El cambio de hora, los invitados y otros detalles del bautizo de Rosario Fitz-James Stuart
Mañana, 29 de mayo, los duques de Huéscar bautizarán a su hija en una ceremonia corta pero llena de homenajes y rodeados de amigos y familiares
Rosario Fitz-James Stuart será una de las grandes protagonistas del fin de semana. Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo, duques de Huéscar, bautizarán a su hija en Sevilla mañana, 29 de mayo, una semana después del gran evento familiar de la temporada, la boda de sus cuñados, los condes de Osorno.
Una boda que reunió a la flor y nata patria y a gran parte de esta familia aristocrática que mañana volverá a darse cita en el palacio de las Dueñas para celebrar el gran día de la que algún día será duquesa de Alba, como su bisabuela, de la que recibirá su nombre con el sacramento.
Un bautizo lleno de tradiciones, homenajes, invitados y detalles que ha sufrido varias modificaciones de última hora. Si la primera fecha prevista, en octubre, tuvo que ser pospuesta por culpa de las restricciones de movilidad y aforo derivadas de la pandemia, las altas temperaturas previstas para el fin de semana en la capital hispalense han obligado a los duques a cambiar el horario del bautizo. Y es que, aunque todo estaba previsto para que se celebrase a mediodía y con un alegre almuerzo a continuación, finalmente tendrá lugar a las ocho de la tarde y lo que se servirá en los jardines del palacio será algo más parecido a una cena. Algo de lo más inusual para una ceremonia de estas características, celebradas en la mayoría de los casos en horario de mañana.
Un cambio de esquema leve que mantendrá vigente lo importante: los invitados, los padrinos, el guiño a su bisabuela y una ausencia más que previsible.
Dónde y cuándo
Tal y como estaba previsto hace unos meses, el bautizo se celebrará cumpliendo con el mismo esquema que el del duque de Huescar, padre de la criatura: en la misma pila bautismal, en el mismo escenario y por el mismo sacerdote.
Con una duración de algo más de media hora, sin misa de por medio, tendrá lugar en la parroquia de San Román, en Sevilla, perteneciente al palacio de las Dueñas. Un lugar de recogimiento y oración que su bisabuela llevó siempre en el corazón y que ha servido de escenario para otros tantos acontecimientos familiares.
Oficiada por Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, que el sábado pasado ofició la boda de los condes de Osorno en el palacio de Liria, estará, como decíamos, llena de guiños al bautizo de su padre, del que el pasado octubre se cumplieron 30 años.
Presentada a la Virgen de las Angustias
Finalizada la ceremonia, los padres, padrinos y los orgullosos abuelos (el duque de Alba, Matilde Solís y Sofía Barroso) presentarán a la niña a la Virgen de las Angustias, la imagen mariana titular de la Hermandad de los Gitanos, a la que la duquesa de Alba estuvo siempre tan ligada: fue camarera honoraria de esta Virgen que en Semana Santa luce un manto bordado con el escudo de la Casa de Alba.
Ahora sita en la iglesia del Valle, durante años, la parroquia de las Dueñas, San Román, fue la sede temporal de esta hermandad y la duquesa, solemne guardiana de los enseres y los pasos de esta durante los años en los que no tenía sede propia.
El nombre elegido
Será una ceremonia, como decíamos, llena de guiños a la difunta duquesa de Alba. El más importante, el nombre que recibirá la niña: María del Rosario Cayetana, nombre de su bisabuela, la gran Cayetana de Alba, y también de su bisabuela, María del Rosario de Silva y Gurtubay, duquesa consorte de Alba, marquesa de San Vicente del Barco, grande de España y dama de la reina doña Victoria Eugenia. Un nombre con historia y abolengo.
El faldón de su padre
Y de homenaje en homenaje, la niña lucirá el mismo faldón de cristianar que llevó su padre aquel 23 de octubre de 1990 para ser bautizado en la misma pila bautismal en que lo será ella.
