Lydia Bosch muestra la aparatosa herida de su rostro tras un accidente de skate

Nadie se libra de sufrir un accidente fortuito y eso es precisamente lo que le ha sucedido a la actriz Lydia Bosch. Un golpe que llegaba de forma inesperada y que le ha dejado unas visibles marcas en el rostro de las que la actriz ha querido dar buena cuenta en sus redes sociales, inmortalizando para el recuerdo el golpe que pudo haber sido peor y por suerte quedó en un susto. Eso sí, no se olvidaba de poner su etiqueta habitual: “Qué suerte tengo”, quién sabe si esta vez con cierta ironía.

Un pequeño contratiempo que esperemos quede en nada y que la actriz pronto ha relativizado, seguramente esperando que no le quede marca en el futuro, pues el golpe es bien visible en su rostro. Un pequeño bache que parece nada en comparación con otros problemas de salud que ha tenido que afrontar, como el coronavirus que padeció junto a su madre, y por el que estuvo muy preocupada, o el carcinoma que le detectaron en la barbilla hace tiempo.

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Este cáncer de piel le fue diagnosticado hace ahora dos años y la actriz se ha recuperado estupendamente. “Hace dos semanas, a través de una biopsia en una lesión de la piel de mi barbilla que nunca terminaba de curar (llevaba más de un año sin darle importancia), me diagnosticaron un carcinoma basal o epitelioma basocelular de tipo expansivo”, confesaba en sus redes sociales el día de su cumpleaños. Además, reconocía que “desde mi adolescencia he comprado todas las papeletas para tenerlo. He hecho verdaderas burradas para broncearme y el efecto acumulativo en mi piel me ha provocado esto”.

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En esta ocasión, poco tienen que ver negligencias pasadas, pues la marca que luce orgullosa -y probablemente dolorida- en su rostro se ha producido a causa de un accidente. Lo cierto es que Lydia no da demasiadas pistas, pero las pocas palabras que emplea para explicar lo sucedido son suficientes para imaginar la rocambolesca situación que le ha llevado a hacerse daño: “Señales que aparecen por un golpetazo de un skate volador con caída libre”.

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Sus seguidores no han tardado en mostrarle su apoyo y dedicarle palabras de ánimo, algunos incluso se preguntaban cómo había podido suceder tal cosa. Su hija Andrea, la mayor de los tres que tiene, le escribía: “¡Mamina! Siempre protegida desde arriba”. Un golpe que por suerte solo ha quedado en un susto, pero que por el comentario de su hija se puede pensar que podría haber tenido más consecuencias. Miriam Díaz Aroca le mandaba muchos ánimos, así como Genoveva Casanova, quien empatizaba con su dolor con un sonoro “¡Ouch!”.

Parecía que este verano sería tranquilo para Lydia, quien hace pocos días presumía del colegio en el que creció y al que acudió de visita. Un viaje por la memoria para ella, que parecía encantada de volver a subir la escalinata de piedra y estar de nuevo frente a las puertas de madera del colegio Jesús María de San Gervasio en Barcelona. No pudo entrar, tal y como habría deseado, pero le sirvió de excusa para volver a llamar a quien fue su mejor amiga durante esos años, sin duda un momento de ilusión, alegría y emoción que recordará durante mucho tiempo.

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Un recuerdo seguro y firme en una época de grandes cambios que ha sabido aceptar con su filosofía habitual. Hace poco sorprendía con un radical cambio de look, un poco deseado, pero sobre todo impuesto a causa de la alopecia que padece, provocada por el coronavirus y el estrés. Ella decidió cortárselo el pasado mes de abril “para sanear mi pelo y volver a darle rollo después de un periodo donde, a consecuencia del virus sumado a unos meses posteriores de alto nivel de estrés (afortunadamente todo con final feliz), el pelo se me caía de forma muy preocupante, estando debilitadísimo y muy pobre”. Una opción estupenda y muy favorecedora que todavía mantiene y que es ideal para pasar el verano fresquita.