Qué es un testamento ológrafo, la herramienta legal que ha permitido a Ana Obregón tener una nieta

Las redes sociales, los grupos de WhatsApp de media España y los titulares de la prensa echaban humo tan solo hace unas horas con las revelaciones que desde la portada de su revista de cabecera realizaba Ana Obregón sobre todo lo relacionado con su gestación subrogada en Miami. La gran sorpresa: su supuesta hija no era tal, era en realidad su nieta. "Lo que siento cuando la abrazo es como que abrazo a mi hijo, porque en el fondo estoy abrazando a mi hijo. Es lo único que me queda vivo de él", asegura en uno de los momentos más emotivos de su entrevista en '¡Hola!'.

Sobre los detalles del proceso que le ha permitido tener por medio de un vientre de alquiler a la hija biológica de Aless Lequio, ha explicado que esa fue la última voluntad de su fallecido hijo, que se la comunicó una semana antes de fallecer a través de lo que se conoce como testamento ológrafo.

La actriz y presentadora afirma que tomó "la decisión de comenzar con el proceso de gestación subrogada" exactamente "el día que mi niño se fue al cielo", añadiendo que Aless "lo comunicó de palabra a su padre y a mí una semana antes de fallecer".

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Explicando el tipo de herramienta legal a la que recurrió para tal fin, era ella misma la que detallaba que un testamento ológrafo se produce cuando una persona, ante testigos, expresa sus últimos deseos, aunque, por las circunstancias que sean, el notario no pueda estar presente en ese momento. "Pero este documento existe y es legal", afirma Ana Obregón.

"Cuando a mi hijo le diagnosticaron el cáncer e iba a comenzar el tratamiento de quimioterapia, los médicos le recomendaron que guardara muestras de su esperma, por si los medicamentos le afectaban en el futuro, para asegurarse de poder tener hijos. Estas muestras estaban conservadas en Estados Unidos. Aquel día estábamos en el hospital. Aless ya estaba muy mal y nos dijo que, si algo le ocurría, quería que supiéramos que él quería dejar descendencia en esta vida", son las emotivas declaraciones de la protagonista de 'Ana y los siete' antes de afirmar: "Si el testamento y la última voluntad de mi hijo era eso, ¿cómo no lo voy a hacer?".

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Este tipo de testamento es un documento escrito a mano y firmado por el testador, y es una alternativa válida al que puede redactar un abogado, pese a que no se reconoce en todos los países. Los requisitos mínimos para su validez son la prueba de que el testador redactó el testamento, la prueba de que tenía capacidad mental para redactarlo y, tratándose de herencias, que contenga su voluntad de distribuir los bienes personales entre los beneficiarios.

Los testamentos ológrafos no necesitan testigos ni notario, lo que puede dar lugar a algunos problemas durante su validación ante un tribunal testamentario. Para evitar fraudes, se suele exigir que el documento contenga la firma del otorgante, y expresar claramente el día, mes y año en que se realizó. El Código Civil español regula este tipo de testamento a partir del artículo 688.

"Nadie en el mundo puede poner en duda que cuando una madre entierra a su hijo tiene que cumplir su última voluntad", argumenta Ana Obregón en defensa de su decisión, antes de referirse con contundencia a las opiniones en contra que ha recibido durante estos últimos días: "Solo una persona cruel de corazón o una persona que no lo tenga pensaría algo así".

Tras este largo proceso médico y legal que ha vivido en Estados Unidos, sorprende por último la afirmación de la bióloga no descartando que pueda volver a recurrir pronto a la gestación subrogada. "Mi hijo quería tener cinco hijos, así que tal vez en el futuro llega el niño algún día", era su enigmática declaración de intenciones.