La boda de Sol Matossian, la nieta de Tessa de Baviera, luciendo joyas históricas

La princesa Tessa de Baviera, prima segunda del Rey emérito y una de las grandes protagonistas del papel cuché en los 80 y los 90, ha declarado en numerosas ocasiones que el gran orgullo de su vida son sus nietos. Una de ellas, Sol Matossian Márquez, ha contraído matrimonio este sábado, 4 de noviembre, con Nicholas Green, un joven sudafricano, en una finca madrileña.

Una finca aristocrática

Sol es hija de Sonia Márquez de Baviera, hija de Tessa, y del financiero Miguel Matossian Osorio. Su abuela Tessa de Baviera además de ser prima segunda del rey Juan Carlos pertenece a la llamada ‘jet’ y cuenta con amigas íntimas como Isabel Preysler o Marisa de Borbón. Su padre tuvo una relación muy estrecha con don Juan y su madre con María de las Mercedes, quien les visitaba asiduamente, sobre todo, en su casa de la Costa Azul. La reina Victoria Eugenia o la princesa Grace de Mónaco también mantuvieron una estrecha relación con la princesa.

Los padres de la novia, la hija menor de Tessa y el financiero Miguel Matossian, se casaron en Olías del Rey (Toledo) en 1992. La joven es la mayor de tres hermanos. Ella ha preferido Madrid para entonar el ‘sí, quiero’, concretamente la finca Soto Mozanaque, propiedad de Ioannes Osorio, primo de su padre. Hasta que este se separó de Blanca Suelves, era ella quien gestionaba con gran acierto las bodas que allí se celebraban, pues fue quien comenzó con el proyecto de explotación de la finca para eventos.

Para el día más importante de su vida, Sol Matossian escogió un vestido del diseñador Jorge Vázquez. Con un favorecedor escote barco, mangas abullonadas y falda con incrustaciones en forma vegetal, era el propio diseñador el que reconocía en sus redes sociales que había sido un auténtico placer trabajar con Sol. La novia destacó, además de por su belleza, por las impresionantes joyas que lucía. Una espectacular tiara de diamantes y esmeraldas en forma de flor de la que salía el velo y unos pendientes a juego que, gracias a que llevaba el pelo recogido en un clásico moño, destacaban aún más si cabe.

Ha sido precisamente esa relacion que les une con la monarquía la que ha motivado que entre los invitados a esta boda estuvieran presentes las infantas Elena y Cristina, un dato que revelaba LOC y que Vanitatis ha podido confirmar. La infanta Elena es una de las íntimas amigas de la madre de Sol, por lo que no ha querido perderse el enlace de su hija mayor.

Una diadema con mucha historia

Las flores de las que está compuesta la tiara pertenecieron a la reina Isabel II. Se trata de unas piezas muy valoradas, pues de esta monarca se conservan muy pocas joyas en la actualidad. En 1904, la reina María Cristina adquirió los siete broches florales que componen hoy en día la tiara lucida por Sol en la testamentaria de su suegra y pidió a la joyería Ansorena que realizaran una estructura de plata para fijarlas a modo de diadema. Además, encargó varias piezas a juego para acompañarla: un par de pulseras, un collar, un broche y pendientes. El lote fue regalado por la reina a su hija, la infanta María Teresa, con motivo de su matrimonio con el príncipe Fernando de Baviera, hijo de la infanta Paz, en 1906. La infanta lució la tiara en actos como el bautizo de la infanta María Cristina en 1911.

Pero cuando fallece prematuramente un año más tarde es heredado por el infante José Eugenio. Su mujer, Marisol de Messía y Lesseps, lució la diadema de flores de esmeraldas en varias ocasiones, como el Baile de Debutantes de doña Pilar y en una de las recepciones de gala previas a la boda de los reyes Juan Carlos y Sofía. Tessa de Baviera, abuela de la novia, lució la tiara para el baile previo de la boda de la infanta Pilar, y por sus dos hijas, Sonia (madre de Sol) y Myrta, en sus respectivas bodas en 1992 y 1995, según información del investigador David Rato de Spanish Royal Jewels.

Catering aristocrático y rumbo a Londres

Siguiendo con los detalles del enlace de Sol y Nicholas, los novios eligieron uno de los mejores caterings de Madrid, Ciboulette. Favorito también de la Casa de Alba, fueron los encargados de servir la boda de Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James, así como la de Belén Corsini y Carlos Fitz-James. Tienen como especialidad entre sus postres la tarta árabe, un clásico que nunca falla. Se trata de una tarta elaborada a base de obleas fritas, crema inglesa y almendras escarchadas. Toda la organización del evento estuvo coordinada por Gloria and Co, de Gloria Zunzunegui. Las flores eran de Aquilea, que capitanean las hermanas Marta, Cristina y María Barreiros desde 2001.

Los novios residen en Londres, donde Sol trabaja como psicóloga. Una ciudad que conoció a los once años cuando pasó un curso en el internado St. Leonards y con la que siempre ha tenido un vínculo especial. Después estudió en St. Anne’s School, un centro vinculado a la élite financiera capitalina, y más tarde se graduó en Psicología en el Instituto de Empresa. Tras trabajar unos años en España, en la Fundación Carmen Pardo-Valcarce y en Nuevo Futuro, se fue a Londres, donde combina su trabajo como psicóloga con su pasión por la moda. La joven fundó en octubre de 2019 VienSo, una marca de ropa junto a su amiga Virginia Achenza que continúa en activo. Una pasión que comparte con su abuela Tessa y también con su hermana Victoria, quien es modelo y también tiene su propia marca de ropa, Dahlia, junto a su cuñada Casilda de Nicolás.