Xisca Perelló, la novia de Nadal, da su primera entrevista: esto es lo que ha dicho
La mallorquina ha evitado referirse a la que ya se califica como la boda del año, para centrarse en su trabajo como directora de la fundación que lleva el nombre del tenista
Ni Xisca ni Mery: María Francisca. Así le pedía la prometida de Rafa Nadal a Julia Otero que la llamara (“en casa me llaman todo entero, que en mallorquín suena diferente") en la entrevista que ayer realizaba con ella en Onda Cero. La joven de 29 años rompía así su silencio tras hacerse pública la noticia de que tras catorce años de relación, por fin este año habrá boda.
Por desgracia para los ávidos de noticias sobre la boda del año –de la que más allá de que será en otoño y en Mallorca y del rumor que apunta a que será Cortana la marca elegida para vestir a la novia, poco se sabe–, María Francisca se ha centrado en hablar sobre su trabajo en la Fundación Rafa Nadal, que ahora dirige y donde lleva trabajando desde 2013.
Perelló ha querido dejar claro que la fundación va mucho más allá del tenis, tanto para transmitir valores positivos a través del deporte como para la educación y la lucha contra la pobreza. También aseguró que están muy satisfechos "de poder aportar en nuestra Mallorca gracias al éxito de Rafa, transformándolo en oportunidades".
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Siempre discreta, ante las preguntas de Julia Otero sobre las imágenes de su futuro marido –que se encuentra ahora mismo en Estados Unidos disputando el torneo de Indian Wells– tras las inundaciones en San Lorenzo el pasado diciembre, la joven afirmó que "para los mallorquines fue una tragedia y fue Rafa pero fue muchísima gente más y si algo bueno salió fue la solidaridad que se generó a través de esa situación".
Preguntada sobre si es feminista, con el 8M en el horizonte, María Francisca ha respondido que "sí, pero a veces me da miedo que se desvirtúen los problemas reales, pero soy totalmente defensora de las capacidades de las niñas y mujeres".
Finalmente, sobre el título nobiliario que muchos reclaman para el tenista, su futura mujer ha tirado balones –o pelotas de tenis– fuera, asegurando que "hay cosas muy curiosas y es mejor tomárselo con el mejor sentido y nosotros en la decisión no participamos, pero es algo positivo".
