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Lorenzo Caprile: "No quiero un rey encerrado en Zarzuela con sus hijas y su mujer"
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ENTREVISTA

Lorenzo Caprile: "No quiero un rey encerrado en Zarzuela con sus hijas y su mujer"

El modista permanece en el hotel donde vive desde hace más de una década y subraya que tras esta crisis del coronavirus nada volverá a ser igual

Foto: Lorenzo Caprile, en una imagen de archivo. (Cordon Press)
Lorenzo Caprile, en una imagen de archivo. (Cordon Press)

Lorenzo Caprile está viviendo la crisis mundial del coronavirus "como se puede, como todo el mundo, sobreviviendo y con calma, porque esto va para largo". El modista permanece en el hotel que es su hogar desde hace una década, y tras la decisión del Gobierno de que todo este tipo de establecimientos cierren sus puertas en el plazo de siete días, nos aclara que "voy a seguir viviendo aquí, como hasta ahora, pero lógicamente no hay servicio de habitaciones y solo queda un empleado en recepción y otras tres personas".

"Soy un privilegiado. Estoy aquí solo, en la gloria, en un lugar maravilloso. Me han dado las llaves de todo el edificio y no tengo riesgo alguno de contagio. Insisto en que me siento un privilegiado y no puedo dejar de pensar en matrimonios que viven en pisos muy pequeños con sus hijos. Hacinados, la convivencia se hace aún más dura. No me tengo que ir más lejos, mi propia sobrina con dos hijos", dice con contundencia Caprile, quien muestra su preocupación por los acontecimientos actuales.

PREGUNTA: ¿Qué se puede hacer en una situación tan complicada como la que estamos viviendo?

RESPUESTA: Yo estoy llevándolo como todo el mundo, como se puede. Estoy a dos segundos de que me aparezcan por el pasillo las dos niñas de 'El resplandor' -nos dice sin perder su humor e ironía con esta alusión a la icónica película de Stanley Kubrick-. Hay que tener calma porque va para largo. Cada día hay algo diferente, así que doy gracias a Dios por estar bien. No podemos hacer planes, además de ver si llegamos vivos o no al final, porque nunca se sabe, están el paro, los ERTE... ¡Es la tercera guerra mundial! Y no ha llegado como cabría esperar, yo qué sé, con atentados yihadistas... ¡Ha sido un virus!

P: Es una situación que arrasa con todas las facetas de la vida...

R: Así es. Yo tengo la suerte de que no tengo hijos, ni pareja ni perro... -vuelve a recurrir al humor para exorcizar la compleja realidad actual-. Solo tengo a mi madre, que, afortunadamente, está bien, aislada en la sierra. Se ha hecho las pruebas y ha dado negativo. En cuanto a mi equipo, yo tomé las decisiones antes que aquí, una semana antes, y les mandé a casa porque tengo familia en Italia y sé lo que había pasado allí. No hacía falta ser muy inteligente para saber que esto iba a pasar. Va a dejar de haber dinero y las medidas que son buenas para unos afectan a otros. Por ejemplo, que quien esté de alquiler no lo pague afectará a quien se mantiene gracias a que lo cobraba de su inquilinos. Lo mismo está pasando en los trabajos: si no hay ingresos, llegan los despidos.

placeholder En una imagen cedida por RTVE.
En una imagen cedida por RTVE.

P: ¿Crees que va a haber cambios profundos una vez que acabe esta crisis?

R: Por supuesto. Estoy convencido de que el mundo como lo conocemos no va a volver.

P: ¿En qué sentido, de valores, social, económico?

R: Me refiero a todo, en lo material se va acabar con ese desenfreno de consumo y todas la gilipolleces que hemos venido haciendo. ¿Dónde están ahora los veganos, los animalistas? ¡Si la carne es lo primero que se ha agotado! Ponlo, porque no me importa que se echen encima de mí en la redes. Es lo que opino. No me importa lo que piensen. Creo que también se va a acabar esta bulimia que tiene la gente por viajar, que lo único que hacen es estar en los sitios, pero no conocen ni el país ni su cultura...

Y añade: "Hemos vivido unos años en los que todo lo dábamos por sentado y no hemos sido conscientes del milagro que es abrir un grifo todos los días y que salga el agua. ¡Eso no es así! A 3.000 kilómetros de aquí están aún en la Edad Media. En África, si llega el virus, se acabó en seis meses. Ya están luchando contra el ébola, el sida, enfermedades crónicas...

P: ¿Tienes a alguien cercano afectado por el virus?

R: De momento, no, gracias a Dios, pero nadie está libre. Hasta yo mismo podría tenerlo y ser asintomático. Además no sabemos nada, porque hasta hace poco se decía que solo afectaba a gente mayor o con patologías previas y ahora vemos que mueren personas jóvenes que estaban sanas. Tengo un amigo que trabaja en una residencia de ancianos y está viviendo situaciones dantescas. No sabe cúando se va a reponer de todo esto...

placeholder El modista, en una imagen de archivo. (Getty)
El modista, en una imagen de archivo. (Getty)

P: ¿Crees que las distintas administraciones están tomando las medidas adecuadas?

R: No quiero entrar en valoraciones políticas, pero es el momento de que todos se den la mano y dejen de hacer demagogia. Lo del otro día en el Congreso fue una vergüenza -dice en alusión a la última sesión de esta semana-. Hay que remangarse, ir a los hospitales a ayudar si hace falta...

P: ¿Qué te ha parecido el discurso del rey Felipe?

R: Muy flojo, como no espabile y se ponga el uniforme... Debe estar en el campo de batalla, porque esto es una guerra con mayúsculas, y liderar sus tropas, que para eso es el jefe de los tres ejércitos. Tiene la oportunidad de revalidar su reinado y si no lo hace, que se atenga a las consecuencias. No quiero a un rey encerrado con su mujer y sus hijas en Zarzuela. Eso no nos vale. Lo que digo lo piensa mucha gente e incluso a ciertos partidos les tengo que dar la razón en estos momentos. Tiene que irse a los hospitales, ayudar, y si te contagias, te has contagiado. Que él precisamente no se va a morir.

Lorenzo Caprile está viviendo la crisis mundial del coronavirus "como se puede, como todo el mundo, sobreviviendo y con calma, porque esto va para largo". El modista permanece en el hotel que es su hogar desde hace una década, y tras la decisión del Gobierno de que todo este tipo de establecimientos cierren sus puertas en el plazo de siete días, nos aclara que "voy a seguir viviendo aquí, como hasta ahora, pero lógicamente no hay servicio de habitaciones y solo queda un empleado en recepción y otras tres personas".

Rey Felipe VI
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