Pastora Vega cumple 60: matrimonio de juventud, adiós a Imanol y amor de película

Ahora que Pastora Vega cumple 60 espléndidos años, nos vamos a permitir comenzar este artículo enumerando algunos de sus logros profesionales que, habida cuenta de la fuerte imagen pública que ha tenido su vida personal, merecen ser reivindicados. Licenciada en Derecho, vocación que muy pronto abandonó, fue un gran descubrimiento televisivo en 'Y sin embargo te quiero', programa que en 1983 la convirtió en estrella, pero después vendrían otros éxitos enormes como la serie 'Los pazos de Ulloa', espacios como 'La tarde', en TVE, o películas como 'El sueño de Tánger', 'El Lute II' o la icónica 'Amanece que no es poco', de José Luis Cuerda.

Estamos hablando solo de los inicios de su carrera (más adelante enumeraremos otros de sus éxitos), en la que se produjo un enorme punto de inflexión cuando apareció en su vida Imanol Arias, a quien hizo una entrevista para 'Diez Minutos', donde ella era colaboradora, y surgió entonces lo que coloquialmente denominamos 'flechazo'. El actor era también en ese momento una figura emergente después de haber intervenido en algunos de los títulos clave de su filmografía: 'Demonios en el jardín', de Manuel Gutiérrez Aragón; 'Laberinto de pasiones', del todavía casi 'underground' Pedro Almodóvar, y sobre todo la serie 'Anillos de oro', un fenómeno televisivo con audiencias millonarias protagonizado junto a Ana Diosdado.

Pastora había estado casada desde 1982 con el profesor Alberto Oliet e Imanol con la actriz Socorro Anadón, quien, por cierto, apareció en un episodio de 'Anillos de oro', pero ambos matrimonios habían fracasado cuando se cruzaron sus pasos en 1984. Significó el inicio de una convivencia que duró 25 años y fruto de la cual nacieron dos hijos, Jon y Daniel, en 1987 y 2001, que han decidido seguir sus pasos en el mundo de la intepretación. El mayor ha intervenido en diversos episodios de 'Cuéntame cómo pasó' y en series como 'Instinto', 'Derecho a soñar' y 'Perdida', mientras que el menor, al igual que su hermano, también apareció de manera episódica en la emblemática serie protagonizada por su padre y en uno de los taquillazos de Imanol, 'Anacleto: agente secreto'.

La relación entre Imanol y Pastora también trascendió lo personal, pues rodaron juntos títulos como el ya mencionado 'El Lute II', a las órdenes de Vicente Aranda, las series 'Brigada Central' y 'Cuéntame cómo pasó', la película colombiana 'Ilona llega con la lluvia' y su debut como director, 'Un asunto privado', en 1995, donde, por cierto, ella aparecía con un cambio de look radical: lució una sorprendente melena rubio platino. Sin embargo, uno de los títulos más celebrados de la carrera de la actriz en esta etapa de su carrera no estuvo vinculado a su pareja, 'Demasiado corazón', película dirigida por Eduardo Campoy que le valió su única nominación al Goya, en 1993.

La pareja anunció su separación en noviembre de 2009, mediante un comunicado muy aséptico y consensuado por ambas partes: "Tanto Imanol como Pastora agradecen de antemano el respeto con el que los medios de comunicación tratarán (como han hecho siempre) este asunto de índole privada, que les atañe tanto a ellos como a sus hijos y familiares, e informan de que no realizarán ninguna otra declaración al respecto, más allá de este comunicado".

Una relación muy mediática

Muy pronto surgiría el rumor de que Pastora mantenía una relación sentimental con Juan Ribó, con quien había trabajado en la serie 'U.C.O.', de TVE, que posteriormente los hechos confirmaron y también extenderían su relación al trabajo protagonizando la obra teatral 'Una relación pornográfica', adaptación de la película francesa 'Una relación privada', protagonizada por Sergi López y Nathalie Baye. Qué duda cabe, la campaña promocional estuvo muy marcada por la situación personal de la pareja, que fue un considerable reclamo publicitario.

