Tamara: “Isabel Pantoja es una artista de los pies a la cabeza y una buena compañera”

Tamara cumplió el año pasado veinte años de su irrupción en el mundo musical. El coronavirus paró sus previsiones pero no sus proyectos. Acaba de sacar ‘Espérame en el cielo’, un bolero mítico que ya cantaba Machín y que va unido al vino Encanto. Parte de los beneficios van destinados a la investigación del covid-19. Nieta de Rafael Farina, su mundo siempre ha sido de artistas.

Ganó un concurso a los 11 años y considera que lo peor de los talent shows son los padres que no ven la incapacidad artística de los hijos. Se declara feminista y confiesa que en su profesión hay mucho machismo. Madre de cuatro hijos, llevó el confinamiento lo mejor que pudo. Se considera la representación de la diversidad: es mitad gitana y mitad paya, y además ella nació en Sevilla, su marido en Canarias, sus hijos en Barcelona y viven todos en Cataluña. Reconoce que hay extremos excluyentes y que el odio solo engendra más odio. De Isabel Pantoja dice que siempre fue una buena compañera.

PREGUNTA: ¿En qué consiste ‘Espérame en el cielo’, tu nuevo trabajo?

RESPUESTA: Es un bolero de los años cuarenta que versionaron Antonio Machín, Los Panchos, Lucho Gatica, y ahora lo que he hecho ha sido colaborar con la bodega Linaje Garsea, que han puesto mi nombre a un vino. Se llama Encanto y es un Ribera del Duero. Ha sido un proyecto innovador. Es la primera vez que un vino va unido a una producción musical. Lleva un doble regalo: una etiqueta con un código para descargar el videoclip de la canción.

P: Es un proyecto solidario cuya parte de la venta es para la investigación.

R: Así es. Estamos en unos momentos muy duros, difíciles, y creo que si cada uno pone su granito de arena, podemos hacer una montaña. Se donará parte para las familias más desfavorecidas por la pandemia y también para la investigación del covid-19.

P: ¿Qué relación tienes con el mundo del vino?

R: Hasta ahora ninguna. Se le ocurrió a mi mánager. Me dijo: “Tienes que tener tu propio vino”. Y lo que hicimos fue ir a esta bodega para una cata. A partir de ahí nació el proyecto. El vino Encanto es como yo, con unas notitas dulces y luego otras intensas. Yo soy muy intensa en todos los aspectos de mi vida, con lo cual me representa muy bien.

P: ¿Cómo te afecta el no poder dar conciertos presenciales?

R: Ha sido un año complicado, difícil, distinto y terrible para muchas familias que han perdido a sus seres queridos. He tenido la suerte de que en mi casa no hemos vivido el covid de cerca pero, al fin y al cabo, todos formamos parte de una gran familia, y lo importante es mirar adelante y ayudarnos. El no haber podido dar conciertos no tiene casi importancia.

P: Eres una artista muy querida en Latinoamérica. Tampoco has podido viajar...

R: Nada de viajes. El año pasado, coincidiendo con mi aniversario, saqué ‘Veinte años de amor’. Hice la promoción en España y en marzo comenzaba en América. Se paralizó el mundo y aquí me quedé. A través de las redes sociales y en streaming, sigo estando cerca de mis ‘tamaristas’. Por el momento estoy con la promoción de ‘Espérame en el cielo’ y con la bodega.

P: ¿Tus músicos se quedaron en Chile?

R: Si, no podían viajar a España porque a nosotros nos confinaron primero y después a ellos. Allí se quedaron los músicos, los técnicos de sonido, mi mánager y mi jefe de prensa.

P: Si pudieras pedir un deseo, ¿qué tipo de música te gustaría cantar además de la tuya propia? ¿Ópera? ¿Rock?

R: No cambiaría nada. Me gusta lo que hago, creo que mi carrera está muy bien dirigida hacia un público muy determinado. Lo que sí me gustaría sería hacer un disco de mariachis, un sinfónico en el Teatro Real. ¿Tú me verías cantando ópera? ¿A que no? Pues eso. En mi casa se escucha todo tipo de música, pero mi estilo está muy definido.

P: Decías que lo más difícil es mantenerse aunque tú llevas ya más de veinte años.

