Fernando Aramburu ('Patria'): una madre coraje, una mujer alemana y un alma rockera

Fernando Aramburu, autor de 'Patria', vuelve a vivir las mieles de un éxito que le encumbró en 2016 cuando se publicó la que es, hasta el momento, su obra más conocida. Autor de libros de cuentos, poesía, ensayos y novelas, y traducido a más de tres docenas de lenguas, ha sido esta historia sobre el conflicto vasco la que le coronó como autor del momento. Ahora, tras el estreno en Telecinco del primer capítulo de la serie basada en su obra, nos volvemos a preguntar: ¿quién es exactamente el autor de 'Patria'?

Donostiarra de nacimiento, Aramburu vivió toda esa vorágine desde Alemania, país en el que lleva residiendo más de treinta años y al que llegó por amor. Ya reza el dicho que 'el amor mueve montañas', y a él, el suyo por Gabriele, a la que el autor llama cariñosamente "la guapa", le llevó a tierras germanas con 24 años. Por aquel entonces, Fernando lucía pelazo y barbaza, un look que era tendencia y que, cuatro décadas después, vuelve a estar vigente. Era hipster sin saberlo.

Mucho antes, Aramburu había pasado su infancia por las calles de Donostia compartiendo juegos con su hermana Rosa María. Hijo de obrero y ama de casa, el autor contaba en una entrevista para 'Marie Claire' la fortaleza de su madre para sacar la casa adelante: “Es una mujer con gran temperamento, luchadora, y tiene algo que yo admiro. Mi madre es de esas personas que aprietan los dientes cuando hay problemas, cuando hay una desgracia. Ella tira de la familia”. Algo de esas madres fuertes que llevan en la sombra el peso de todo tienen también los personajes principales de su novela (ahora serie). De hecho, la fuerza de la figura femenina en la cultura vasca está muy enraizada desde la divinidad mitológica conocida como Mari hasta las teorías más recientes del matriarcalismo vasco.

Polémica en las redes

Con la adaptación de la amistad truncada entre Miren y Bittori, el autor guarda una relación de 'la amo no la amo'. Aunque ha visitado el rodaje (y de hecho lo publicaba orgulloso en su cuenta de Instagram), hace unos días protagonizaba una polémica por la imagen elegida para anunciar el estreno de la serie: “El primer cartel promocional de la serie de televisión Patria me parece un desacierto. Atribuyo el cartel a una estrategia de márquetin que no comparto. Incumple una norma que yo me impuse cuando escribí mi libro: no perder de vista el dolor de las víctimas del terrorismo, tratarlas con la empatía y el cariño que merecen. La serie, en mi opinión, sí lo hace”, explicaba en su blog.

Con 16 años, Aramburu decidió que sería escritor y poco después cambió San Sebastián por Zaragoza para comenzar sus estudios de Filología Hispánica. Su amor por la literatura no solo le ha llevado a escribir de forma compulsiva desde entonces, sino también a llenar sus redes sociales de imágenes posando con escritores en activo (Almudena Grandes, Elena Medel) y otros ya desaparecidos como sus posados junto a la estatua de Pío Baroja o la del poeta Félix Francisco Casanova. Aunque entre tanta cultura de altos vuelos también tiene tiempo para una versión más populista del uso de las letras, sobre todo si él es protagonista involuntario. ¡A por el bote, oe!

A Fernando el amor le vino a buscar a casa. Estando en su quinto año de carrera, compartía piso con un par de amigos cuando decidieron que los gastos podían ser menos con una persona más a repartir. Gabriele Pape, una estudiante alemana rubia y con ojos azules, como mandan los cánones germanos, y que estaba en la ciudad maña fue la que llamó a la puerta y ya se quedó en su vida. Tres años después se casaban y fruto de esa relación han nacido dos hijas, Cecilia e Isabel, que rondan la treintena y que ya hace tiempo dejaron el nido familiar formado ahora únicamente por 'la guapa', Aramburu y Luna, un bichón habanero de siete años.

Aprietos y desahogos

Desde que llegó a Alemania en 1985 (“La mejor decisión de mi vida, de la que más orgulloso me siento”, ha dicho en varias ocasiones) hasta ahora la vida ha dado muchas vueltas pero, con el tiempo, el escritor ha encontrado la tranquilidad. En ese Hannover callado al que el autor llama 'la Valladolid de Alemania', lleva una vida rutinaria de horarios fijos sin trasnochar ni perder el sueño. “Para mí el trabajo es gozoso. A mí me llevan a una playa o a pasear por el monte y me han destruido”, confesaba en una entrevista para el 'XL Semanal'.

Antes del pelotazo vasco, fue profesor y periodista para pagar las facturas. Daba clases de lengua española a hijos y nietos de emigrantes en Alemania al tiempo que colaboraba con distintos medios. Fueron tiempos complicados para la pareja: “Hacíamos una vida de lo más austera y, cuando se terminaba el dinero, me tenía que volver a casa de mis padres”, explicaba en la revista del grupo Vocento. Poco a poco, la pareja encontró la estabilidad con algún susto familiar (su hija pequeña tuvo meningitis con solo 3 meses). Tenía publicados más de una quincena de obras cuando 'Patria' se convirtió en el bestseller de 2017 y con ella llegaron los premios, los reconocimientos y la estabilidad económica.

Mientras contempla desde la distancia la segunda vida de su obra más conocida (esta vez en la pantalla), seguirá desperezándose cada mañana a golpe de sudoku, dividiendo su fervor futbolero entre la Real Sociedad y el Hannover 96, hablando en español con su familia y recordando los años en los que el heavy metal era su pasión.