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Las mujeres del sector jurídico: "No queremos paternalismo ni somos víctimas de nada"
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ESPECIAL 8-M

Las mujeres del sector jurídico: "No queremos paternalismo ni somos víctimas de nada"

Citamos a cuatro líderes del mundo del Derecho para hablar de conciliación, de la falta de igualdad en las capas más altas del sector y, claro, del presunto machismo de los jueces

Foto: De izquierda a derecha: Ana Martínez, Clara Cerdán, Pilar Cuesta y Marlen Estévez. (Fotografía: Ana Beltrán)
De izquierda a derecha: Ana Martínez, Clara Cerdán, Pilar Cuesta y Marlen Estévez. (Fotografía: Ana Beltrán)

La presencia femenina en la arquitectura jurídica es la herramienta más poderosa para inyectar el concepto de igualdad en el gran tablero social. Si hay más mujeres detrás de las reglas del juego, más equitativas serán estas normas, más lo será su interpretación y más su aplicación. Sin embargo, y a pesar de que las mujeres son mayoría desde hace años en la fontanería del Derecho, aún queda por pegar un salto cualitativo hacia los peldaños más altos de la carrera, donde la presencia equitativa de hombres y mujeres es una asignatura pendiente. Últimamente, además, parece que las batallas del feminismo se libran más en los tribunales que en el Congreso. Para hablar de estos temas ‘desde dentro’, citamos a cuatro profesionales del sector en el hotel Palace.

La primera en llegar es Ana Belén Martínez Enguídanos, directora general del Consejo General de Procuradores de España. Luego lo harán Pilar Cuesta, letrada del máximo órgano consultivo del Gobierno, el Consejo de Estado; Marlen Estévez, socia del bufete RocaJunyent y miembro de su Consejo de Administración, y Clara Cerdán, exdirectora de la Asesoría Jurídica y secretaria de Consejo del Grupo FerroAtlántica. Cuatro mujeres que han hollado las cumbres del sector.

El plan estaba definido desde hace días: primero se tomarían unas fotos, luego el vídeo y, para terminar, la charla. La cosa terminará casi dos horas más tarde sin haber seguido nunca el orden establecido. La conversación va sola, se encauza rápidamente por el idioma común que nos ha traído hasta aquí esta mañana de febrero y es imposible embridar ya el debate.

“Ayer, hablando con un compañero, me decía que teníamos que estudiar por qué las mujeres que han ascendido a los puestos de máxima responsabilidad dentro de la judicatura han sido laboralistas. Si te fijas, la Sala Cuarta del Tribunal Supremo, la Sala de lo Social, es en la que más mujeres hay; hay muchas menos en la Sala de lo Penal o en la de lo Contencioso Administrativo”, dispara Ana Martínez con toda la artillería mientras se sienta en la mesa. Es una expresión de lo que sucede en las capas altas del Derecho, donde a menudo la mujer está presente en las materias 'más amables' y menos en las duras.

¿Es una cuestión del tiempo? Gloria Begué se convirtió en la primera mujer catedrática de una Facultad de Derecho en 1964. También fue ella la primera mujer en el Tribunal Constitucional, del que fue nombrada vicepresidenta en 1986. Hace relativamente media hora. “Sí, creo que el tiempo es la clave de todo, pero hay que acelerar los procesos”, tercia Marlen Estévez.

¿Qué datos manejan sobre ese salto cualitativo que hace falta para lograr la igualdad en el mundo jurídico?

Ana Martínez: El número de mujeres en puestos directivos se va incrementando poco a poco, pero es verdad que tenemos que seguir impulsando este cambio. Desde Women in a Legal World hicimos un estudio en el año 2020 y en estos tres años apenas han variado los datos. Por poner un ejemplo, en los últimos meses han entrado a formar parte del Tribunal Constitucional varias mujeres, también han aumentado en la Abogacía General del Estado y algo en puestos de dirección en todo el sector, pero el número es muy similar a hace tres años. Tenemos que seguir trabajando. Somos más mujeres juristas que hombres, hay más mujeres en la universidad, aprobamos más las oposiciones, eso se tiene que reflejar poco a poco en las estadísticas.

