Andy y Lucas vivirán "del ladrillo" tras separarse: propiedades en Cádiz y Yeles (y un embargo)

'El hormiguero' firmó el 14 de noviembre su segunda noche más vista del curso, con un 17,7% de 'share'. ¿La razón? Dieron la exclusiva de la separación de uno de los dúos musicales más queridos por el público, Andy & Lucas. La razón tiene que ver, según dijeron, con un bache de salud de Lucas, que ha padecido del corazón en los últimos meses y ha preferido "bajar el ritmo" a jugarse la vida. Lógico.

"¿Cómo será el primer día después del último concierto?", les preguntó Pablo Motos: “Yo no me he parado a pensarlo porque no se me ocurre, no voy a dejar de cantar en mi casa todo lo que pueda, pero no subirme con él a un escenario… Tendré que ir a un psicólogo porque llevo toda la vida con él”, respondió Andy. “Nos conocemos desde el instituto, yo le quiero mucho, con él he vivido cosas que ni con mi familia y lo que hemos conseguido solo lo sabemos él y yo. También le digo a la gente que hemos sabido invertir nuestro dinero muy bien, bastante más de lo que la gente piensa, guay del Paraguay", fanfarroneó Lucas. "Vamos, que tenéis leña", apuntó Motos, poniéndole el capote: "Hemos invertido en el ladrillo. Muchísimo ladrillo. Solamente con los alquileres ya tienes ahí...".

Convertirse en rentista de una casa sigue siendo uno de los negocios más redondos. La rentabilidad bruta anual se movió entre el 6,5% y el 7,7% en 2022, según la prensa económica, por lo que el plan B de Andy y Lucas es, a priori, un buen plan. Según ha podido certificar Vanitatis, es cierto que han invertido en distintos inmuebles, aunque el patrimonio de ambos es muy diferente.

Durante los últimos años de vida del grupo, Lucas González, hijo del mítico futbolista y entrenador del Celta Pedrito, ha sido el 'cerebro' de la banda. Fue en 2018 cuando decidieron dejar su discográfica para autofinanciarse y crear su propio sello. "A pie de calle nos querían, creían en nosotros, pero no nos sentíamos respaldados por la discográfica. Los cambios en el negocio podían con nuestras ilusiones, cada vez hay menos trabajadores y más artistas", se quejaban. En ese año, Lucas se convirtió en el jefe de la oficina de Andy & Lucas. "Tomé las riendas empresariales, por lo que mi día a día ha sido bastante complicado porque, como bien sabe Andy, soy un psicópata de mi trabajo y me gusta llevarlo todo hasta el más mínimo detalle", contó en 'El hormiguero'.

Tras la decisión de dejar el sello, el dúo se dio cuenta de que si quería seguir viviendo de la música tenía que trabajar duro. "Desde hace un tiempo nos autofinanciamos nosotros y luchamos mucho. Nos ha tocado buscar patrocinadores, montar un equipo y comenzar a llamar puertas", reconocían tiempo después. Ya no se trataba solo de tocar o componer, había que ocuparse de todo lo demás.

Un aviso de salud

Hace un año, el cuerpo de Lucas le dio un aviso. Empezó a sentir mareos, tenía la tensión muy alta, y finalmente le descubrieron una cardiopatía. Había que parar, pero antes querían despedirse del público con una gira final que de momento incluye cuatro fechas, aunque podrá extenderse si su público lo pide. Quizá también sirva para hacer caja y asegurar aún más el futuro de los dos hijos de Andy y del de Lucas porque, aunque con esa gracia gaditana el cantante fanfarroneaba de los alquileres que van a llenar sus bolsillos a partir de ahora, lo cierto es que ambos tienen un patrimonio muy diferente.

Cada uno de los miembros del grupo gestiona una empresa con la que controlan su actividad en la música. Andy es el administrador único de Musical Troncoso, una sociedad que no tiene actividad, más allá de varios avisos de embargo (el último de abril de 2022 en fase ya de recaudación ejecutiva) por parte del Ayuntamiento de Cádiz. Esta empresa es propietaria de un piso en la ciudad andaluza que la sociedad adquirió en 2007.

Por su parte, Lucas González es el administrador único de Lucas Producciones Musicales, la sociedad que realmente controla todo lo que tiene que ver con el dúo Andy & Lucas, como su página web o las licitaciones de las administraciones públicas que en estos años los han contratado para actuar. Según datos del Registro Mercantil, en los últimos cinco años, el dúo ha facturado más de 120.000 euros de corporaciones locales.

González ha acumulado a lo largo de este tiempo un buen patrimonio en ladrillo. El cantante gaditano se ha establecido en un pueblo cercano a Illescas, Yeles, donde en 2018 adquirió un chalé en una gran finca de 3.000 metros cuadrados. Esta localidad de 6.000 habitantes se encuentra a apenas 45 minutos de Madrid. Además, en su cartera inmobiliaria se encuentran un chalé en Conil de la Frontera y tres pisos en Cádiz.

A Andy le cambió la vida

Andrés Morales y Lucas González se conocieron en el instituto del barrio gaditano de La Laguna. Andy nació en el seno de una familia humilde formada por tres hermanos. “A mí me han criado mis abuelos, mi padre estaba prácticamente siempre trabajando”, confesaba Andy en el programa ‘Volverte a ver’. Era un niño muy inquieto al que no le gustaba estudiar, y tras muchos años de suspensos decidió ir a trabajar al puerto con su padre, Antonio, que trabajaba descargando barcos de pescado y echando hielo en las cajas. El padre le convenció para volver al instituto a cambio de comprarle una moto, lo que le cambiaría la vida. Empezó a aprobar todas las asignaturas y además conoció a Lucas.

Lucas González era un loco del fútbol. Cuarto hijo del mítico Pedrito (que jugó en el Celta entre 1965 y 1973 y entrenó al primer equipo en 1978), también le gustaba la música. La vida de su familia dio un vuelco en 1995, cuando su hermano mayor sufrió un terrible accidente de coche y tras estar en coma 45 días quedó con un 76% de discapacidad y con necesidad de cuidados permanentes.

Pedro González Carnero, su padre, falleció en el verano de 2019. "Ningún ser humano está preparado para perder a un padre que ha sido tan bueno", escribió entonces Lucas en sus redes sociales con el corazón roto. "Para mí, mi padre era mi ídolo y a Andy lo quería como un hijo”, contaba Lucas en el mismo programa de televisión, mientras lloraba desconsolado.

Andy y Lucas son hermanos. Juntos desde el año 1999, el dúo ha forjado en este tiempo una amistad férrea que traspasa los escenarios, algo que no muchos grupos en la industria pueden decir. Pero más allá de eso, en la hora de su separación pueden presumir de haber conseguido dos discos de diamante, 20 discos de platino y 40 discos de oro.