Miguel Bosé abre la puerta de su intimidad y muestra sus vacaciones paradisiacas

El año empezó para Miguel Bosé igual que terminó el pasado 2018. Muy complicado en el aspecto emocional y brillante en el apartado profesional con lleno total en sus conciertos tanto en México como en Colombia. Una de sus últimas actuaciones fue en Los Cabos en un festival gastronómico y musical en el que participó con su grupo y donde las entradas se pagaban a trescientos dolares. Después se fue de vacaciones con sus dos hijos y su madre, Lucía Bosé, que, junto con el resto de la familia, se ha convertido en su gran apoyo tras la demanda que su expareja Nacho Palau interpuso en noviembre pasado.

En su Instagram aparece paseando por una de las playas paradisiacas de la Reserva de la Biosfera Sian Ka'an (Tulum, en México), reconocida como Patrimonio de la Humanidad. En este ecosistema protegido visitaron una de las zonas donde viven tiburones, tortugas y delfines que acompañan a los turistas en sus travesías marítimas. El cantante, los dos niños y la madre Lucía han disfrutado de estas vacaciones navideñas que el propio Miguel ha querido que fueran visibles a través de su red pública. A diferencia del pasado año, donde su vida privada no era compartida con sus seguidores, esta vez así lo ha querido.

Una manera de mostrar su buen estado físico y desmentir los rumores de estos últimos meses poco favorables con varios frentes judiciales y emocionales abiertos.

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Hay que recordar que en diciembre se admitió a trámite la demanda que Nacho Palau interpuso en el Juzgado de Familia de Pozuelo de Alarcón (Madrid) el 17 de octubre de 2018 por “acciones de filiación paterna no matrimoniales con fundamento en la posesión de estado así como una acción acumulada para el establecimiento de medidas paternofiliales de hijos no matrimoniales”.

En la reclamación interpuesta por el compañero del artista durante veintiséis años solicitaba que los cuatros hermanos (dos suyos y dos de Bosé) mantuvieran la convivencia como así había sido hasta la separación de los padres respectivos. Además de este derecho de los menores, el demandante presenta una serie de reivindicaciones económicas relacionadas con la convivencia y con las empresas que compartían. Se admitió a trámite y si no hay acuerdo previo (que por ahora no lo hay), Miguel y su expareja se verán las caras antes de que finalice enero.

En cambio, el cantante no tendrá que viajar a Madrid para testificar en el juicio aplazado contra su madre por un delito de apropiación indebida. En este caso se ha admitido que declare por videoconferencia. No así en el caso anterior, donde los derechos de los cuatro niños están por encima de los intereses de la pareja.