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Esther Cañadas, historia de una top: dos bodas, otra cancelada y José Coronado
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GRAN ESTRELLA

Esther Cañadas, historia de una top: dos bodas, otra cancelada y José Coronado

Tras una larga retirada, la modelo regresa a la profesión en la que lo fue todo. Ella misma ha contado los motivos por los que se apartó de la vida pública

Foto: Esther Cañadas, en París. (EFE)
Esther Cañadas, en París. (EFE)

Si apenas hace unos meses saltaba a los titulares por su regreso a las pasarelas con Balmain, estos se han quedado en anecdóticos, porque ahora ha vuelto para quedarse. Esther Cañadas ha demostrado que más de diez años de retirada no son nada. A los 43 regresa con toda la fuerza del mundo, avalada por los galones de una carrera que ha sido brillante, pero que, sin hacer ruido, dejó sorpresivamente cuando estaba repleta de propuestas profesionales y le llovían los contratos. Fue clave también en este tiempo una enfermedad inmunológica que la obligó a estar medicada durante cinco años con cortisona. Hacía entonces un largo parénteiss después de haber dado también el salto al cine con papeles episódicos en películas como 'El secreto de Thomas Crown' (1999), junto a Pierce Brosnan, 'Torrente 2: Misión en Marbella' (2001) y 'Trileros' (2003), aunque esta faceta no tuvo mayor continuidad.

La modelo es la gran protagonista del número de octubre de la revista 'Vogue', donde anuncia que regresa de México, país en el que había estado residiendo, apartada de todo y con su vida al margen de los focos. Y es en este medio donde ha dado la noticia que sus fans llevan tanto tiempo esperando: "Para mí es un regalo poder reanudar mi carrera". Y ha aprovechado para explicar que no ha sido fruto de la casualidad: fue muy meditada. En aquel momento, a mediados de la primera década del 2000, seguía en la cresta de la ola. Estaba haciendo los mismos desfiles que antes y trabajando con las firmas de siempre. Lo bonito de vivir es poder evolucionar y fluir. Y yo sentía que era el camino que tenía que escoger en ese momento".

placeholder  Esther Cañadas, en su regreso a las pasarelas con Balmain. (Getty)
Esther Cañadas, en su regreso a las pasarelas con Balmain. (Getty)

Su hija, Galia Santina (sobre cuya paternidad nunca se ha pronunciado), el próximo mes de diciembre cumplirá seis años y es el principal motor de su vida, como ella misma desvelaba en el mencionado reportaje: "He intentado mantener lo máximo posible la privacidad tanto de mis seres queridos como de mi hija para que pudiera crecer y tener una infancia libre y natural. Mi hija ha podido crecer en la naturaleza. Pero ahora que es más mayor creo que Europa es un lugar todavía mejor. Perfecto para que empiece el colegio".

Una pareja espectacular

Aunque el pasado mes de julio la modelo era fotografiada con un acompañante, que la revista '¡Hola!' calificaba de su nueva ilusión, lo cierto es que siempre ha sido muy reacia a hablar de su vida personal. Aun así, está muy presente en la memoria colectiva su mediático noviazgo y posterior (breve) matrimonio con el holandés Mark Vanderloo, considerado el primer supermodelo masculino de la historia, con el que a día de hoy sigue manteniendo una excelente relación: "Mark es alguien maravilloso y le deseo siempre lo mejor. Aquellos fueron unos años muy especiales", ha dicho la modelo sobre el hombre que conoció cuando ambos fueron la pareja estrella de Donna Karan y su imagen aparecía en las fachadas de los edificios más importantes de las metrópolis más grandes del mundo.