R: Al principio es un sueño, se cumple y se convierte en oficio. Es una carrera de fondo de 24 horas durante los 365 días. Cuando no te estás preparando, hay que hacer promoción, giras, ensayos, entrevistas... Debes tenerlo muy claro porque es difícil y duro mantenerse.

P: ¿Se puede vivir de la música ahora que no se venden discos ni hay conciertos?

R: Ese es el problema y de ahí que me haya involucrado en el proyecto de la bodega. Hay que renovarse, buscar nuevos caminos. Mi marido trabaja en el ocio nocturno y lleva desde marzo sin poder desarrollar su vida laboral. Nos afecta a todos.

P: Sois familia numerosa, ¿cómo has llevado el confinamiento?

R: Los dos mayores son adolescentes y se manejaban muy bien solos. Hemos tenido que estar más encima de los dos pequeños. Cada día inventábamos algo para entretenernos: juegos, barbacoas, películas… Como el resto de la gente, intentando pasarlo lo mejor posible. Hay que ver también la parte buena y el confinamiento ha servido para pasar juntos más tiempo.

P: Decías que preferías que tus hijos no se dedicaran a la música.

R: La verdad es que prefiero que no porque es una carrera muy difícil, pero que hagan lo que les guste. De momento, los dos mayores no tienen esa querencia. No han pedido tocar ningún instrumento, ni cantar. Son muy buenos estudiantes y lo que queremos es que se formen, y si después quisieran dedicarse al mundo artístico, les apoyaríamos.

P: Vienes de familia de estrellas: tus abuelos Rafaela Farina y Fernanda Romero, tu madre Matilde Serrano... ¿Era difícil no seguir el mismo camino?

R: En mi casa somos cinco hermanos y todos sentimos el ritmo, el cante y la música. Está en nuestros genes, pero la única que ejerce soy yo.

P: ¿Te parecen bien los concursos televisivos donde aparece gente muy joven y niños?

R: Yo empecé en un concurso con 11 años y era muy competitivo. Quedé en tercer lugar y fui la única que seguí la carrera. Creo que quienes tienen que tener cuidado son las familias que a veces crean falsas expectativas. Los padres piensan que sus hijos son genios y en realidad no lo son.

P: ¿Volverías a repetir o preferirías haber tenido una adolescencia menos pública?

R: De mi vida no cambiaría nada. Tuve una adolescencia diferente, ni peor ni mejor, y lo que hice fue cumplir mi sueño. He sido y soy una mujer que he hecho lo que ha querido. Soy feminista y es muy importante que las mujeres podamos elegir y desarrollar nuestra carrera personal y profesional. Quise ser madre y lo fui, y la que no quiera serlo, igual de bien. Y si no te quieres casar, pues lo mismo. Y si tu pareja es del mismo sexo o del contrario, me parece fantástico. Hay que hacer lo que una quiere.

P: Hace unos días fue el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

R: Es una tragedia que aún perdure el machismo y en mi profesión existe. No hay igualdad y tenemos que seguir luchando juntos y, sobre todo, unirnos las mujeres. A veces somos nuestras peores enemigas

P: ¿Te molesta que se insista en tu cambio físico?

R: Lo que yo me pregunto es: ¿cuál es el problema si quiero hacerme retoques estéticos, cirugía o ponerme el pelo rubio platino? Es la libertad de cada uno.

P: ¿Has conocido a Isabel Pantoja?

R: Si, claro. He estado en muchos de sus conciertos. No tengo amistad de llamarnos, pero para mí es una artista de los pies a la cabeza y una buena compañera. Cada vez que he ido a una de sus galas siempre me ha nombrado y no tenía por qué hacerlo. Ha apoyado mi carrera y lo que está sucediendo es tremendo. Yo, que soy madre, no me explico lo que ha pasado, y lo tienen que arreglar los dos solos, sin nadie por medio.

P: Vives en Barcelona, tu marido es canario, tus hijos han nacido en Cataluña y tú eres sevillana. Una mezcla muy habitual, pero hay gente que no lo entiende y excluye.

R: Puedo decir que yo, hasta ahora, en Cataluña vivo muy bien. Llevo 18 años y nunca he tenido problemas. Tengo una familia diversa y me parece maravilloso. Además yo soy mestiza, mitad gitana, mitad paya. Claro que hay gente radical y excluyente. El odio lo único que produce es más odio y más violencia.