Enrique Ponce, de imitar a Jackson a su capricho motorizado: 10 cosas que no sabías
Su historia de amor con Paloma Cuevas ha llegado a su fin después de 24 años de relación. Es hora de conocer alguna curiosidad que tal vez no sepas del personaje de la semana
Enrique Ponce ha mantenido una trayectoria personal impecable a lo largo de su vida. Su abuelo Leandro, que murió a los cien años, fue la persona que más le influyó, tanto en lo profesional como en su manera de ser. Le dijo, aún no cumplidos los diez: “Si quieres ser torero, tendrás que ser el mejor, nada de mediocridad”.
Juan Ruiz Palomares, su apoderado, que lo sigue siendo tres décadas después, ha sido su Pepito Grillo. Cuando comenzó a ganar dinero le aconsejó: “Lo primero, la finca, y una vez que la tengas pagada, te compras el Mercedes”. Esta es solo una de las muchas anécdotas que rodean la vida del torero que volverá a los ruedos el 18 de agosto en Santiesteban del Puerto (Jaén).
Fincas, caprichos, romances
1. La finca La Cetrina, que compró antes que el coche, era un campo nada más. Se fue construyendo la casa actual poco a poco. Y al principio dormía en la buhardilla hasta que finalizaron las obras. De la decoración (interior y exterior) y de la gestión se encargaría con el tiempo Paloma Cuevas. Una vez que tuvo la finca, entonces sí, compró su capricho: un Mercedes sl 500 descapotable con el que iba a buscar a Paloma cuando eran novios.
2. Una de las aficiones de Ponce es la música. Antes de la crisis del coronavirus iba a grabar con Julio Iglesias un par de temas para el nuevo disco. Por el momento, este proyecto está parado. La primera vez que cantó en público fue en la boda de Fiona Ferrer y Jaime Polanco. A partir de ahí su 'actuaciones' son fijas en cualquier fiesta de amigos. Uno de los momentos más emotivos, en su pequeño mundo musical, lo tuvo con el torero Julio Robles, al que dedicó la canción 'Vuela, amigo, vuela alto' el día que pudo torear, por primera vez en la placita de toros de la finca Cetrina en su silla de ruedas.
3. Aparte de cantar, a Ponce se le dan muy bien las imitaciones. Una de las que mejor le salen es la de Michael Jackson.
4. Hace cinco años se hizo un implante de pelo siguiendo el ejemplo del expresidente de Castilla-La Mancha José Bono. En el caso del torero, lo hizo en Madrid en una clínica especializada en estos temas y cuya franquicia era de su propiedad.
5. El destino colocó a Paloma Cuevas y Ponce unas navidades en Cali (Colombia). Y así lo contaba el torero: “No tenía intención de torear y al final fui. Me encontré con Victoriano y su familia que también estaban allí. Entonces empezó todo entre nosotros. Paloma tenía 19 años. Solía ir todos los años con su familia”.
6. El regalo de Paloma Cuevas de pedida fueron unos gemelos de oro con el hierro de su ganadería. Ponce le regaló a ella una pulsera de oro y brillantes que formaban el nombre de la novia. Fue un diseño de una de las mejores amigas de la pareja: Cristina Yanes.
7. Se casaron en la catedral de Valencia y oficiaron la ceremonia dos sacerdotes junto al arzobispo de la ciudad. Uno era Luis Lezama, que montó el Café de Oriente para dar trabajo a personas que salían de la cárcel. Ponce siempre prestó su apoyo al amigo Lezama. El otro sacerdote era el director espiritual de Paloma Cuevas. Francisco cantó el 'Ave María' y la tarta de bodas tuvo cinco pisos reproduciendo la plaza de toros de Valencia y la torre del Micalet.
8. Ponce ha formado parte del grupo de monterías en el que participaban el rey don Juan Carlos y Felipe VI cuando era príncipe. El ganadero Samuel Flores, los primos Cortina y Miguel Báez Litri se unían a esas jornadas.
9. La finca Cetrina fue uno de los lugares de encuentro entre Genoveva Casanova y el cantante Luis Miguel, que tiene su propia casa de invitados. Tanto Ponce como Paloma han sido los mejores apoyos de la nuera de la duquesa de Alba cuando se separó de Cayetano Martínez de Irujo.
10. Entre los grandes amigos de Ponce se encuentra Miguel Alemán, al que llama compadre. Fue, junto con Margarita Vargas, padrino de bautismo de Bianca, la segunda hija del matrimonio. El padre fue presidente de México y cada vez que torea en ese país le acogen como uno más. A la inversa, lo mismo. La familia Botero también forma parte del círculo más íntimo del matrimonio Cuevas-Ponce. En 2012 le regaló un vestido de torear al pintor por su 80 cumpleaños.
Enrique Ponce ha mantenido una trayectoria personal impecable a lo largo de su vida. Su abuelo Leandro, que murió a los cien años, fue la persona que más le influyó, tanto en lo profesional como en su manera de ser. Le dijo, aún no cumplidos los diez: “Si quieres ser torero, tendrás que ser el mejor, nada de mediocridad”.