Su historia de amor había surgido en Nueva York, en una sesión de fotos en 1997 para la campaña de otoño-invierno del año siguiente, se casaban dos años más tarde, y en 2000 ya estaban divorciados. Tiempo en el que llegaron a venir incluso a nuestro país a cumplir compromisos promocionales juntos y a no muchos más... Para la memoria colectiva quedaban las imágenes de su boda, los dos completamente de blanco, y una de las parejas más guapas del mundo. "Algunas veces Esther se hizo daño a sí misma, pero todos nos hemos hecho daño alguna vez. No hablo con ella desde hace un tiempo. La última vez que la vi fue en Nueva York, pero le deseo siempre lo mejor", declaraba él en 2014.

placeholder Esther Cañadas y Mark Vanderloo. (Getty)
Esther Cañadas y Mark Vanderloo. (Getty)

La publicación de unas fotos con José Coronado, muy apasionados por las calles de Nueva York, que les llevó a la portada de 'Semana' junto a la boda de Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas, la devolvía al primer plano. Sin embargo, si se trataba de una relación en ciernes, pudo ser determinante que esta historia se hiciera pública para que no fuera viable, porque el actor siempre se ha caracterizado por una discreción extrema a la hora de abordar sus cuestiones sentimentales.

[Leer más: Esther Cañadas regresa a la pasarela con Balmain]

Al año siguiente de su ruptura, Esther regresaba a Sotogrande, una de sus citas habituales en los veranos, y se la esperaba con el multimillonario libanés Djemi Traboulsi, con el que se la relacionaba entonces, pero estuvo sola, y, como decimos, ella nunca ha sido muy proclive a comentar pormenores respecto a su vida personal, como tampoco lo haría durante su segundo matrimonio.

En abril de 2007 se casó con el piloto de MotoGP Sete Gibernau en una masía de Girona. Fue una ceremonia íntima, acorde a su manera de entender las cosas, para la que la modelo lució un traje de Rosa Clará y otro también de la misma firma para el banquete nupcial. Llevaban más de dos años juntos y ella fue un gran apoyo para su marido cuando decidió anunciar su retirada, a cuya rueda de prensa acudió para acompañarle. Sin embargo, un año después de la boda y tras cuatro de convivencia, la pareja decidió finalizar su matrimonio. Una ruptura que hicieron pública mediante un aséptico comunicado "a fin de evitar especulaciones" y en el que manifestaban su deseo de que "el trato cordial y correcto que siempre han tenido hacia nosotros se mantenga en el futuro".

Un compromiso roto

A punto de volver a pasar por la vicaría, en 2013, recibíamos la noticia de la inesperada cancelación de su compromiso matrimonial con el empresario hotelero neoyorquino Vikram Chatwal. El encargado de comunicar su ruptura fue el que debía haber sido su nuevo marido. Lo hizo a través del diario estadounidense 'New York Post', donde aseguraba que el fin de su noviazgo se había producido de forma amistosa y que entre ellos prevalecía la amistad: "Esther y yo suspendimos de mutuo acuerdo nuestro compromiso. Ya no salimos y seguimos siendo amigos", reconoció entonces.

Sin embargo, su ruptura no parece amistosa ni elegante, ya que se publicó que el empresario reclamó la devolución de su anillo de compromiso, un diamante de 8,5 quilates valorado en 250.000 euros. Una información que ninguna de las partes quiso ni confirmar ni desmentir. Ahora episodios como este son cosa del pasado y Esther Cañadas vuelve renovada para seguir brillando en una profesión en la que lo ha sido todo.

Si apenas hace unos meses saltaba a los titulares por su regreso a las pasarelas con Balmain, estos se han quedado en anecdóticos, porque ahora ha vuelto para quedarse. Esther Cañadas ha demostrado que más de diez años de retirada no son nada. A los 43 regresa con toda la fuerza del mundo, avalada por los galones de una carrera que ha sido brillante, pero que, sin hacer ruido, dejó sorpresivamente cuando estaba repleta de propuestas profesionales y le llovían los contratos. Fue clave también en este tiempo una enfermedad inmunológica que la obligó a estar medicada durante cinco años con cortisona. Hacía entonces un largo parénteiss después de haber dado también el salto al cine con papeles episódicos en películas como 'El secreto de Thomas Crown' (1999), junto a Pierce Brosnan, 'Torrente 2: Misión en Marbella' (2001) y 'Trileros' (2003), aunque esta faceta no tuvo mayor continuidad.

Vikram Chatwal