Una pieza bordada a mano y llena de detalles que, sin duda, habrá tenido que ser adaptada al tamaño de la pequeña Cayetana, pues a diferencia de su hija, que casi tiene un año, su padre apenas había cumplido mes y medio de vida el día que recibió el sacramento.
El look de Sofía
La duquesa de Huéscar, que se convirtió el pasado sábado en una de las mujeres más elegantes de la boda de sus cuñados vestida con un diseño a medida de Jan Taminiau, está previsto que confíe en Inés Domecq para el gran día de su hija. La marquesa de Almenara, que hace unos días vistió a la reina Letizia durante la inauguración de Fitur, se ha convertido en una de las favoritas de la jet gracias a su marca, The IQ Collection, que fundó junto a su amiga Virgina Pozo, dueña de Coosy, la firma que sacó a la venta sus primeras colecciones.
Los padrinos
Rompiendo del todo con la tradición al no elegir padrinos pertenecientes a la familia real, Sofía Palazuelo y su marido han elegido a dos personas del círculo de confianza de ella para ostentar el honor de apadrinar a la futura duquesa de Alba, hasta ahora al alcance tan solo de reyes y jefes de casas reales.
La madrina será una de las mejores amigas de Palazuelo. Tal y como adelantó en su día Vanitatis, Blanca Barrera (Lady Aguacatte) será la madrina de Rosario. En cuanto al padrino, será Beltrán Palazuelo, tres años mayor que Sofía y quizá el más afín a ella en cuestión de cercanía y carácter. Además, es una figura clave para el matrimonio. Fue él quien presentó a la pareja hace años. Beltrán y el duque de Huéscar fueron compañeros de pupitre en el colegio Santa María de los Rosales, el mismo al que acuden la princesa Leonor y la infanta Sofía, curiosamente, y al que previsiblemente irá la propia Rosario cuando tenga edad suficiente.
La asistencia de los condes de Osorno
Aunque en un primer momento estuvo en duda, finalmente Carlos Fitz-James Stuart y Belén Corsini sí asistirán al bautizo de su primera sobrina. Y es que, pese a que durante estos días esperábamos que se encontrasen disfrutando de su luna de miel en algún paraíso perdido, lo cierto es que por culpa de pandemia han decidido posponer su viaje de novios a fechas más seguras para evitar restricciones de último momento.
Será la primera aparición oficial de la feliz pareja tras pronunciar alto y claro el ‘sí, quiero’ en el florido altar ubicado en el jardín del palacio de Liria el sábado pasado.
Invitados especiales
No serán los únicos invitados especiales que tendrá el acontecimiento. Y es que, aunque en su primera fecha, en octubre del año pasado, estaba previsto que el bautizo se celebrase en la más estricta intimidad, la decaída del estado de alarma ha facilitado que el duque de Alba pueda bautizar a su nieta por todo lo alto.
Finalizada la ceremonia, se celebrará un cóctel para los invitados en los jardines del palacio. Al ser en el exterior, podrán ocupar el 100% del aforo, según la norma vigente en Sevilla desde el pasado 13 de mayo y se podrán sentar en mesas de hasta ocho personas hasta un máximo de 400 invitados. No serán tantos, aunque sí muchos (unos 100 más o menos).
Según ha trascendido, los duques de Huéscar han invitado a unas cien personas entre las que estarán Alfonso Diez, duque viudo de Alba, que también estuvo el sábado pasado en la boda en Liria; todos los hermanos del duque a excepción de Cayetano, que continúa convaleciente, y primos y amigos del matrimonio como Enrique Solís, Brianda Fitz-James Stuart, Tana Rivera o Javier Martínez de Irujo e Inés Domecq. Tampoco faltarán amigos de Sofía y Fernando como Valentina Suárez de Zuloaga, Inés Aguirre, Cristina Serra o Casilda Herrero, entre otras.
Rosario Fitz-James Stuart será una de las grandes protagonistas del fin de semana. Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo, duques de Huéscar, bautizarán a su hija en Sevilla mañana, 29 de mayo, una semana después del gran evento familiar de la temporada, la boda de sus cuñados, los condes de Osorno.