women Secret. Alex lleva pantalón negro de Adolfo Domínguez.

Ella triunfó por méritos propios en un mundo que en muchos sentidos le era hostil, el del toreo. Él es un buen estudiante y un apasionado del boxeo, otro universo de atmósfera tensa, qué duda cabe. Nos referimos a Cristina Sánchez, la primera mujer torero (a ella le gusta decirlo así) que logró salir a hombros por la puerta grande de la Monumental de Las Ventas, marcando un antes y un después en el toreo, y a su hijo mayor, Alexandre, boxeador amateur con posibilidades de convertirse en un campeón dentro del cuadrilátero. La historia parece repetirse, pero esta vez con el ruedo transformado en un ring de boxeo.

Antes de ceñirse el vestido de luces, Cristina Sánchez trabajó en un salón de peluquería y en una empresa familiar de extintores. Pero lo suyo con los toros lo llevaba en la sangre -su padre era banderillero-. Hoy es madre de dos hijos de 15 y 17 años, a los que ha inculcado disciplina, respeto y compromiso: “Desde pequeños les he dicho que se comprometan con lo que quieran ser y hacer en la vida, que no vayan a cumplir solo el expediente, que se impliquen de verdad, sea lo que sea que decidan para su futuro”.

placeholder Cristina con una chaquetilla de luces propia, pantalón de Ana Locking y zapatos de Jimmy Choo.
Cristina con una chaquetilla de luces propia, pantalón de Ana Locking y zapatos de Jimmy Choo.

Ella, que sabe bien que el esfuerzo es condición necesaria para lograr algo en la vida, escuchó durante mucho tiempo aquello de que no llegaría a tomar la alternativa ni por supuesto a confirmar en Las Ventas. “Supongo que existen otras profesiones que también son muy exigentes, pero la de torero es en mi opinión la más exigente. A mí me tocó asumir permanentemente la presión del 'no vas a poder', y eso me hizo fraguarme un carácter especial, a la par duro y muy sensible”.

La duda la persiguió siempre, ella no lo demostraba, intentaba que esos temores no se le transparentaran, que no la vieran débil. “Mantuve un esfuerzo constante, sin victimismo por lo de ser mujer. Solo pedía tener las mismas oportunidades que mis compañeros, no exigía privilegios, sino un trato igualitario”.

Ser mujer en el mundo del toro no es moco de pavo...

La complicación no es por el género, sino por la profesión y el convivir con la muerte, aunque esto cada torero lo lleva de una manera distinta. Porque lo cierto es que vives en tu mundo, que vas un poco a tu aire, asumiendo el estrés que la profesión te provoca, y por eso no eres ni mejor ni peor que los demás, sino diferente.

Momentos difíciles

Hace un tiempo los hijos de Cristina Sánchez y su marido, Alejandro da Silva, sufrieron intimidaciones en el colegio por ser ellos precisamente toreros. Para la familia supuso un momento duro que gestionaron desde el diálogo y tomando decisiones para que “el asunto se solucionara donde tenía que solucionarse. En casa se planteó con naturalidad, para que los chicos vieran que los comentarios y reproches que les hacían lo eran desde el desconocimiento. Los dos aprendieron a evitar el conflicto con quienes les salían a provocar, tenían la consigna de que cuando eso ocurriese buscaran el apoyo de adultos, profesores o tutores, a los que dirigirse y ponerles en conocimiento de lo sucedido. Fue duro, nosotros, mi marido y yo, sufrimos mucho, pero de lo que se trataba era de que ellos no sufrieran. Al final, el asunto se arregló donde se tenía que arreglar”.

¿Lo denunciasteis?

Sí, sí, por eso digo que las cosas se solucionaron donde tenían que solucionarse. En casa nos sirvió para tener un diálogo más cercano.

Creo que un tiempo después diste una charla motivacional en el colegio de tus hijos.

Sí, desde que me retiré del toreo, una de mis actividades es la de dar conferencias de ese tipo. Pienso que nos movemos en una precariedad motivacional increíble; los jóvenes parece que lo único que oyen es eso de “¡vaya el futuro que os espera! Da igual que estudies o sepas idiomas, si no vas a tener trabajo”. La gente vive en esa negatividad constante y no es verdad, en mi opinión; hay muchas oportunidades, muchas, lo que hay que tratar es de agarrarlas, de ilusionarte cada día con lo que tengas entre manos. La reacción de los chicos fue increíble, alumnos de 3º de la ESO, ni mucho menos aficionados o conocedores del mundo del toro. Pero la charla les llegó y eso fue para mí muy bonito.

