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Félix Aretxabaleta, gran amor de María Teresa Campos: el hombre del autoestop
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Félix Aretxabaleta, gran amor de María Teresa Campos: el hombre del autoestop

La periodista fue una mujer muy adelantada a su tiempo en términos amorosos. Era libre y sin complejos hasta que llegó a su vida este arquitecto. Falleció en 2021

Foto: María Teresa Campos, con Félix Aretxabaleta y su hija Terelu en agosto de 1996.
María Teresa Campos, con Félix Aretxabaleta y su hija Terelu en agosto de 1996.

Teresa Campos ha fallecido la madrugada de este martes. Desde que ingresó el domingo pasado en la Fundación Jiménez Díaz, la situación no pintaba bien. Sus hijas Carmen y Terelu a través de un comunicado enviado por el propio hospital daban cuenta de lo difícil que era una recuperación. Tristemente no superó el deterioro que venía arrastrando desde un año atrás. Este sería el resumen de estos últimos días en los que la familia de Málaga y los amigos más íntimos pudieron abrazarla. Un detalle de las hijas, que cuando ya no había vuelta atrás llamaron para esa despedida.

Teresa Campos, la Campos, como la llamábamos en la redacción, era una mujer totalmente adelantada a los modos y maneras en el aspecto amoroso. Ella misma decía que era de una generación donde las mujeres tenían ya escrito el proyecto de vida personal e incluso académico. “Nosotras nos echábamos un novio, nos casábamos, teníamos hijos y nos dedicábamos a la casa”, contaba cuando explicaba que ir a la universidad o trabajar en la radio no estaba bien visto.

Cumplió parte del plan. Se casó con el padre de sus hijas, se separó y estudió Filosofía y Letras. Y esa separación fue primero solo geográfica. Ella en Madrid y su marido en Málaga. Después ya llegó la tragedia y la Campos se quedó viuda. Y decidió no mirar atrás. Con el tiempo se convirtió en la reina de las mañanas. Profesionalmente triunfó. Y también en amores.

Teresa era también adelantada en este sentido. Si le gustaba alguien iba a por él. No tenía complejos. Era libre y sin compromiso hasta que llegó a su vida Félix Aretxabaleta, con el que compartió muchas primaveras hasta que la mansión de Molino de la Hoz se interpuso entre ellos.

Arquitecto de profesión, le parecía una locura la decisión que había tomado de construirse un palacete de estilo francés a treinta y tantos kilómetros de Madrid y en una urbanización de clase media. Ese tipo de edificaciones estaban bien para La Moraleja o Puerta de Hierro. Comenzaron los conflictos y se acabó la historia de muchos años que había comenzado también de una manera surrealista.

Félix vivía en Vitoria, donde tenía su estudio, su familia y sus hijos. Tenía obras en Madrid y fue entonces cuando el destino cruzó sus vidas. Teresa y una compañera de RTVE volvían en coche y a medio camino se quedaron tiradas en medio de la nada. Hicieron autoestop y apareció el ángel guardián que poco tiempo después se convirtió en el hombre de su vida durante varias décadas.

placeholder Teresa Campos, en sus inicios en la radio. (Cortesía RTVE)
Teresa Campos, en sus inicios en la radio. (Cortesía RTVE)

Teresa y él eran el día y la noche en cuanto a caracteres. La comunicadora, fuerte, rápida, irónica, cariñosa y muy divertida. Su pareja, mucho más tranquilo, con un sentido del humor muy vasco y muy paciente.

A veces no era fácil compatibilizar la vida personal con la profesional de su pareja. En más de una ocasión, el grupo se convertía en multitud. Fueron felices mientras duró esa historia que los que vivimos sabemos que fue muy importante. En diciembre de 2021, Félix falleció de un infarto. La periodista reconoció entonces que el arquitecto fue el hombre que mejor la entendió. Antes y después de la ruptura, la vida amorosa de la Campos fue como ella quiso.

Teresa Campos ha fallecido la madrugada de este martes. Desde que ingresó el domingo pasado en la Fundación Jiménez Díaz, la situación no pintaba bien. Sus hijas Carmen y Terelu a través de un comunicado enviado por el propio hospital daban cuenta de lo difícil que era una recuperación. Tristemente no superó el deterioro que venía arrastrando desde un año atrás. Este sería el resumen de estos últimos días en los que la familia de Málaga y los amigos más íntimos pudieron abrazarla. Un detalle de las hijas, que cuando ya no había vuelta atrás llamaron para esa despedida.

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