¿Cómo es el reto de conciliar en el sector jurídico, donde muchas veces no se pueden aplazar las cosas?

Pilar Cuesta: Está cambiando la mentalidad. Procuradores y abogados han logrado recientemente que el periodo de Navidad, del 24 de diciembre al 6 de enero, sea inhábil a efectos de juicios y procesos, lo que ha sido una conquista histórica. La conciliación se va a beneficiar de la transformación digital y de la inteligencia artificial, favoreciendo el teletrabajo, ahorrando tareas repetitivas o facilitando la firma digital a distancia. El componente humano en estos procesos es inevitable e imprescindible, pero se puede minimizar y hay que apostar por ello.

"Somos más mujeres juristas que hombres, hay más mujeres en la universidad, aprobamos más las oposiciones, eso se tiene que reflejar"

No podemos obviar la polémica del ‘sí es sí’, se ha acusado a la judicatura de machismo. ¿Qué opinan?

Clara Cerdán: En mi opinión es una acusación que no responde a la realidad. Los jueces, en su función de interpretar y aplicar las leyes, muchas veces están constreñidos por el derecho positivo, las reglas del juego, que son las que verdaderamente determinan el tono de las sentencias. El poder judicial es importante, pero el poder legislativo es el que marca las reglas del juego. En mi opinión lo que tenemos que hacer es despojarnos del paternalismo y el victimismo, que no contribuyen en nada. Hombres y mujeres tenemos que vivir en paz, que no haya crispación, que no se marquen cada vez más separaciones, porque el mundo es de los dos, de hombres y mujeres.

¿Creen que las mujeres de su sector tienen más responsabilidad que otras a la hora de conseguir la igualdad?

Marlen Estévez: No sé si más, pero es verdad que el Derecho tiene ese poder transformador de la sociedad y ese deber también de adaptarse a ella. Como comentábamos antes, el poder legislativo es el que regula y construye el camino, pero los jueces y los abogados tenemos también la responsabilidad de interpretar esas normas conforme al momento en que vivimos. No podemos olvidar tampoco que gran parte de las mujeres que se dedican al mundo de la política son juristas de profesión. En el sector jurídico tenemos también mucha suerte porque más de la mitad de las personas que estudian Derecho son mujeres. Y en los despachos también están más presentes. Ahora solo falta dar ese empujón hacia arriba y para eso tenemos que trabajar duro, creérnoslo y ayudarnos unas a otras.

Estévez, esta mujer altísima en todos los sentidos, es una de las principales impulsoras de Woman in a Legal World, la primera asociación que agrupa de forma transversal a juristas de todos los ámbitos. Notarias, juezas, fiscalas, abogadas del sector privado, del sector público, procuradoras o peritos, si son líderes en el mundo del Derecho, suman. Esta especie de lobby, apoyado desde el principio por el Banco Santander y presidido por la reina Letizia, se ha convertido desde su fundación en un actor imprescindible que está impulsando “la flexibilidad, la conciliación y la corresponsabilidad”, porque ahí donde hay méritos probados por las mujeres y se ejerce la flexibilidad, es posible “mejorar la foto”. “Siempre en un tono constructivo y positivo”, añade Clara Cerdán, “y de la mano de los hombres, no tienen ningún sentido la crispación, los reproches y muchísimo menos el victimismo. Nosotras no somos víctimas de nada. Lo único que queremos es que, desde la meritocracia, se nos dé esa oportunidad”.

¿No creen que a veces son las propias mujeres las que no quieren tener puestos de responsabilidad por las renuncias que esto implica?

Marlen Estévez: Ese es un sesgo muy femenino, el síndrome del impostor, del no ser capaz de hacerlo todo. Pero es que las mujeres también tienen que superar sus propios sesgos. Creamos en nosotras mismas y el cielo es el límite. Y además, cuando hablamos de conciliación, del coste de oportunidad que implica tener una familia, hay que explicar que también es algo que atañe a los hombres, porque ellos tampoco quieren pasar ya todo su tiempo trabajando, les apetece también estar con sus hijos.

