Nadal y Djokovic se interesan por la gestión del club de tenis de Manolo Santana

Una vez más se unen los nombres del tándem millonario del tenis: Rafa Nadal y Djokovic. Esta vez, porque los dos se han interesado por uno de los clubes más 'glamurosos' de la marca España: el Racquets Club de Marbella, que perteneció a Manolo Santana y cuyas instalaciones, tras su muerte, vuelven a estar en el punto de mira de propios y extraños. Novios no le faltan al club, ya que el recinto tiene una excelente ubicación.

El complejo deportivo está ubicado en la Loma de Oro de Marbella, rodeado de palacios, como el Mar Mar, perteneciente al rey de Arabia Saudí; la exuberante finca de la Concepción de los Hachuel, o las mansiones de los Hohenlohe, Gamazo o Von Bismarck, en la ladera de Istán. Todo ello le dota de presencia y altanería.

Según ha sabido Vanitatis de fuentes municipales, la concesión del Racquets Club de Marbella es válida hasta el año 2026, en que caduca el tiempo que se le concedió a Manolo Santana para explotar las instalaciones.

El concejal de deportes, Manuel Cardeña, ha explicado a este medio que “los actuales dueños pueden seguir regentando el club. Pero en el 2026 saldrá de nuevo a concurso público, para que puedan acceder las empresas que se quieran presentar y formalicen el pliego de condiciones”.

Otra de las circunstancias que hipotéticamente podrían darse es que la viuda del tenista, Claudia Rodríguez, decidiera dejar la concesión. El cierre del club de Manolo Santana en Boadilla, que echó la llave antes de la pandemia, en el 2019, ha dado lugar a todo tipo de especulaciones en Marbella.

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El club deportivo está en venta, más concretamente, está en subasta, hecho por el que Vanitatis se ha interesado preguntándole a Claudia Rodríguez, sin obtener respuesta, declinando contestar a nuestro medio. Lo cierto es que Racquets Club está estos días en boca de todos y tanto Rafael Nadal como Djokovic estarían interesados en optar a esta concesión.

El 'ojeo' de Nadal en Marbella el pasado noviembre

Rafa Nadal paso unos días en el mes de noviembre en Marbella, ojeando los terrenos de la zona. De todos es sabido el cariño que el mallorquín profesaba al maestro Manolo Santana. Los consejos del veterano deportista siempre eran como una encíclica para Rafa Nadal. Ambos hablaron en ocasiones de las posibilidades de que Rafa pudiera montar en Marbella una institución como la que tiene en Manacor: el centro de alto rendimiento que el tenista abrió en 2016 y donde esta semana acaba de inaugurar un restaurante con el nombre de Roland Garros.

El conjunto deportivo cuenta con 19 pistas de tenis rápidas y siete de tierra batida, además de instalaciones de pádel, squash, un campo de fútbol, pista multideporte, piscinas y centro de fitness. Dispone, asimismo, de habitaciones donde actualmente se alojan 153 jugadores de 43 países distintos, a razón de 56.000 euros el curso. No falta tampoco un museo dedicado al tenista manacorí, una clínica deportiva y tiendas donde equiparse.

La marca Nadal ya es una realidad. El tenista también ha invertido en la Costa del Sol. En su modalidad de empresario ya tiene todo listo para el crecimiento urbanístico de la nueva Milla de Oro de Estepona. Una de sus últimas inversiones fue, en el año 2019, la adquisición de una zona de viviendas de lujo en primera línea de playa, en uno de los espacios más cotizados y caros de la localidad.

El tenista compró con el grupo Mabel Casa del Mar SL, sociedad participada de Mabel Capital, la matriz que arrasa en el mercado del lujo de Madrid, un terreno en primera línea de playa del pueblo vecino de Marbella por veinte millones de euros.

