Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales, ascenso fulgurante, psicóloga y novio en el partido

Podemos realizó hace poco su cambio de ciclo con la elección de una nueva dirección en la Asamblea Ciudadana del partido, liderada por la actual ministra de Derechos Sociales. Desde que Pablo Iglesias se cortara la coleta y desapareciera de la escena política y hasta de sus redes sociales, todos coincidieron en señalar como su sucesora a Ione Belarra. Ahora la ministra vuelve a ser noticia por su deseo de alargar los permisos de maternidad y paternidad a seis meses, con la voluntad de incluir esta ampliación en la ley de diversidad familiar y para conseguirlo negociará con PSOE.

"Tengo 30 años y soy de Pamplona. Estudié Psicología y después me especialicé en Educación". Así se presenta la joven política en la web del partido. "Antes de embarcarme en este proyecto era investigadora en formación y realizaba una tesis doctoral sobre experiencias migratorias, género y movimientos sociales. He participado en distintas organizaciones y movimientos sociales, y me he involucrado especialmente en la lucha por los derechos de las personas migrantes", añade a modo de pequeña biografía.

Diputada por Navarra en 2016, empezó a generar atención cuando asumió los mandos de la portavocía de Unidas Podemos en el Congreso en verano de 2018, mientras Irene Montero y Pablo Iglesias estaban de baja por paternidad. Su ascenso hasta la cartera ministerial ha sido poco menos que meteórico.

Buenas amigas, Belarra y Montero se conocieron durante sus años de estudiantes en la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid y juntas han avanzado hasta la primera línea de la formación morada.

Al igual que ella, Belarra también ha encontrado a su pareja en el trabajo. Su media naranja es el madrileño Nacho Ramos, que como ella pertenece a Podemos desde su fundación y con el que tiene un hijo.

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Nacho Ramos ha estudiado Comunicación Audiovisual y ha trabajado durante varios años en el mundo del cine. Salvo sorpresa, se espera que este fin de semana también reciba un ascenso y pase a ser miembro del Consejo Ciudadano Estatal, el máximo órgano de dirección de Unidas Podemos.

En un acto reciente en Cáceres, la ministra reivindicaba precisamente "el amor como motor de la política", mientras aseguraba que "ese profundo sentimiento de amor es lo que mejor define a la gente de Podemos".

Hija de abogada y psicólogo, esta gran aficionada al patinaje de velocidad domina el francés, se defiende con el inglés, tiene un máster oficial y, según la declaración de transparencia que aparece en la web de su partido, posee un piso de 90 m2 en Vallecas a medias con su novio. Además, tiene 29.000 euros en sus cuentas corrientes y recibió unos emolumentos como secretaria de Estado para la Agenda 2030 de 118.248 euros brutos anuales por sus once meses y medio en el cargo en 2020.