También has hablado ante empresarios, como un coach.

Bueno, no me considero propiamente coach, lo que yo hago es trasladar mi experiencia profesional y vital a otras personas, organizaciones o empresas, exponiéndoles aspectos que a ellos les puedan ayudar; cuestiones de liderazgo, trabajo en equipo, superación de miedos, planteamiento de nuevos retos o toma de decisiones, entre otros.

placeholder Cristina con short de Oysho, top de Women Secret y blazer de Ana Locking. Alex lleva pantalón de Nike.
Cristina con short de Oysho, top de Women Secret y blazer de Ana Locking. Alex lleva pantalón de Nike.

Cristina es una mujer polifacética, con una capacidad de trabajo fuera de lo habitual. Además de la empresa familiar de riegos que en Portugal lleva junto a su marido y su labor ya comentada de coach, durante los años de la crisis puso en marcha una iniciativa empresarial personal creando su propia firma de ropa de mujer, con un diseño alegre e inspirado en lo español. En esa empresa se dejó el alma, invirtió un capital respetable y le dedicó horas y horas. Al final, la crisis la obligó a tener que apartarse de lo que tanto la había ilusionado. Tuvo que asimilar que aquello resultaba inviable, apostó por que todo fuera hecho en España y los costes eran insostenibles: “Lo viví como una experiencia, no como un fracaso”.

Cristina, yéndonos ahora a otro terreno, ¿cómo llevas la madurez?

Pues muy bien, estupendamente -responde entre risas-. Es que como todavía no me veo mal, la llevo fenomenal. Es verdad que por algunas secuelas que tengo de los percances que sufrí cuando toreaba, ahora hay cosas que no puedo hacer, pero es que quiero seguir haciendo lo que con 20 años y esos ya los dejé atrás hace mucho -vuelve a reír-. Pero al margen de eso, me veo bien, estoy bien y soy una mujer muy feliz, francamente.

¿Eres partidaria de que la mujer se haga algún retoque para sentirse mejor?

Sí, desde luego. ¿Por qué no vamos a poder hacer uso de lo que la medicina estética nos ofrece? Para eso está. Además, ahora que hay tantas cosas que puedes hacerte sin tener que pasar por un quirófano, a mí me parece una opción muy buena para aquellas mujeres y hombres, que también los hay, que quieran sentirse mejor con su imagen. De lo que no soy partidaria es del exceso, como en todo, pero haciendo un buen uso de la medicina estética, ¡por supuesto que soy partidaria de los retoques! Te los vas dando cada cierto tiempo y es estupendo.

Tu hijo mayor, Alexandre, parece que sobre el ring tiene madera de campeón.

Está entrenando desde junio del año pasado. Según su entrenador, Javier Castillejo, tiene mucha habilidad y en el tiempo que lleva está desarrollando muy bien. Lo veo competir y lo paso fatal, pero lo apoyo en todo, porque está haciendo un gran esfuerzo para sacar adelante los estudios y combinarlos con los entrenamientos diarios. Me recuerda a mí en muchos momentos, por lo que luché y lo que me costó lograr aquello con lo que tanto soñé. Él es muy disciplinado y responsable, muy maduro para su edad. Y sueña como yo en llegar arriba.

Sacrificio y entrega

Todo empezó un día en que el hijo de Javier, compañero de colegio de Alexandre, le dijo que si quería ir al gimnasio de su padre a verle entrenar. Él tenía 11 años y el campeón le preparó un circuito de físico y técnica; el crío quedó fascinado, aunque tuvieron que pasar unos años para plantearle a sus padres que quería boxear: “Hace ya año y pico les dije a mis padres que quería boxear, que llevaba tiempo pensando en ello y que necesitaba que me dieran la oportunidad. Ellos me apoyaron, pero me pusieron como condición que tenía que seguir sacando con buenas notas mis estudios. Y acepté, por supuesto”.

placeholder Alex lleva pantalón deportivo de Nike.
Alex lleva pantalón deportivo de Nike.

¿Qué te supone en cuanto a esfuerzos el entrenar a diario?

El boxeo es un deporte muy sacrificado; ten en cuenta que es de los pocos deportes en el mundo en el que no se juega. Exige mucho. Pero a mí es algo que me gusta hacer, por eso no me supone un esfuerzo, no tengo o no siento que tenga que renunciar a nada. Lo compagino con los estudios, organizo mi tiempo para ir a clase, en casa estudiar y preparar los exámenes y acudir a la escuela de boxeo de Javier a entrenar, entre las 19:30 y las 21:30/22 h, de lunes a viernes. Los sábados suelo ir a hacer guantes a algún sitio o realizo entrenamiento físico.

