Alberto Rodríguez: una infancia en Camas con un grupo de amigos que se convirtieron en famosos

A través de sus primeros trabajos y cortometrajes, Alberto Rodríguez despuntaba como un joven con talento al que tener en cuenta en el circuito. Esta sospecha se convirtió en una realidad fehaciente cuando logró triunfar con sus títulos entre la crítica y, lo más importante, entre el público que apoyó su cine en la taquilla. Hoy opta a un Premio Goya como Mejor Director.

Un ejemplo de este éxito fue su trabajo 'La isla mínima', que en 2015 se convertía en la gran triunfadora de la noche de los Goya al hacerse con 10 galardones de los 17 a los que optaba, entre ellos el de mejor actor para Javier Gutiérrez, gran aficionado al fútbol que se implica en las causas más solidarias y que este año busca, de nuevo de la mano de Alberto Rodríguez, aumentar su cuenta personal al optar al Goya por su papel en 'Modelo 77'.

Con la cinta ‘7 vírgenes’, en la que el trabajo del cineasta logró hasta un total de 6 nominaciones a los Goya y que se materializaron en el galardón para el coprotagonista del film, Jesús Carroza, dio comienzo una larga lista de éxitos en su filmografía. En ese sentido, uno de los datos más curiosos de la carrera de Rodríguez y Carroza es que el actor, al que el cineasta dio el papel de Richi en ‘7 vírgenes’ tras un casting en un instituto, ha participado desde ese momento en todas las películas de la filmografía del cineasta, a excepción de ‘El hombre de las mil caras’. No podía ser menos y Carroza tiene un papel en ‘Modelo 77’ con el que opta al Goya como actor de reparto.

Volviendo a la filmografía de Rodríguez, a la hora de recordar los éxitos que continuaron a ‘7 vírgenes’, hablamos de ‘Grupo 7’, protagonizada por Mario Casas y Antonio de la Torre, con el que se encontrará en los Goya, ya que el malagueño es presentador; ‘La isla mínima’, que supuso para el sevillano su primer Goya como director en 2014, y el ‘El hombre las mil caras’, con la que Rodríguez volvió a estar en las quinielas de los Goya hasta en 11 categorías.

Ahora, con su última película, el trabajo del sevillano vuelve a estar nominado hasta en 16 categorías por la cinta protagonizada por los también nominados Miguel Herrán y Javier Gutiérrez, que, curiosamente, en caso de que Gutiérrez hubiera aceptado el papel del Profesor en ‘La casa de papel’ en lugar de protagonizar ‘Campeones’, les hubiéramos visto juntos en la serie de los ‘encapuchados rojos’.

Queda poco para que sepamos si Rodríguez vuelve a lo más alto del cine español y se hace con algún Goya.

Sevilla en el corazón y mente del director

Alberto Rodríguez Librero nació en 1971 en Sevilla, ciudad que es escenario recurrente en su imaginario cinematográfico. Y aunque lo más común en el gremio puede parecer intentar triunfar en Madrid, para Rodríguez, que de manera austera pero con grandes dosis de calidad cinematográfica se lanzó a rodar, permanecer cerca de sus orígenes le ha funcionado a las mil maravillas a juzgar por su éxito.

Se crio en el barrio de Camas, y su padre, que era técnico de televisión, le compró una cámara de 16 milímetros a un compañero y se la regaló. Un regalo que, sin duda, Rodríguez utilizó para ensayar y dar sus primeros pasos en el mundo del cine. Además de su pasión, sus amigos de siempre, los del barrio, eran grandes cinéfilos y juntos pasaban el día hablando de cine en el bar La Sirena, en la Alameda de Hércules.

De ese grupo de amigos surgió una pandilla de no solo colegas, sino compañeros de rodaje. Así, Santi Amodeo y Chiqui Carabante, el director de fotografía Alex Catalán, Gervasio Iglesias (su productor); el script Paco Baños, al que conocía desde el parvulario; los actores José Luis García Pérez y Alex O’Dogherty, el sonidista Daniel de Zayas y el periodista David Cantero son algunos de los talentosos amigos del director que han colaborado en su filmografía.

Primeros proyectos

Precisamente, uno de los proyectos que compartiría con sus amigos de siempre fue su primer corto, de título ‘Bancos’ y con O’Dogherty como atracador. Un corto que rodaron con 30.000 pesetas y con el que lograron 15 premios que les permitieron volver a rodarlo dos años después en cinemascope y ya con cuatro millones.

Otro de esos proyectos que el grupo de amigos rodó junto y que costearon a modo de cooperativa fue el primer largometraje del sevillano, de título ‘El factor Pilgrim’, en el que el cineasta se gastó todos sus ahorros. Un trabajo y dinero que no cayó en saco roto, ya que con este primer largo Rodríguez recibió una mención especial en el Jurado de Nuevos Realizadores del Festival de Cine de San Sebastián.

Grandes éxitos y ‘encomendarse a la Virgen’

El primero de los grandes éxitos de Rodríguez fue la ya mencionada anteriormente, ‘7 vírgenes’, que protagonizó Juan José Ballesta, acompañado por un secundario excelente, Jesús Carroza. En la película, los personajes de Ballesta y Carroza se pasaban día sí y día también ‘pidiéndole’ a la Virgen.

Pues parece que, como si de uno de sus personajes se tratara, las plegarias del cineasta fueron escuchadas y con sus siguientes trabajos logró el éxito. Primero con ‘Grupo 7’, en el que un Mario Casas fuera de su papel de galán interpretaba a un policía novato que, en su lucha por borrar la droga de las calles de Sevilla, choca de lleno con algunos otros compañeros, interpretados por Antonio de la Torre, José Manuel Poga y Joaquín Núñez, para los que la ética no es tan ‘necesaria’ a la hora de hacer cumplir la ley.

A esta temática policiaca siguió ‘La isla mínima’, donde Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez daban vida a dos policías encargados de investigar una serie de desapariciones. Con esta cinta, el director logró su primer Goya como mejor director en 2014 y otros nueve premios más, entre los que destacó el que obtuvo Javier Gutiérrez como actor protagonista y que supuso el primer ‘cabezón’ en la vida del intérprete.

Su último largometraje, antes de ‘Modelo 77’, fue ‘El hombre de las mil caras’, que obtuvo un total de dos premios Goya de los 11 a los que optaba. En esta película, el sevillano llevó a la gran pantalla la historia de Francisco Paesa, el espía que engañó a Luis Roldán cuando este le ofreció un millón de dólares a cambio de ayudarle a salvar 1.500 millones de pesetas sustraídos al erario público. Paesa vio en la propuesta la oportunidad de mejorar su situación económica y, de paso, vengarse del Gobierno español. Así que puso en marcha una magistral operación de espionaje con la colaboración de su amigo Jesús Camoes (José Coronado).