"No tiene sentido la crispación. Lo único que queremos es que, desde la meritocracia, se nos dé esa oportunidad”

La asociación en la que las cuatro están implicadas les ha servido como red de ‘networking’ -esa cosa tan masculina-, pero la visibilidad que han adquirido, al revés que a ellos, en ocasiones les ha penalizado. Pilar Cuesta lo explica con un acento canario intacto a pesar de todos los años que lleva en Madrid: “El hombre que tiene visibilidad, ese que llega lejos y además tiene reconocimiento, es un fuera de serie, una persona que ha hecho historia, se le aplaude. Con una mujer es diferente, como decía Ana, ‘cuidado con esta tipa, que es tan ambiciosa que puede llegar a ser un peligro’. Esta lucha nuestra te coloca en una situación de exposición y de enjuiciamiento constante, y eso tiene un coste”.

Marlen Estévez: Si algo hemos aprendido es que lo que no se cuenta no cuenta. No solo vale con hacer las cosas muy bien, tenemos que ser capaces de comunicarlo. Y esa parte, que en los hombres se da de forma muy natural, nos cuesta más a nosotras, porque encima te acarrea esas consecuencias negativas. Un comentario muy fácil de escuchar en nuestro caso es ‘mira esa, todas las conferencias, todas las mesas redondas en las que está, los artículos que escribe, eso es que no debe tener mucho trabajo’.

¿Fundaron la asociación a raíz del MeToo y del ‘despertar’ del movimiento feminista de 2018?

Clara Cerdán: No exactamente, nuestra idea de partida era conectar talento. La asociación nació a partir de una comida que celebramos en el Eurobuilding entre casi un centenar de mujeres juristas y desde el principio pensamos muy ‘a lo grande’. Ahora tenemos un programa de mentoring para crear referentes en el sector, un Observatorio de la Igualdad, unos premios… Nos hemos hecho grandes.

Pilar Cuesta: Tenemos una conciencia sólida y profunda. A mí lo que más me motivó desde un principio fue la creación de referentes. Estas mujeres son muy inspiradoras, verlas a ellas te empuja a no claudicar, a querer seguir creciendo, aprendiendo y estimulando a la gente que viene detrás. A todas nosotras nos ha costado llegar y por eso queremos abrir camino y demostrar que se puede, que es muy caro el precio que pagas a nivel personal, pero vale la pena.

Ana Martínez: La asociación pretende ser también ese punto de encuentro de mujeres profesionales a alto nivel en el que podemos conectarnos, promocionarnos unas a otras, generar sinergias, hay perfiles muy potentes con los que puedes contar.

El éxito de la asociación es el reflejo de una sociedad que ha pisado el acelerador en términos de igualdad, que ahora sí presta los cinco sentidos al feminismo tal y como ellas lo entienden. “Tenemos como referente a mujeres que han luchado muchísimo, seguramente en circunstancias y situaciones más adversas que las nuestras. Al final estamos recogiendo el guante. Y es verdad que notamos que tenemos las puertas abiertas. Si esto llega a ocurrir en otro momento, a lo mejor no hubiésemos tenido ni el éxito, ni la visibilidad que tenemos ahora”, asegura Ana Martínez.

“Yo estoy particularmente orgullosa de no habernos mezclado con ninguna tendencia política”, aporta Pilar Cuesta, “hemos conseguido mantenernos ajenas a eso, lo cual no ha sido sencillo”. “Tenemos representantes de todos los colores, al final lo que queremos es enriquecer el diálogo, escuchar diferentes perspectivas y demostrar que se puede convivir. Si el objetivo final es la igualdad, tienen que caber todos los puntos de vista”, concluye Estévez.

La presencia femenina en la arquitectura jurídica es la herramienta más poderosa para inyectar el concepto de igualdad en el gran tablero social. Si hay más mujeres detrás de las reglas del juego, más equitativas serán estas normas, más lo será su interpretación y más su aplicación. Sin embargo, y a pesar de que las mujeres son mayoría desde hace años en la fontanería del Derecho, aún queda por pegar un salto cualitativo hacia los peldaños más altos de la carrera, donde la presencia equitativa de hombres y mujeres es una asignatura pendiente. Últimamente, además, parece que las batallas del feminismo se libran más en los tribunales que en el Congreso. Para hablar de estos temas ‘desde dentro’, citamos a cuatro profesionales del sector en el hotel Palace.

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