Ramón Calderón y Kiko Rivera: se atrasa el juicio por Derecho al Honor

Estaba previsto para el próximo 10 de noviembre el encuentro en el juzgado número 81 de Madrid entre Ramón Calderón y Kiko Rivera, el hijo de su gran amigo Paquirri. La cita judicial corresponde a la demanda que el abogado interpuso en enero pasado y que fue admitida dos meses después, en marzo. Los retrasos por la pandemia hicieron que la fecha de su tramitación se alargara y que por fin hubiera esa audiencia previa.

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Pero no será ese miércoles 10 de noviembre cuando se vean la caras el DJ y el que fue su valedor a la hora de defender sus derechos hereditarios. El juicio por Derecho al Honor se ha retrasado hasta el día 29 de noviembre en el mismo juzgado. Como adelantó Vanitatis y como es preceptivo, antes de celebrase el juicio habrá un intento de solución sin que sea necesaria sentencia. No habrá cambios sustanciales.

En este sentido se seguirán las pautas marcadas por los protocolos judiciales. “No hay ninguna novedad, ni razón alguna para desistir. Ese día, el juez nos preguntará si las partes han llegado a un acuerdo. Ya continuación, hay que seguir con los trámites. La audiencia previa es una parte del proceso. Nada más”.

Ramón Calderón ya quiso arreglar el lío en el que se había metido el DJ al insultarle cuando protagonizó “Cantora, la herencia envenenada”. Mirando a cámara se dirigió al que había sido el abogado y amigo de su padre en términos muy duros. “Ramón Calderón es un sinvergüenza. Que llame si se atreve, tan valiente que eres de llamar a los programas de televisión. Con esto que tengo yo aquí (una carpeta con supuesta documentación) me lo vas a tener que explicar en un juzgado porque eres uno de los implicados en toda esta trama, porque esto es una trama”. Y efectivamente, así fue, aunque a la inversa. El DJ se convirtió en acusado y el que fuera el gran amigo del torero en acusador.

En el momento de presentar la demanda, el empresario lo explicaba así a Vanitatis “No me dio opción. Pedí que rectificara, que dijera que lo que había dicho era falso. Me daba igual que pusiera la excusa de estar mal asesorado. No lo hizo”. Incluso llegó a contactar con la abogada de Kiko Rivera, Cynthia Ruiz, para llegar a un acuerdo. Estaba dispuesto a facilitar toda la documentación para que se viera que nunca hubo mala fe y que todo estaba en orden: “Como no hubo respuesta, lo que hice fue utilizar los cauces legales. No podía permitir que se cuestionara mi honorabilidad”.

Kiko Rivera acusaba a su madre ,en el programa De Luxe de Telecino, de no cumplir la voluntad de Paquirri tanto con el testamento como con la administración de su herencia. Daba nombres de personas relacionadas con este asunto y entre ellos el del abogado Ramón Calderón. El que fuera presidente del Real Madrid era íntimo amigo del torero y le aconsejó legalmente antes y después de que apareciera Isabel Pantoja en su vida afectiva. Compartieron vida familiar y tenía previsto junto con su mujer e Isabel Pantoja viajar a Caracas para acompañar a Paquirri en la gira taurina en Latinoamérica. Con la cornada de Pozoblanco llegó la tragedia.

Una relación especial que hizo que le nombrara defensor de los intereses de Francisco Rivera Pantoja incluso antes de que naciera. En el testamento donde deja todos sus bienes a sus dos hijos Francisco y Cayetano, a sus tres hermanos hermanos y padre y a la descendencia que pudiera tener en el futuro con la artista. El documento se firmó la misma mañana de la boda a la que por supuesto acudió Calderón y su mujer.

Manteniendo la cronología, una vez que muere Paquirri en Pozoblanco, Calderón se convierte en la persona que tiene que defender los derechos del menor, que en aquel momento tenía tres meses. “Nunca fui albacea. La repartición fue justa y todos firmaron. Cada hijo recibió lo que le correspondía y con la viuda se hizo una capitalización de su tercio. Se hizo el cómputo, se valoró y la herencia se convirtió en herencia para ocho herederos". "Al ser menor de edad, Kiko tenía que tener un representante que defendiera sus intereses. Y por eso afirmo que conozco perfectamente cómo fue la herencia y ni él ni nadie puede sentirse perjudicado. Lo que se hizo no fue fácil porque había dos mujeres, tres hijos, tres hermanos... No era fácil encajarlo, lo hicimos y todos estaban contentos". Añadía que en el testamento nunca figuró que Cantora fuera para Kiko. Así de claro lo dejaba el abogado. Kiko Rivera entró a matar en ese programa y ahora será la justicia la que determine el 29 de noviembre las pruebas de cada uno.

Como indemnización, Ramón Calderón solicita la misma cantidad que el DJ cobró ese día por su intervención en “Cantora, la herencia envenenada”.