Daniel Brühl: el actor hispano-alemán hostelero y culé que probó suerte en la música

Nació en Barcelona, pero su infancia se repartió entre la ciudad germana de Colonia y los veranos en el pueblo tarraconense de Pratdip. Hijo de un director de cine alemán y una profesora española, la decisión de un jovencito Daniel Brühl de ser actor chocó, contra todo pronóstico, con los deseos de su padre, dedicado en cuerpo y alma al séptimo arte. No cesó en sus intenciones, en cambio, y desde temprana edad comenzó a formarse y trabajar como actor, compaginándolo con su faceta musical.

Mientras llevaba a cabo pequeños papeles en producciones germanas, lugar en el que inició su carrera, también cumplió con su labor como solista en la banda Purge. Sobre su etapa como cantante, Daniel declaró en una entrevista para 'La Vanguardia' que "con la música era bastante regular, es un horror. ¡Espero que todas las copias estén quemadas! Escribí canciones fatales para impresionar a las chicas", pero lo cierto es que uno de sus primeros romances se desarrolló en un rodaje.

No fueron sus canciones lo que conquistó a Jessica Schwarz, no, a priori, su forma de actuar. No le pareció bien que el director de 'Nichts bereuen' la escogiese a ella para interpretar el personaje femenino por su pasado como presentadora, sin embargo, fue verla trabajar y enamorarse perdidamente. Ambos mantuvieron una historia de amor que se alargó en el tiempo durante varios años. Poco después, en 2003, llegaría la película que lanzó al estrellato al actor 'Goodbye Lenin'.

Una ficción en la que un joven debe hacer creer a su madre recién salida de un coma que, pese a que ha caído el Muro de Berlín, la RDA sigue siendo comunista. Su interpretación cautivó a crítica y público, y le sirvió para ganar el Premio del Cine Europeo al mejor actor. Fue en 2006 cuando participó en su primera película española, encarnando al anarquista Salvador Puig Antich en 'Salvador', hecho que coincidió con el momento temporal en el que se dio la ruptura con su hasta entonces novia.

Polifacético y políglota, Brühl acumula medio centenar de papeles en una brillante carrera que le ha llevado a trabajar con algunos de los directores más prestigiosos del mundo, por ejemplo haciendo de francotirador de la Wehrmacht en 'Malditos bastardos', de Quentin Tarantino. Su regreso a la televisión tras participar en la serie 'El alienista' tuvo lugar en la serie de Marvel de Disney+ 'Falcon y el Soldado de Invierno', donde recuperaba el papel del barón Zemo que conocimos en 'Capitán América: Civil War', de 2016.

"Para mí rodar este tipo de producciones es como una excursión a un parque de atracciones y me siento como un chaval de dieciséis años", decía en una entrevista en 'Las Provincias'. Prueba de lo que se ha divertido rodando la serie es una improvisación suya en la que se marcó un baile que se ha convertido ya en un meme viral. Tanto ha gustado a los fans que Marvel les ha complacido publicando un vídeo en YouTube con sus movimientos en bucle durante una hora.

Jurado en el Festival de Cannes y con candidaturas a los Globos de Oro, a los Goya y a los premios de la Academia de Cine Europeo, el actor es también un gran aficionado al FC Barcelona desde pequeño y cuenta con una faceta menos conocida: la de empresario de hostelería. En 2011 abrió su primer bar de tapas, llamado El Raval, en el popular barrio berlinés de Kreuzberg. A este le siguió en 2017 el Bar Gràcia, situado en medio del moderno y acogedor barrio de Prenzlauer Berg, y con el que seguía jugando con los nombres de barrios barceloneses. Su pasión por la gastronomía le viene de su madre, quien le enseñó a cocinar por teléfono.

Su vida actual destaca por ser tranquila y familiar. Brühl mantiene una relación desde 2010 con la psicóloga Felicitas Rombold, con la que contrajo matrimonio hace cuatro años. Juntos tuvieron a su primer hijo, Anton Hanno, en diciembre de 2016, y aunque no le falta trabajo a este actor que ha demostrado que no se le resiste ningún formato y/o personaje, siempre reserva un hueco en su agenda para disfrutar de planes con su mujer y su pequeño.

Sus redes sociales nos han permitido saber que, más allá del fútbol, es un apasionado de la naturaleza y el aire libre, también de los viajes, y le encanta asistir a partidos de tenis en los que saca su lado más español y apoya, sin dudarlo, a Rafa Nadal. "Eterno campeón Rafael Nadal, ¡increíble, enhorabuena!", le decía en uno de sus posts. Inmerso en otros tantos títulos, habrá que esperar para ver cuál es la siguiente propuesta con la que nos sorprende Daniel Brühl, a quien todavía le queda una larga trayectoria en el mundo de la interpretación por delante.