Las primeras y cortantes palabras de Rodolfo Sancho tras visitar a su hijo en la cárcel de Tailandia

Este miércoles, a eso de las nueve de la mañana (con la diferencia horaria correspondiente), Rodolfo Sancho ha podido visitar por fin a su hijo, Daniel Sancho, en la cárcel tailandesa de Koh Samui tras aterrizar el domingo en el país y pasar por Bangkok. El intérprete y su abogado se reunieron con el embajador español en Tailandia, según desvelaron entonces desde 'El programa del verano'.

Ha pasado más de un mes después del crimen de Edwin Arrieta, que se produjo el pasado 2 de agosto, y el actor español ha llegado a la cárcel acompañado de su abogado Marcos García-Montes y el hijo de este, Marcos García Ortega, además de una asistente tailandesa. Le ha visitado en dos ocasiones, puesto que entre medias ha ido a una comisaría, como ha revelado 'El programa del verano'.

Una visita que, según las normas de la cárcel de Koh Samui, suele durar aproximadamente 15 minutos, pero que se alargaba cerca de tres horas en el caso de Rodolfo Sancho. Una larga conversación pendiente tras 35 días sin poder tener un contacto cara a cara, aunque sea a través de un cristal.

Serio y vestido de forma informal, el intérprete remitía a la prensa presente que le esperara para decir algunas palabras a la salida de su encuentro con su hijo, a los que daba los buenos días. Así ha sido, a su salida del centro penitenciario, con un papel escrito en la mano, ha vuelto a dar el pésame a la familia de Edwin, además de reiterar que confía en la justicia tailandesa y que su hijo ama el país, afirmaciones que ya dio al hablar con la agencia EFE.

Pero también pronunció unas palabras muy contundentes que expresan cierto hastío y molestia, especialmente con ciertos medios de comunicación: “Para esa parte de la prensa que creen que estoy tirado por los suelos llorando, ese no soy yo”, aseguraba. A lo que añadía: “Hay dos formas de tomarse las cosas cuando vienen en la vida, como una desgracia o como un reto, creo que con eso he dicho suficiente. No van a conseguir lágrimas de mí”.

Rotundo y serio, sorprendía a los medios de comunicación presentes en Koh Samui con estas declaraciones, por las que se intuye que la familia de Daniel Sancho no piensa rendirse y ha contratado la mejor defensa posible. Esta misma mañana, el abogado Marcos García-Montes ofrecía unas declaraciones que recogía el programa ‘Espejo público’ y aseguraba que “el objetivo, que no estrategia, es traerle a España en 4 años”.

Rodolfo ha respondido que su hijo estaba “bien” a las preguntas de los periodistas y ha asegurado que aún no sabe cuánto tiempo va a quedarse en Tailandia. Tampoco ha querido entrar en preguntas sobre la situación de Daniel en la cárcel, ni qué es lo primero que le ha dicho al verle y se ha limitado a decir: “No voy a contestar a preguntas personales”, además de aclarar que “cualquier cosa que diga puede ser contraproducente”.