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La sofisticada evolución estética de Irene Montero
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LA NUEVA IRENE

La sofisticada evolución estética de Irene Montero

Analizamos cómo el estilo de la ministra de Igualdad ha dado un giro

Foto: Irene Montero. (EFE)
Irene Montero. (EFE)

La izquierda política española lleva décadas cometiendo el mismo error una y otra vez: pensar que la moda es frívola e innecesaria y que por ello vestir bien no corresponde a los de izquierdas. Resulta imposible olvidar el revuelo que causaron los looks de María Teresa Fernández de la Vega, que tras posar para ‘Vogue’ fue llamada -en tono jocoso- 'María Teresa Fernández de la Vogue'. ¿Por qué? Vestir bien siendo de izquierdas es castigado y resulta todavía para muchos una incoherencia. Sin embargo, 'vestir mal' tampoco está bien visto por la derecha, como demostró Santiago Abascal cuando le espetó a Pablo Iglesias “vístase como un vicepresidente”. Al fin y al cabo, cuando Felipe González llegó a la Moncloa dejó atrás sus chaquetas de pana

placeholder Irene Montero, vestida de Mango. (EFE)
Irene Montero, vestida de Mango. (EFE)

En realidad, el error radica en confundir ostentación con estilo. Si Irene Montero apareciera con un 2.55 de Chanel, las críticas lapidarían su decisión. Por supuesto, la gente no criticó el que se decantara por un vestido wrap de Mango (que tiene en dos colores diferentes), sino el que algunos pensaran que se trataba de uno demasiado sexy. El que se trate de una marca asequible encaja con lo que se espera de ella, pero, al parecer, seguimos pensando que una mujer que se dedica a la política no puede alejarse de su traje de chaqueta… siempre y cuando este no sea de marca, claro, como bien sabe Alexandra Ocasio Cortez, que apareció en la portada de la versión americana de ‘Vanity Fair’ con un traje de Aliétte y fue muy criticada por ello.

Yolanda Díaz se ha convertido en la encargada de hacer al mundo de la política española replantearse sus ideas y cuestionar sus prejuicios, pues su exquisito estilo ha demostrado que se puede ser de izquierdas y vestir bien.

placeholder Irene Montero. (Limited Pictures)
Irene Montero. (Limited Pictures)

Tal y como comentaba a Vanitatis la asesora de imagen Anitta Ruiz, el efecto Yolanda Díaz ha causado estragos en el armario de Irene Montero. “La estética de las apariciones públicas de Irene Montero desde la llegada de Yolanda ha cambiado. El otro día, sin ir más lejos, fue a votar con zapatos de tacón y gabardina, algo que antes habría sido impensable. Hay decenas de artículos sobre el estilo de Yolanda y nadie ha puesto su capacidad en duda, pero Irene ha aparecido en un par de publicaciones de moda y se le han echado encima, porque en ella resulta impostado. Creo que se ha dado cuenta de la importancia de encajar”, señala. Letizia Ortiz ha presidido el debate 'Conmemoración del décimo aniversario del Convenio de Estambul', una charla a la que la ministra de Igualdad no ha faltado, y lo ha hecho con un look impecable que habría sido impensable en ella hace años. Apostó por una blusa de manga mariposa con botones a tono y solapa combinado con pantalones a juego de talle alto y zapatos de tacón nude.

placeholder Irene Montero. (EFE)
Irene Montero. (EFE)

En el Congreso ha lucido un favorecedor vestido entallado de largo midi sin mangas granate, que ha combinado con zapatos acharolados de tacón color tostado y un bolso shopper ribeteado. Se trata de un look que recuerda al aplaudido armario de la jueza Ayala, otro ejemplo de cómo se castiga el que las políticas cuiden su imagen.

placeholder  Ximo Puig e Irene Montero. (EFE)
Ximo Puig e Irene Montero. (EFE)

Otro de sus looks más recientes ha consistido en un guiño a la estética naíf, pues se ha decantado por un mono de crepé con estampado de pájaros y con cuello de pico en azul de Nice Things, una marca española que apuesta por la proximidad con los fabricantes, la estrecha relación con los clientes y los procesos de producción éticos. El diseño elegido cuesta 135 euros. Irene ha hecho del morado uno de sus colores aliados, consciente del poder del Pantone para mandar mensajes, y ha dejado atrás esos looks informales que lucía al comienzo de su carrera política para abrazar un power dressing que viene a dejar bien claro que la izquierda también puede ser sofisticada.

La izquierda política española lleva décadas cometiendo el mismo error una y otra vez: pensar que la moda es frívola e innecesaria y que por ello vestir bien no corresponde a los de izquierdas. Resulta imposible olvidar el revuelo que causaron los looks de María Teresa Fernández de la Vega, que tras posar para ‘Vogue’ fue llamada -en tono jocoso- 'María Teresa Fernández de la Vogue'. ¿Por qué? Vestir bien siendo de izquierdas es castigado y resulta todavía para muchos una incoherencia. Sin embargo, 'vestir mal' tampoco está bien visto por la derecha, como demostró Santiago Abascal cuando le espetó a Pablo Iglesias “vístase como un vicepresidente”. Al fin y al cabo, cuando Felipe González llegó a la Moncloa dejó atrás sus chaquetas de pana

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