Alexandre compite en la categoría de Amateur Joven, 64 kilos; su primer combate en un torneo de jóvenes valores lo ganó, aquella sensación le gustó: “Peleé contra un zurdo, lo que para un diestro como yo es más complicado, porque es estar como frente a un espejo. Pero gané por puntos y la decisión unánime de los jueces. Cuando escuché que el ganador había sido ‘la esquina roja’, mi esquina, fue increíble. Después peleé contra un portugués, más curtido que yo, y perdí, pero aquella fue una derrota de las que no saben del todo mal, porque pese a no ganar hice un buen combate. La verdad es que de aquella derrota saqué muchas cosas buenas”.

¿Confías en ti, te ves como un futuro campeón?

Quiero ir poco a poco, no me gusta pensar a muy largo plazo, porque se te va la cabeza y eso no es bueno. Hay que mantener los pies en el suelo, para poder hacer bien las cosas. Necesito rodarme, ir despacio, para llegar a la meta.

¿Qué es lo más duro? ¿Y lo más gratificante?

Lo más duro pueden ser algunos tipos de entrenamientos. Lo mejor, lo que más te puede llenar, es cuando, al terminar una pelea, alzas el brazo porque sientes que todo el trabajo que has hecho hasta ese día ha dado sus frutos. Ese momento es muy gratificante. Y es que la gente solo ve la pelea y no se imagina todo lo que hay detrás de trabajo, las comidas que haces para dar el peso, por ejemplo, los entrenamientos, los desplazamientos…

placeholder Cristina lleva vestido de Antonio García y sandalias de Jimmy Choo. Alex con pantalón negro de Adolfo Domínguez.
Cristina lleva vestido de Antonio García y sandalias de Jimmy Choo. Alex con pantalón negro de Adolfo Domínguez.

Cuando a finales de este curso Alexander termine el bachiller, su idea es ingresar en una escuela militar y dentro de ella estudiar Criminología o Psicología, sin colgar desde luego los guantes de boxeo. Entre sus ídolos está el que hoy es su entrenador, Javier Castillejo, el mejor boxeador español del siglo XX y que hoy enseña lances pugilísticos en la escuela de boxeo que lleva su nombre, a las puertas de Madrid, en la localidad de Parla, y donde este reportaje se realizó. “Javier ha sido el más grande de nuestros boxeadores, el que más títulos ha conseguido, el que más lejos ha llevado el boxeo español, sin hacer de menos a otros como Pedro Carrasco o Poli Díaz, pero vuelvo a decir que para mí el más grande se llama Javier Castillejo. Todo lo que consiguió lo logró a base de entrega, muchos sacrificios y cientos de horas de entrenamientos, para superarse día a día. Cierto que ahí están también Floyd Myweather, César Chaves, Pacquiao…, ese tipo de boxeadores que son grandes referentes.

En USA, los boxeadores son considerados estrellas, ¿llegará eso a suceder en España?

Pues, por desgracia, el boxeo en España no está lo reconocido que en EEUU. Si muchos de nuestros boxeadores hubieran nacido allí, hoy serían grandes ídolos, superestrellas. Pero aquí eso es hoy por hoy un imposible, porque aquí el boxeo no está muy apoyado, apenas recibe ayudas y aunque los que estamos dentro intentamos ponerlo en valor, no es suficiente. El público tiene que verlo, enamorarse de este deporte, entenderlo, porque el boxeo no es como muchos creen una pelea callejera, no; sobre el ring hay unas normas que tienes que respetar por encima de todo... Además, en el boxeo tienes que utilizar la cabeza, pensar y pensar rápido, como en la cara del toro, porque hace falta estrategia para poder ganar un combate. Y eso la gente ni se percata.

Texto: Laura Tenorio
Fotografía: Olga Moreno
Ayudante de Fotografía: Helena Sánchez

Ella triunfó por méritos propios en un mundo que en muchos sentidos le era hostil, el del toreo. Él es un buen estudiante y un apasionado del boxeo, otro universo de atmósfera tensa, qué duda cabe. Nos referimos a Cristina Sánchez, la primera mujer torero (a ella le gusta decirlo así) que logró salir a hombros por la puerta grande de la Monumental de Las Ventas, marcando un antes y un después en el toreo, y a su hijo mayor, Alexandre, boxeador amateur con posibilidades de convertirse en un campeón dentro del cuadrilátero. La historia parece repetirse, pero esta vez con el ruedo transformado en un ring de boxeo.