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El día en que Begoña Gómez recibió a Pedro Sánchez con lágrimas en los ojos
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El día en que Begoña Gómez recibió a Pedro Sánchez con lágrimas en los ojos

La esposa del presidente del Gobierno es una de las grandes protagonistas de 'Manual de resistencia', la autobiografía del político. Lo primero que hizo al llegar a Moncloa: cambiar el colchón

Foto: Pedro Sánchez y Begoña Gómez, en la Feria del Libro. (Getty)
Pedro Sánchez y Begoña Gómez, en la Feria del Libro. (Getty)

Por fin llegó el día de la publicación de 'Manual de resistencia', el libro en el que Pedro Sánchez da su versión de la historia política de los últimos años. En Vanitatis hemos rastreado las huellas de la mujer que ha estado a su lado durante todo este tiempo, Begoña Gómez, en las páginas escritas mano a mano entre Sánchez e Irene Lozano. Begoña protagoniza pasajes emotivos, cómicos y es ejemplo siempre de fortaleza y de apoyo sin fisuras a su marido. El libro, de hecho, empieza con una anécdota íntima sobre qué fue lo primero que cambió al llegar a la Moncloa (el colchón) o la complicada negociación con sus hijas al afrontar la temida mudanza al palacete presidencial.

"Siendo fiel a la verdad y a la cronología, debo decir que mi primera decisión como presidente del Gobierno la tomé con mi mujer, Begoña, porque las cuestiones de intendencia se anteponen a casi todo. Esa primera decisión fue renovar el colchón de la cama de matrimonio y pintar nuestra habitación del Palacio de la Moncloa. Decidimos no cambiar nada más, salvo colchón y pintura, por razones que entiende cualquiera que haya vivido en un piso amueblado. Además, el refranero asegura que 'dos que duermen en el mismo colchón acaban siendo de la misma opinión', y yo quería mantener mi criterio alejado del de mi predecesor", explica en el primer capítulo.

placeholder Begoña Gómez en una imagen de archivo
Begoña Gómez en una imagen de archivo

La vida personal de la familia dio un vuelco innegable tras ganar la moción de censura, un vuelco que las dos hijas del matrimonio no vieron venir: "La mudanza, aunque rápida, requirió también de algunas decisiones y sobre todo lograr el consenso con mis hijas. Estaban acabando ya el curso y se las prometían muy felices imaginando el largo verano con sus amigas del que hasta entonces fue nuestro vecindario. No les dijimos de golpe que teníamos que mudarnos de casa, sino que lo hicimos poco a poco. Primero las llevamos un día al recinto residencial de Moncloa. Fuimos los cuatro y 'Turka', nuestra perra, a pasar una tarde, para que se fueran familiarizando con una forma de vivir sin duda extraña para unas niñas normales. Después, teníamos el plan de quedarnos una noche a dormir todos, para que se aclimataran, y a continuación hacer la mudanza completa. Cuando les expliqué el plan, mi hija mayor dijo: 'Vale, pero nos mudamos en septiembre'. Así comenzó mi primera negociación como presidente del Gobierno".

Tras las elecciones de 2011, cuando los socialistas sacaron solo diez diputados por Madrid, Pedro Sánchez se quedó fuera de la lista: él iba en undécimo lugar. "En esos meses en los que permanecí en el dique seco de la política, sentí el apoyo de toda mi familia, en especial de mi mujer, Begoña, y de mis hijas. Ellas son, junto con mis padres y mi hermano, mi hogar, las raíces que afirman y asientan mi carácter".

"No les dijimos de golpe que teníamos que mudarnos. Primero las llevamos un día a Moncloa. Fuimos los cuatro y 'Turka', nuestra perra"

Fue pasando el tiempo, estamos en 2014 y Sánchez acaba de ganar las primarias del PSOE. Era la época en la que le llamaban Pedro el Guapo, lo que equivalía, según él, a "frívolo". "Para combatir esos juicios sobre mí no tenía más remedio que darme a conocer. De ahí mis apariciones en programas de televisión donde hasta entonces los políticos no entraban, como 'El Hormiguero'". También participó en 'Sálvame', de manera absolutamente casual, como narra en el libro. Sánchez llamó a Jorge Javier Vázquez para aclararle su postura sobre el tema del toro de Tordesillas -"Soy un gran amante de los animales, tengo una perrita y dos tortugas"-. Lo que no sabía es que estaban hablando en directo.

placeholder La pareja, con Angela Merkel y su esposo, Joachim Sauer, en Doñana. (Getty)
La pareja, con Angela Merkel y su esposo, Joachim Sauer, en Doñana. (Getty)

"Me llamó mi mujer, que estaba trabajando: '¿Qué has hecho? ¿Has entrado en 'Sálvame'?' 'Sí, por teléfono. ¿Por qué?' 'Porque me está llamando gente a mi oficina, a mi empresa, sobre todo mujeres, para felicitarme por lo que has dicho... Que dicen que si vas a una manifestación contra el Toro de la Vega, ellas van también'. Los dos soltamos una carcajada. Aquello era divertido de puro inaudito. La gente buscaba en Google 'Pedro Sánchez', les salía la empresa de mi mujer y allí llamaban para transmitirle a Begoña, o a quien cogiera el teléfono, su respaldo a la protección de los animales y al compromiso que yo acababa de adquirir en directo".