Esta finca llamada Los Llanos, poblada de eucaliptos y vegetación, cuenta con 36 hectáreas de terreno virgen situados a pie de playa que aún no han sido objeto de desarrollo urbanístico. La operación de venta se cerró por un precio que alcanza casi los 600.000 euros por hectárea. La zona está creciendo a pasos agigantados, incluso ya cuenta con el inicio del nuevo tramo de corredor litoral, pasarela que permitirá la conexión ininterrumpida de un total de cinco kilómetros, desde el puerto de Estepona hasta el centro comercial Laguna Village, recientemente adquirido por Rosauro Varo y el grupo mallorquín de Pacha para un megaproyecto de ocio.

Más recientemente, tal y como avanzó El Confidencial, la compañía en la que son socios Nadal, Abel Matutes y Manuel Campos Guallar compró 50.000 metros cuadrados de suelo urbanizable en Marbella junto a la finca de la familia real de Abu Dabi, muy cerca de algunas de las urbanizaciones más exclusivas de la ciudad. El precio de la transacción no ha trascendido, pero brókeres consultados valoraban el terreno en septiembre en torno a 50 millones de euros.

Los días que estuvo por Marbella, Rafa se dejó fotografiar por todos los fans que le paraban por la calle, y hasta posó con el dueño de un conocido restaurante de carnes a la brasa en San Pedro Alcántara donde almorzó.

Djokovic, otro de los candidatos

Novak Djokovic es otro de los enamorados del club de tenis marbellí. Tal y como publicó Vanitatis en exclusiva, el serbio tiene intención de convertir su casa de Sierra Blanca, La Perla, en su segunda vivienda.

La casa lleva varios meses en obras, donde ha realizado una inversión millonaria, tirándola prácticamente entera y forjando todo de nuevo para instalarse y crear un hogar. Este hecho, unido a que su hermano Marko ya está asentado en Marbella y da clases de tenis en Puente Romano (el antiguo club de tenis de Manolo Santana), le da todas las garantías óptimas para ser un buen candidato para optar a la concesión municipal de las instalaciones deportivas.

Según ha sabido Vanitatis de fuentes extraoficiales, la balanza podría inclinarse hacia el serbio, ya que tanto él como su hermano poseen su domicilio en Marbella, mientras que el mallorquín no tiene ninguna propiedad en la ciudad costasoleña.

Los Djokovic empiezan a ser muy populares entre los marbellíes. Marko Djokovic habla perfectamente castellano, casi tiene acento andaluz, y lleva afincado en Marbella desde hace años, donde trabaja junto a Pepe Imaz en la Academia de Tenis de Puente Romano Beach Resort. Sus enseñanzas se han hecho muy populares entre la 'jet' marbellí.

El serbio imparte clases bajo la filosofía del famoso eslogan de ‘Amor y paz' con el que Imaz no solo ha conquistado a Marko, sino también a su hermano mayor, Novak, actual número 1 del ranking de ATP.

La academia de su hermano Marko

Vanitatis ha hablado con algunos padres de los niños que están recibiendo esta formación “espiritual deportista y buen rollista”, y dicen estar encantados y que Marko genera una energía muy bonita en la pista, que les llega a sus hijos. Marko Djokovic no se plantea ya volver a competir profesionalmente: "Lo que realmente me hace feliz es trabajar con los niños en el programa Amor y Paz de la Academia de Puente Romano", comenta. "Tenemos 150 alumnos de entre 4 y 16 años. Además, hace cuatro años pusimos en marcha una escuela solidaria en la que familias con recursos limitados, padres, madres e hijos vienen todos juntos a jugar al tenis y compartir sus experiencias con nosotros. Es muy emocionante".

Una de las madres que espera la salida de su hijo en las pistas y que fue socia del club de Manolo Santana abunda en la idea de que “la suerte está echada. Nadal o Djokovic son dos opciones espectaculares para que Racquets Club vuelva a tener la categoría de hace veinte años, cuando Manolo lo cogió con Oti, entonces su esposa, y puso el club marbellí en lo más alto de las instalaciones deportivas de España”.