Cantora, la mítica finca de Paquirri, embargada y a punto de subasta

A muchos les ha llamado la atención que la esposa de Kiko Rivera, Irene Rosales, que hasta la fecha no había mostrado especial predilección por el protagonismo televisivo, se aviniera a participar junto a su marido en 'GH Dúo', el nuevo formato de Mediaset, dejando a sus hijas al cuidado de terceros. De hecho, tal y como atestiguaron los fotógrafos, la joven no paraba de llorar antes de entrar en la casa. Ahora, la revista 'Lecturas' desvela la poderosa razón que ha llevado a Rosales y Rivera a participar en el programa y es tan vieja como la tos. Se llama dinero.

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Según la publicación, Cantora, la mítica finca familiar, cuenta con dos nuevos embargos por un valor de 397.371,98 euros que datan de finales de 2018. Uno por las deudas de la cantante y otro por las de su hijo. Recordemos que cuando falleció Paquirri, Isabel Pantoja heredó el 52,4% de la finca y su hijo Kiko el 47,6%.

La revista explica que el 11 de diciembre embargó la parte de la finca en poder del disc jockey por un valor de 58.555,82 euros. Pero es que semanas antes, el 28 de noviembre, la Agencia Tributaria ya había embargado la finca por valor de 338.818,16 euros por la deuda que mantiene Isabel Pantoja con Hacienda.

Estos son los embargos más recientes, pero hay otros. Además, la cantante ha pedido varias hipotecas sobre la finca para hacer frente a los pagos que le exigía la Agencia Tributaria. En total, la publicación calcula que la deuda total sobre Cantora, inscrita en el Registro de la Propiedad, asciende a 4.206.461 euros. Teniendo en cuenta que la propiedad fue tasada en 2015 por 4.348.409 euros, parece que entre madre e hijo han dejado sin valor la mítica finca del torero.

Ese dato y el hecho de que la Agencia Tributaria ha pedido el certificado de cargas de Cantora (el paso previo cuando un inmueble sale a subasta) hace presumir a la revista que es muy probable que el cortijo termine entrando en subasta pública. Hay que recordar que en el año 2017, la cantante y su hijo pusieron a la venta la casa por siete millones de euros, un valor muy por encima de la cantidad por la que había sido tasada. Se trataba de resolver sus deudas económicas de un plumazo.

Por si hay algún interesado, apuntemos que la finca, situada en el término de Medina Sidonia (Cádiz), tiene una extensión de 370 hectáreas, además de varios edificios, zonas de monte, dehesa y cultivo y una casa principal de más de 1.000 metros cuadrados.