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La boda del hijo de Rosa Clará, en cifras: 5 vestidos de novia, 21 estrellas Michelin y 3 escenarios inaccesibles
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La boda del hijo de Rosa Clará, en cifras: 5 vestidos de novia, 21 estrellas Michelin y 3 escenarios inaccesibles

Un coro de 30 niños, un vestido (de cinco) con más de 500 horas de trabajo, seis damas de honor, un 'catering' con más de 21 estrellas Michelin... Todos los detalles de la gran boda de este sábado

Foto: Daniel Clará y Anne-Marie, el día de su boda. (Cortesía/La Dichosa)
Daniel Clará y Anne-Marie, el día de su boda. (Cortesía/La Dichosa)

El sábado, Daniel Clará y Anne-Marie Colling se dieron el 'sí, quiero' en una de las bodas más llamativas de la temporada. París fue testigo de una ceremonia inolvidable en la que la novia lució cinco diseños de alta costura firmados por su suegra, Rosa Clará; los invitados (entre los que se encontraban Luis Miguel y Paloma Cuevas) degustaron el menú confeccionado por el único chef con 21 estrellas Michelin del mundo, y pasearon, bailaron, se emocionaron y brindaron hasta altas horas de la madrugada en tres escenarios inaccesibles para el común de los mortales. Una boda para el recuerdo, sin duda.

La Ciudad de la Luz fue elegida por su eterno romanticismo, su apasionante historia y su relación con la moda”, aseguran a Vanitatis portavoces de la firma en plena resaca de este fin de semana en el que los grandes looks de alta costura fueron tan protagonistas como los propios novios.

La celebración empezó el viernes con una fiesta preboda en un crucero por el Sena. Un crucero a bordo de un 'bateau mouche' que sirvió de antesala para todo lo que les depararía el día siguiente: una ceremonia religiosa en la espectacular basílica de Santa Clotilde, una cena servida por uno de los mejores chefs del mundo en el Museo Rodin bajo la atenta mirada de su famoso ‘Pensador’ y una fiesta exclusiva en Maxim’s, el local más famoso de París.

placeholder Basílica de Santa Clotilde. (Cortesía/La Dichosa)
Basílica de Santa Clotilde. (Cortesía/La Dichosa)

El primer look que Rosa Clará creó para su nuera fue el que lució durante el recibimiento a sus invitados la víspera de la boda: un vestido corto en color perla suave con micropedrería e hilos de plata, acabado con flecos de cristal. Un diseño deslumbrante, con escote semibarco y sin mangas, que evocaba el estilo de los años 20 y el glamour de 'El gran Gatsby' que también reflejó su último look de la noche.

placeholder Los novios se divierten en la preboda. (Gtres)
Los novios se divierten en la preboda. (Gtres)

Como no podía ser de otra manera, la diseñadora y madre del novio también lució un conjunto diseñado por ella misma formado por un pantalón y una blusa y realizado en crepé de seda natural en color azul Klein, perfecto para una noche de primavera.

placeholder Rosa Clará y Paloma Cuevas, este viernes en París. (Gtres)
Rosa Clará y Paloma Cuevas, este viernes en París. (Gtres)

500 horas de trabajo y 6 damas de honor

El sábado era el día grande y todo salió según lo previsto. La pareja eligió la impresionante basílica de Santa Clotilde, del siglo XIX, considerada la primera iglesia de estilo neogótico de la ciudad para la ceremonia religiosa. Un espacio luminoso y decorado con cientos de flores cortadas ese mismo día.

placeholder Anne-Marie, a su llegada a la basílica. (Cortesía/La Dichosa)
Anne-Marie, a su llegada a la basílica. (Cortesía/La Dichosa)

“El cortejo nupcial se inició bajo los acordes de la canción 'Hallelujah' interpretada por un coro de 30 niños y niñas, un detalle que Anne-Marie preparó en secreto para su marido”, continúan las fuentes consultadas. La emoción en sus ojos hizo que todo valiera la pena.

