La herencia del Pocero: una fortuna en remontada y una mansión con helipuerto
El empresario, que ha fallecido por coronavirus, empezaba a ver cómo remontaban sus negocios, en quiebra tras la crisis inmobiliaria. Tenía cuatro hijos y los tres trabajaban con él
“Yo solo presumo de lo que tengo, no de lo que herede de nadie”, solía decir Paco el Pocero, Francisco Hernando Contreras, el constructor multimillonario que falleció la semana pasada víctima de coronavirus. Su frase no la podrán pronunciar sus hijos con el mismo gracejo que tenía el padre. Francisco, Mónica, María Audena y Eduardo (y sus 10 nietos) han heredado el imperio del padre y también sus millonarias deudas.
LEA MÁS. El Pocero: del avión que le prestó a Rocío Jurado a sus negocios con Julio Iglesias
Porque este hombre hecho a sí mismo, que empezó a ganar dinero a espuertas sin casi saber leer ni escribir, ha dejado a sus hijos un imperio que se resquebrajó en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria, pero que sigue manteniendo números desorbitados en las cuentas del Registro Mercantil. Eso y la casa familiar, donde vive la viuda, María Audena Saz, una mujer que pasó de vivir al raso en su niñez, como su marido, a residir en una mansión en Boadilla del Monte con helipuerto incluido.
El Grupo Francisco Hernando Contreras SL, una sociedad de holding en la que se engloban el resto de empresas creadas por este madrileño, registró números positivos por primera vez desde 2008, cuando su castillo de naipes se desmoronó. En las cuentas de 2018 se reflejan 133.420 euros de beneficios. La empresa cuenta con un capital social de 9.838.929 euros y un activo total de 11.553.504 euros. En ella, como en todas las sociedades del empresario fallecido, él aparece como administrador único y su mujer y tres de sus hijos (Francisco -que tomó las riendas- Mónica y Eduardo) como apoderados.
Los hijos, en todas las empresas
Es la fórmula que se repite de forma matemática en todas las empresas. Como en Obras Nuevas de Edificación 2000 SL (Onde 2000), dedicada a la construcción de edificios residenciales, con un capital social de 6.134.013 euros, un activo de 136.839.184 euros y un beneficio neto en el ejercicio de 2018 de 69.256.
A Francisco Contreras no le gustaba que le llamaran Paco el Pocero más que sus amigos, entre los que se contaban José Ortega Cano y el malogrado Ángel Nieto, con quienes creció entre chabolas en su niñez. Esa amistad fue inquebrantable con los años. Como lo era la voluntad del empresario de volver a salir a flote tras la crisis del ladrillo de 2008, cuando muchas de sus empresas dejaron de tener actividad. Su gran proyecto, la ciudad residencial de Seseña, fue también su talón de Aquiles.
El empresario proyectó en 2007 la construcción de 13.500 viviendas en el lugar, pero solo construyó 5.300. Tal como informó ‘Cinco Días’ el pasado mes de marzo, el Consejo General de Procuradores de España (CGPE) fue designado para subastar 142 inmuebles de una ejecución hipotecaria en Seseña (Toledo) procedentes de la sociedad en quiebra del empresario. De esta manera pretendían agilizar la venta de las casas, puesto que Hernando contaba con una deuda tributaria que este medio económico cifraba en 87 millones de euros.
Vendió su yate a Villar Mir
No todas las empresas que creó el Pocero estaban destinadas a la construcción. Lady Mónica, por ejemplo, gestionaba los yates que compró el empresario (tras la crisis, vendió el Clarena, su principal barco, a Juan Miguel Villar Mir). Con un capital social de 39.859.994 euros y un activo de 29.851.000 euros, dejó de estar activa en 2011 y presentaba pérdidas millonarias en los últimos ejercicios. Algo parecido le sucedió a Jets Privados, la empresa con la que gestionaba sus aviones. Cuenta con un capital social de 19.178.231 euros y un activo total de 1.080.231, la empresa perdía dinero cada año, hasta que en 2012 dejó de presentar cuentas.
Los números millonarios de Hernando van en paralelo a sus relaciones sociales. En 2009, en plena crisis, se casó su hija, Mónica, y en la lista de 150 invitados aparecían nombres como el de Enrique Cerezo, Fernando Fernández Tapias y Alfonso Cortina. Este último, empresario y amigo, ha fallecido este lunes por coronavirus, la misma causa del fallecimiento de Francisco Hernando.
“Yo solo presumo de lo que tengo, no de lo que herede de nadie”, solía decir Paco el Pocero, Francisco Hernando Contreras, el constructor multimillonario que falleció la semana pasada víctima de coronavirus. Su frase no la podrán pronunciar sus hijos con el mismo gracejo que tenía el padre. Francisco, Mónica, María Audena y Eduardo (y sus 10 nietos) han heredado el imperio del padre y también sus millonarias deudas.