Begoña Gómez ha sido su compañera de risas, de lágrimas y de reflexiones. Después de las elecciones del 20 de diciembre, la pareja se tomó un respiro y se fue a visitar La Granja (Segovia). "Hacía ya un frío helador, pero dimos un largo paseo por el campo, revitalizador después de un año de intenso trabajo. Los dos somos muy deportistas y la actividad física nos gusta. Fue un día de recargar pilas [...] Teníamos ganas de que llegaran las vacaciones de Navidad para irnos cuatro o cinco días al Pirineo".

"Todo fue terriblemente duro, traumático. Viví algunas deslealtades minuto a minuto. Begoña me estaba esperando con lágrimas en los ojos"

El momento más duro de su carrera, según él mismo reconoce en el libro, fue el 1 de octubre de 2016, cuando dejó la dirección del Partido Socialista tras un tumultuoso Comité Federal. "Todo fue terriblemente duro, traumático. Viví algunas deslealtades minuto a minuto. Fue terrible en lo personal y me permitió saber a quién podía considerar amigo y a quién no". Aquel día, al llegar a casa, Begoña le estaba esperando "con lágrimas en los ojos, porque no entendía bien lo que había sucedido". Sentía alivio, no lo niega. "Aquella noche hablé largamente con Begoña. Necesitaba retirarme de la escena [...] Compré los billetes y nos fuimos a ver a unos amigos que residían en San Francisco. Aquel retiro nos sentó muy bien, me ayudó a ir ordenando toda la vorágine de acontecimientos que había vivido en los últimos meses, gracias a estar cerca de mis hijas y a las largas conversaciones con mis amigos y Begoña".

placeholder Begoña Gómez junto a Ágatha Ruiz de la Prada y Modesto Lomba, en la capilla ardiente de Elio Berhanyer. (EFE)
Begoña Gómez junto a Ágatha Ruiz de la Prada y Modesto Lomba, en la capilla ardiente de Elio Berhanyer. (EFE)

La víspera de la investidura de Rajoy, el 28 de octubre de 2016, anunció su dimisión y presentó su renuncia al acta de diputado. "El lunes por la mañana estaba en la oficina de empleo. Junto a mis hijas, que me acompañaron aquella mañana, seguí desarrollando mi resiliencia. Cogí el ticket del número de orden y los tres nos sentamos a esperar. La gente venía a hacerse fotos conmigo". En los días siguientes, las niñas estaban desconcertadas por tenerle tanto tiempo en casa. "Me encanta que estés prejubilado", le dijo la pequeña. Carlota, la mayor, estaba más triste. "La casualidad quiso que en aquellos días ella se presentara a delegada de clase y no saliera elegida. Algún compañero le dijo: '¡Como tu padre!' Los niños pueden llegar a ser muy crueles".

En aquellos meses de travesía en el desierto Begoña y sus hijas fueron fundamentales para él. Lo dice varias veces en el libro. También cuando tanteó a su esposa sobre volver de nuevo a intentar liderar el PSOE. "Begoña siempre me dijo que debía presentarme y su apoyo fue enorme. Nunca pierdo de vista mis obligaciones con ella y con mis hijas, pero Begoña me insistía en que no pensara en eso, sino en la gente que estaba junto a mí, en todos los militantes, simpatizantes y votantes que me apoyaban". En una comida, con sus padres, su hermano y Begoña, Pedro les planteó la pregunta obligada: "¿Y si pierdo?" "Hay batallas que hay que darlas, aún a riesgo de perderlas", le contestó su padre. Y así lo hizo.

Por fin llegó el día de la publicación de 'Manual de resistencia', el libro en el que Pedro Sánchez da su versión de la historia política de los últimos años. En Vanitatis hemos rastreado las huellas de la mujer que ha estado a su lado durante todo este tiempo, Begoña Gómez, en las páginas escritas mano a mano entre Sánchez e Irene Lozano. Begoña protagoniza pasajes emotivos, cómicos y es ejemplo siempre de fortaleza y de apoyo sin fisuras a su marido. El libro, de hecho, empieza con una anécdota íntima sobre qué fue lo primero que cambió al llegar a la Moncloa (el colchón) o la complicada negociación con sus hijas al afrontar la temida mudanza al palacete presidencial.

Pedro Sánchez