Cuatro años más tarde llegaba su ruptura, sobre la que no tardaría en pronunciarse Cristina López del Hierro, con quien el actor había compartido quince años de su vida: "Llorar no he llorado. Ni he cantado el pena penita pena, para nada. Me siento bien por él, creo que es bueno para él", manifestaba socarrona la anticuaria, quien dos años más tarde negaría a Vanitatis que se habían reconciliado, después de que se publicaran fotos de ellos juntos en Estepona: "Tenemos allí una casa. La compramos hace años y cuando nos separamos decidimos mantenerla. Hemos estado juntos como otras muchas veces. Cuando voy a Madrid, solemos cenar. Nos llevamos muy bien".

Pastora Vega, sin embargo, precisó meses más tarde cuándo se había producido esa separación y sus circunstancias: "Juan y yo nos llevamos genial y le quiero un montón. Pero estamos separados desde antes del verano. Es verdad que en julio de 2014 tuvimos una ruptura que sí trascendió a los medios. Recuerdo que tenía a los paparazzi encima y que aquella situación me agobió mucho. Más tarde intentamos volver de una manera especial, con mucho cuidado y cautela, pero lo nuestro no ha funcionado", declaraba a 'ABC' en septiembre de 2015.

Posteriormente llegaría a su vida el actor argentino Darío Grandinetti, con quien comenzó una relación sentimental en la primavera de 2016 y con quien el pasado verano estuvo disfrutando de sus vacaciones en Asturias y Cádiz. La suya es una historia de amor que nace de una amistad que se remonta a treinta años atrás y que cambió de naturaleza hace cuatro. El actor es una de las figuras más importantes de su país, gracias a éxitos como 'El lado oscuro del corazón' o 'Sus ojos se cerraron y el mundo sigue andando', pero ha intervenido también en numerosos títulos producidos en nuestro país como 'Las cosas del querer 2', al lado de Ángela Molina, 'Hable con ella' y 'Julieta', de Pedro Almodóvar, o la aclamada serie de Movistar+ 'Hierro' con Candela Peña.

En 2018, Grandinetti ganó la Concha de Plata del Festival de Cine de San Sebastián por 'Rojo' y al recibir el premio, entre el patio de butacas buscó a Pastora Vega, después de mandar un beso a sus hijos y a su madre: "Si me permiten que me ponga un poco más personal... ¿Dónde estás, gitana, no te veo? Tú lo dijiste, sabías que iba a pasar. Te mando un beso. Te quiero". Una manera muy hermosa de reivindicar su amor, pero también la raza de la actriz, que es biznieta de la mítica cantaora Pastora Imperio y nieta del torero Gitanillo de Triana.

​Un matriarcado familiar

En una entrevista en Canal Sur con José Manuel Soto, Pastora enfatizaba que había que desterrar los estereotipos sobre los gitanos y desvelaba que "no he sufrido por tener sangre gitana en las venas, todo lo contrario. Y esa parte estupenda la tengo en gestos, en una manera de ser". También en plena promoción de la obra 'La asamblea de las mujeres', de Aristófanes, que protagonizó con Lolita Flores y estrenaron en el Teatro Romano de Mérida, destacaba el papel crucial de las mujeres en su seno familiar: "En mi casa éramos cuatro hermanas y estaba llena de primas, de amigas. Y cuando mi bisabuela vivía, que era un personaje increíble, el matriarcado era total. No necesitaba más que hacer un gesto para poner firmes a todos. Sobre todo en los momentos difíciles, porque ahí es cuando se ve quién lleva la cuestión", declaraba al suplemento 'XLSemanal'.

Ahora que ha cumplido las seis décadas de edad cobran más sentido que nunca unas declaraciones que hizo en 2015 a 'LOC' sobre el amor y cómo se vive en función de la edad: "El sentimiento del amor es maravilloso y que no cambie. Eso te rejuvenece porque lo que puedes vivir con 30, lo puedes sentir con 60 y eso es la pera. Lo que pasa es que lo valoras de otra forma y ya sabes una serie de cosas en lo que no vas a caer. También ser más independiente y que no te manipule más el otro. Estar más en tu eje, para que el terreno del otro no te afecte".