placeholder Los novios, a la salida de la basílica. (Cortesía/La Dichosa)
Los novios, a la salida de la basílica. (Cortesía/La Dichosa)

La espectacular entrada del novio, con chaqué gris marengo, chaleco cruzado en color gris perla y cuello chal de Canali y camisa blanca de popelín de algodón con corbata de seda de Yusty, la hizo tal y como estaba previsto, del brazo de su madre, Rosa Clará, que lució para su gran momento de madrina un diseño en crepé de seda en color magenta con bordados de piedras preciosas, ágatas de diferentes colores entrelazadas con cristales de bohemia. Una auténtica joya de vestido.

placeholder Rosa Clará y su hijo, Daniel. (La Dichosa)
Rosa Clará y su hijo, Daniel. (La Dichosa)

Tras ellos, los 12 testigos de los novios: los seis 'groomsmen' (caballeros de honor), vestidos con chaqué y con corbata en el mismo tono que los vestidos de las damas de honor, y las seis 'bridesmaids' (damas de honor), vestidas también de Rosa Clará con diseños realizados en muselina de seda color rosa empolvado, y looks de tendencia con 'cut outs' y drapeados. Una de ellas era la conocida influencer Marta Sierra, íntima amiga de la novia.

placeholder Damas y caballeros de honor. (La Dichosa)
Damas y caballeros de honor. (La Dichosa)

No obstante, nada llamó tanto la atención de los presentes como la novia y su vestido joya, realizado en chantilly francés bordado a mano con micropedrería, delicadas flores y cristal, silueta lápiz y escote halter. Se complementaba con una femenina sobrefalda de gazar de seda natural, con gran volumen y con más de 3 metros de cola, y un velo liso de seda natural de más de 4 metros de largo. Para la realización de este vestido se necesitaron más de 500 horas de trabajo. “El encargo más importante de mi carrera, sin duda, ha sido diseñar el vestido de mi nuera”, confesaba Rosa Clará horas antes del gran día de su hijo.

placeholder Boceto del vestido de la ceremonia de Anne-Marie. (Cortesía/Rosa Clará)
Boceto del vestido de la ceremonia de Anne-Marie. (Cortesía/Rosa Clará)

Un vestido 'obra de arte' ante 'El pensador'

Una vez declarados marido y mujer, los vítores se sucedieron para celebrar a la pareja en su salida del templo y para dar paso a la recepción celebrada en el espléndido Musée Rodin, situado a escasos metros. Con su palacete rococó y sus majestuosos jardines de estilo francés, salpicados por las esculturas del célebre artista, quien habitó en el palacio en la última etapa de su vida, fue un escenario mágico, lleno de arte, historia y glamour, para el convite. Un espacio al alcance de muy pocos.

placeholder Anne-Marie, con el segundo vestido de novia. (Cortesía/La Dichosa)
Anne-Marie, con el segundo vestido de novia. (Cortesía/La Dichosa)

A la salida de la basílica, Anne-Marie volvió a cambiarse de look para lucir ante sus invitados durante la cena el segundo vestido de novia del día: un vestido de silueta clásica, con escote palabra de honor y falda tulipán confeccionado en un doble raso duquesa de seda.

placeholder Boceto del segundo vestido de novia de Anne-Marie. (Rosa Clará)
Boceto del segundo vestido de novia de Anne-Marie. (Rosa Clará)

Fue pintado a mano al óleo con la técnica del espatulado por un artista del norte de Italia con un diseño exclusivo de románticas flores de cinco pétalos, inspiradas en el jazmín, y rematado con un sutil toque de polvo de oro para una auténtica imagen de alta costura contemporánea que quedará grabada en la memoria de todos los presentes”. El segundo vestido de la novia también contaba con un wateau de tul con el mismo diseño y técnica del vestido.

