La familia fundadora del bufete Cuatrecasas, millonarios volcados en ayudar en África

La relación del apellido Cuatrecasas y el Derecho se remonta a principios de siglo XX. Fue en 1917 cuando Pedro Cuatrecases Buquet fundó un bufete de abogados que se convertiría, con el tiempo, en uno de los más importantes del país. Se trataba, entonces, de una sociedad especializada en asesoramiento tributario y administrativo con sede en Barcelona, de donde es originaria la familia, que suele aparecer en los diferentes rankings de las más ricas de España.

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A mitad de siglo se incorporaba la segunda generación a la firma, liderada por Emilio Cuatrecasas Sabata, y en 1980 entró la tercera generación, con Emilio Cuatrecasas Figueras al mando. Desde 2017 la familia se desvinculó del bufete que acaba de fichar a Soraya Sáenz de Santamaría -Cuatrecasas Figueras ya solo es el presidente de honor-, pero siguen siendo avezados empresarios. Lejos, no obstante, de vivir en la opulencia, la tercera generación Cuatrecasas vive volcada en África a través de una fundación, África Digna, que preside la mujer de Emilio, Mercedes Barceló.

Barceló es una profesional de la Medicina que fundó esta ONG en 2004, con varios objetivos. Así lo cuentan desde la propia África Digna: “Promovemos una vida digna para los africanos de Kenia y Ruanda, facilitando a emprendedores locales soporte económico para proyectos finalistas y autosostenibles en el ámbito de la salud y la educación. Facilitamos apoyo económico a las contrapartes para llevar a cabo proyectos de intervención directa que tengan en cuenta a los beneficiarios últimos. Realizamos intervenciones médicas y educativas de impacto”.

Licenciada en Medicina y Cirugía

Barceló es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Barcelona y ejerció durante más de veinte años en el Institut Dexeus de Barcelona. La mujer de Cuatrecasas viaja “por lo menos dos veces al año a África para seguir muy de cerca la evolución de los proyectos y para identificar nuevas propuestas”.

Sus hijas han heredado el espíritu aventurero y solidario de la madre. Las tres, Cristina, Inés y Marta, estudiaron en el colegio St. Paul’s, que levantó su padre, y ya desde niñas soñaban con ser veterinarias y tener su propia clínica. Nada de eso surgió porque pronto les picó el gusanillo africano. El continente atrapa a quienes lo visitan y conocen a sus gentes y así les sucedió también a las Cuatrecasas. Lo cuenta Inés, quien recuerda que el pensamiento crítico, dice, que le infundieron en la escuela le hizo plantearse su vida y su vocación.

En 2005 llegó a Ruanda de la mano de la fundación de su madre y allí vive. En Ruanda lidera una empresa con la que ha dinamizado la economía local. Mille Collines “diseña, produce y distribuye ropa y accesorios fabricados artesanalmente en Ruanda”, según explica ella misma en un blog en internet. “Contamos en la actualidad con la sede en Ruanda (The Loft), dos tiendas propias en África (Kigali-Ruanda y Nairobi-Kenia) y vendemos a tiendas multimarca en España y Estados Unidos”.

La empresa de Inés Cuatrecasas se dedica a la creación y venta de ropa de lujo inspirada en la moda africana, con la que trabaja desde el respeto a sus orígenes y la dinamización de la economía local. Mille Collines, por cierto, es el nombre del hotel que dirigía Paul Rusesabagina, quien refugió a miles de personas durante el genocicio en el que murieron cientos de miles. La historia inspiró la película 'Hotel Ruanda'.

Vinculadas a la fundación

Sus hermanas siguen la estela solidaria de Barceló. Cristina sí estudió Veterinaria, pero además se dedica a la fundación. Es licenciada en Medicina y Cirugía, como su madre, además de en Veterinaria. "Ha pasado largas temporadas viviendo en Kenia y Tanzania”. Ahora es la vicepresidenta de África Digna.

La tercera de las hermanas, Marta, es vocal en la fundación aunque su carrera ha seguido otros derroteros. Licenciada en Periodismo, trabaja actualmente en Los Ángeles.

Todas han aprovechado los recursos familiares para labrarse carreras internacionales que pasan, en todo momento, por el trabajo solidario que llena la vida de su madre desde hace décadas.