Karlos Arguiñano vuelve a donar médula para tratar la leucemia de su hermana

El televisivo chef nos tiene acostumbrados a compartir tanto sus recetas como sus chistes a lo largo de los numerosos años que lleva su programa en antena. Pero en esta ocasión Karlos Arguiñano ha sido noticia por un tema tan solidario como emotivo: ha donado médula ósea para combatir la leucemia que sufre su hermana Loinaz.

Así lo ha confesado el cocinero guipuzcoano en una entrevista con la revista 'Pronto', en la que sin entrar en excesivos detalles también aseguraba que ya había tenido que hacer otra donación hace quince años.

"Esta semana he donado médula a mi hermana Loinaz, que tiene leucemia. Ya lo hice hace quince años, pero ahora ha tenido un bajón", explicaba Arguiñano al citado medio.

Sobre el estado de salud actual de su hermana no ha aportado más datos, pero sobre el suyo ha añadido que su médico le ha pedido que siga "haciendo la vida que hace porque está de puta madre". Algo que, en su opinión "es gracias al estilo de vida y la alimentación" que siempre ha defendido con su estilo de cocina. "En esta vida lo único que vale es ser feliz. Primero la salud y luego ser feliz", afirma tajante.

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Según la Fundación Josep Carreras, los hermanos son los mejores donantes de médula ósea para un paciente que necesita un trasplante de células progenitoras de la sangre, debido a las características hereditarias del sistema mayor de histocompatibilidad humano. Por desgracia, solo entre un 25-30% de los pacientes tiene la posibilidad de encontrar un donante familiar compatible.

Donar médula ósea es un proceso muy sencillo que puede salvar muchas vidas. Los requisitos para ser donante son mínimos, ya que cualquier persona que tenga entre 18 y 55 años y que esté sana es apta para donar.

El chef vasco, que acaba de cumplir 73 años, se declara en buen estado de forma. "La verdad es que son muchos, pero estoy perfecto para cocinar. Además, el actual presidente de EEUU tiene 78 y si él puede presidir un país, yo podré hacer unas lentejas con chorizo", confiesa con su buen humor habitual.

Estos meses no están siendo fáciles para el cocinero y su familia. Antes de la recaída de su hermana en la enfermedad, su madre fallecía a los 92 años y a su mujer, Luisi, le ha afectado mucho la pandemia. "Ha estado muy agobiada porque cuando tienes siete hijos y once nietos, te preocupas. Ella temía que la pandemia pillase a más de uno, pero por suerte a nadie de la familia nos ha tocado", aseguraba el cocinero.