El plan de Blanca Suelves y Joaquín Güell con el que afianzan su amistad
Cada vez pasan más tiempo juntos y son cada vez más cercanos. Así lo demuestra su última cita en Madrid, de la que Vanitatis ha sido testigo
Un día lluvioso, una calle de Madrid y una pareja de amigos que van reforzando su relación. No sabemos exactamente qué hay entre Blanca Suelves y Joaquín Güell, pero sí conocemos uno de los planes con los que han afianzado su amistad, más estrecha en los últimos meses, a juzgar por todo el tiempo que comparten juntos. Su última cita ha tenido lugar en el madrileño barrio de Almagro, a los pies del edificio Pirámide. Allí Vanitatis fue testigo de un momento que demostraba la gran complicidad que comparten desde hace tiempo.
Blanca, hija de los marqueses de Tamarit, estaba sentada fumando un cigarro. Él, de pie escuchando atentamente todo lo que ella le contaba; entre otras cosas, la ropa que estaba pensando meter en la maleta para un viaje que va a hacer en breve. Queda la duda -permítannos que no podamos escuchar todas las conversaciones ajenas, por muy famosos que sean- del destino y de si esa escapada será con el propio Joaquín, dando así un paso más en su relación -al menos, la de amistad-, o bien es un plan familiar o con amigas.
Y es que, por mucho que tuviéramos -que las tenemos- ganas de hablar de una nueva pareja y no solo de dos amigos que se lo pasan bien juntos, lo cierto es que no podemos. Hay muchas pistas que podrían indicar que, efectivamente, entre ellos hay algo más que una amistad, puesto que comparten mucho tiempo, como bien hemos dicho. Fue el pasado febrero cuando se les pudo ver juntos por primera vez, paseando por Madrid. No tardó en etiquetarse al financiero como la nueva pareja de la exmodelo, puesto que unas semanas antes se había conocido su separación de Ioannes Osorio, duque de Alburquerque.
Eso sí, fue una conclusión un tanto precipitada, no solo porque en aquellas imágenes no había nada que indicara que estaban enamorados, sino porque, aún más importante, la propia Blanca Suelves desmentía solo unos días después que fueran pareja sentimental. Durante una visita a la Feria de Arte Contemporáneo (ARCO) en Ifema, la empresaria aseguraba que la única relación que la une desde hace años al catalán es una sincera amistad que han cultivado durante décadas. Una relación sin dobleces ni romanticismo en la que Blanca se habría refugiado para superar el complicado momento sentimental que atravesaba en ese momento tras su divorcio.
No se hubiera insistido mucho más en la amistad -más o menos especial- si no fuera porque meses después volvían a compartir otro plan para dos, y con las cámaras de los fotógrafos como testigo. Fue hace solo unas semanas y en Sotogrande, donde ambos participaron en una jornada previa al torneo de golf Estrella Damm Andalucía, con imágenes que recogió convenientemente la revista '¡Hola!'. Sonrientes, cómplices, celebrando sus mejores golpes y haciendo gala de una bonita relación que cada vez es más estrecha.
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Y llegamos a hace solo unos días, a la última cita que conocemos de la pareja y de la que Vanitatis fue testigo en exclusiva. Como les decíamos, los dos amigos se encontraban a los pies de ese edificio madrileño, confluencia de las calles Fortuny y Jenner. Actitud relajada, confianza, complicidad... De nuevo, una imagen que escenifica lo bien que se llevan y que su amistad es especial, sin que ese 'especial' vaya con una connotación romántica. Nos tenemos que remitir a los hechos y las pruebas, y ninguno de ellos demuestra que estén enamorados, pero sí que son muy amigos y comparten todo el tiempo que pueden.
Dos perfiles atractivos
Desde luego, de ser pareja, no cabe duda de que formarían una de las más atractivas del país, por el perfil que tienen uno y otro. Es Blanca Suelves la más mediática de los dos, no solo por su familia, sino por los pinitos que hizo de joven en el mundo de la moda, convirtiéndose en imagen de Don Algodón, y posteriormente por su matrimonio con Ioannes Osorio. Una relación que terminaba a finales del año pasado tras 25 años juntos y dos hijos en común.
Pero Joaquín Güell, aunque mucho menos conocido que ella, no se queda atrás. Por parte de padre, es tataranieto de Eusebio Güell y Bacigalupi, mecenas del arquitecto Antonio Gaudí y quien dio nombre al famoso parque en Barcelona. Y por parte de madre, es uno de los tres hijos de Isabel Ampuero y Urruela, heredera de una de las grandes sagas bilbaínas y nieta de uno de los fundadores del Banco Bilbao. Pero tampoco le podemos restar méritos a él mismo. Más allá de su familia, estudió Económicas en Harvard y Ciencias Políticas en París, trabajó en banca de inversión para Santander, BCH y Merrill Lynch, fue director general del grupo Recoletos y director de Lazard. Desde 2015 vive en Londres, donde ejerce de director del fondo de capital riesgo Investindustrial.
Y seguramente el dato que le pesa un poco más y que es por el que su nombre se ha convertido en protagonista de los titulares. Tras su separación de Cayetana Álvarez de Toledo, se le relacionó con Susanna Griso y Xandra Falcó, aunque esto último no tardó en ser desmentido por ella misma, alegando que era muy amigo tanto suyo como de su marido, fallecido en 2020, desde hacía años.
Un día lluvioso, una calle de Madrid y una pareja de amigos que van reforzando su relación. No sabemos exactamente qué hay entre Blanca Suelves y Joaquín Güell, pero sí conocemos uno de los planes con los que han afianzado su amistad, más estrecha en los últimos meses, a juzgar por todo el tiempo que comparten juntos. Su última cita ha tenido lugar en el madrileño barrio de Almagro, a los pies del edificio Pirámide. Allí Vanitatis fue testigo de un momento que demostraba la gran complicidad que comparten desde hace tiempo.