placeholder Museo Rodin. (Cortesía/La Dichosa)
Museo Rodin. (Cortesía/La Dichosa)

Invitados vip y un tercer vestido

Los jardines del Musée Rodin fueron un escenario lleno de encanto para festejar a los novios, quienes pudieron disfrutar de la recepción con sus invitados, entre los que se encontraban caras conocidas como Paloma Cuevas, acompañada por su hija mayor y el cantante Luis Miguel; Boris Izaguirre y su marido, Rubén Nogueira; Carles Sans (Tricicle) con su esposa, María Antonia Rodríguez; Fernando Botero y su mujer, Mariñés Londoño; Lina Botero y su marido, Alessandro Noli; Enrique Lacalle y el arquitecto Josep Ribas.

placeholder Boris Izaguirre, Margot Zaidan y Carles Sans. (Cortesía/La Dichosa)
Boris Izaguirre, Margot Zaidan y Carles Sans. (Cortesía/La Dichosa)

También acudieron empresarios como Sol Daurella y Carles Vilarrubí; Carles Sumarroca y su mujer, Anna Boix; Mar Raventós y su marido, Ignacio de Ros, y Luis Gil y su mujer, Ana Pérez.

placeholder Paloma Cuevas y Rosa Clará. (Cortesía/La Dichosa)
Paloma Cuevas y Rosa Clará. (Cortesía/La Dichosa)

La cena fue servida por Alain Ducasse, el chef vivo con más estrellas Michelin en el mundo (21).

Maxim’s y los dos últimos looks de la noche

Tras disfrutar del primer baile como marido y mujer bajo la atenta mirada de ‘El pensador’ de Rodin, la fiesta se trasladó a otro icono de la ciudad: Maxim’s, el emblemático punto de encuentro del tout-Paris de la Belle Époque que se abrió en 1893. Maxim’s ha atraído a las más refinadas celebridades de todo el siglo XX: desde Aristóteles Onassis y Maria Callas hasta Brigitte Bardot, Pierre Cardin y, más recientemente, Carolina de Mónaco y Dita Von Teese.

placeholder La novia se hace un selfie con sus amigas. (Cortesía/La Dichosa)
La novia se hace un selfie con sus amigas. (Cortesía/La Dichosa)

Para esta fiesta, Anne-Marie Colling eligió un tercer diseño de alta costura de Rosa Clará “inspirado en el minimalismo de los años 90”. Escote scoop y ligeramente asirenado, realizado en chantilly francés con hilos de seda y micropedrería y corsé interior con el que “la novia lució una imagen elegante y sensual”.

placeholder Anne-Marie. (Cortesía/La Dichosa)
Anne-Marie. (Cortesía/La Dichosa)

Un vestido para brillar en su gran noche que dio paso, después, a otro look más nocturno, joven y cómodo para seguir con los bailes y la diversión: “Anne-Marie lució un conjunto de dos piezas de plena tendencia formado por un top bandeau de encaje bordado y juego de ondas y pantalón de líneas puras, realizado en raso de seda natural”. Una imagen moderna y muy sofisticada, fiel al estilo de Anne-Marie, quien ha sabido dar una lección magistral de estilo durante esta boda que sin duda pasará a la posteridad.

El sábado, Daniel Clará y Anne-Marie Colling se dieron el 'sí, quiero' en una de las bodas más llamativas de la temporada. París fue testigo de una ceremonia inolvidable en la que la novia lució cinco diseños de alta costura firmados por su suegra, Rosa Clará; los invitados (entre los que se encontraban Luis Miguel y Paloma Cuevas) degustaron el menú confeccionado por el único chef con 21 estrellas Michelin del mundo, y pasearon, bailaron, se emocionaron y brindaron hasta altas horas de la madrugada en tres escenarios inaccesibles para el común de los mortales. Una boda para el recuerdo, sin duda.

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