La casa en Marbella en la que Djokovic pasó su primer confinamiento
El número 1 del mundo de la ATP permanece confinado en un hotel en Australia ante su negativa a vacunarse. Su primer 'encierro' lo pasó en Marbella, en una casa imponente
Novak Djokovic ha sido noticia durante las últimas horas tras ser confinado a su llegada a Melbourne para participar en el Open de Australia. ¿El motivo? Aunque no padece coronavirus, el Gobierno ha anulado su permiso especial para entrar en el país sin estar vacunado. En Australia es obligatorio y, aunque en un primer momento se le concedió un visado especial, las autoridades competentes se han echado atrás y el tenista no podrá participar en el torneo a pesar de la polémica suscitada.
No es la primera vez que su posición antivacunas revoluciona las redes y los medios. A mediados de abril de 2020, mucho antes de comenzar a distribuirse las vacunas, ya se posicionó en contra. Apenas unos meses después, ese mismo verano, dio positivo en coronavirus. Un contagio que tampoco estuvo exento de polémica.
El número uno mundial, al igual que sus colegas de profesión Grigor Dimitrov, Borna Coric y Viktor Troicki, se contagiaron durante el primer torneo benéfico Adria Tour, organizado por Djokovic. Un positivo que llegó tras el confinamiento, que el tenista junto a su mujer, Jelena, y sus dos hijos pasaron en una de las zonas más soleadas de nuestra geografía: Marbella.
Cerca de su hermano Marko
Una decisión que en ningún caso fue fruto de la casualidad porque su hermano Marko vive en una de las zonas residenciales más exclusivas desde hace una década y su costa, así como las pistas de tenis de Puente Romano, se ha convertido en el escenario de las últimas vacaciones del tenista serbio.
[LEER MÁS. Nadal nos abre las puertas de su casa durante el covid-19: 1.000 metros y vistas al mar]
Su casa, al detalle
Pero ¿cómo es la casa elegida? Aunque por el momento ningún medio se ha atrevido a afirmar si es comprada o alquilada, la casa es sencillamente espectacular, tal y como se aprecia en las fotos que el tenista ha ido publicando durante toda la cuarentena en su perfil de Instagram.
Lo primero que nos llamó la atención es el inmenso salón de la vivienda. Con suelos de mármol blanco (muy típico de este tipo de villas en Marbella) y paredes blancas lisas, cuenta con un inmenso ventanal que da a la terraza por el que entra muchísima claridad.
Esta estancia, eje principal de su día a día, está dividida en dos por un arco en el techo. Por un lado, está el salón, con sofás de cuero igualmente blancos; por otro, la casa cuenta con un comedor para 10 comensales en el que podrán celebrar el fin de la cuarentena cuando por fin nos permitan reunirnos.
La terraza que se atisba desde el salón es también maravillosa: como decíamos, desemboca en un porche con vistas al jardín decorado con muebles negros con cojines también blancos. Un auténtico remanso de paz donde les hemos visto disfrutar de una tradición tan española como la siesta.
El jardín es otro de los rincones que nos ha enseñado durante estos meses a través de las redes. Con amplias zonas de césped y palmeras, se ha convertido en la única zona de la casa en la que poder entretenerse con la raqueta sin romper nada.
Aunque hay algo que nos ha sorprendido, y es el hall de entrada, que choca con la sobriedad del resto de la casa. El suelo, en forma de damero, convive con molduras de madera oscura (como la puerta de entrada) y muebles acabados en oro.
Lo último que hemos visto de su espléndida casa es una esquina de la cocina. En ella aparece Djokovic en una de sus fotos más divertidas de la cuarentena, con un parche en el ojo, en su versión del Capitán Hook, y junto a la trona en la que entendemos que debe comer su hija pequeña de 3 años.
Fotos para el recuerdo en la que ya es la estancia más larga del tenista en España.
Novak Djokovic ha sido noticia durante las últimas horas tras ser confinado a su llegada a Melbourne para participar en el Open de Australia. ¿El motivo? Aunque no padece coronavirus, el Gobierno ha anulado su permiso especial para entrar en el país sin estar vacunado. En Australia es obligatorio y, aunque en un primer momento se le concedió un visado especial, las autoridades competentes se han echado atrás y el tenista no podrá participar en el torneo a pesar de la polémica suscitada.