Primicia | El palacete de Esperanza Aguirre que se alquila para fiestas vip

La próxima semana, el palacio del Conde de Bornos, situado en el centro de Madrid, será el lugar elegido por una firma de moda para reunir a personajes del mundo social y la prensa especializada en un cóctel prenavideño. El motivo del acto es la presentación de una colección cápsula de ocho diseños firmados por la modelo y actriz Olivia Palermo para Scalpers. Según ha podido saber Vanitatis, no es nada raro que el inmueble sea alquilado para este tipo de eventos.

El edificio en cuestión se mandó construir en el siglo XVIII. La fachada está compuesta por tres plantas de altura, con balcones en el piso intermedio y rejería de forja. En la parte delantera, hay una gran puerta de acceso adintelada. Es uno de los muchos monumentos históricos que se encuentran en el barrio de Malasaña de la capital del reino.

Algunos de ellos son sede de organismos públicos que en su día se vendieron por herencias. Otros se mantienen en organigramas familiares, como es el caso del palacete propiedad de Fernando Ramírez de Haro, marido de Esperanza Aguirre.

Un refugio familiar

Desde que se casaron, ha sido y es el domicilio del matrimonio, que lo compartió con los hijos hasta que estos formaron sus propias familias. Muchos domingos y festivos acuden los nietos con los padres para las celebraciones. Y tanto el comedor como los salones han sido testigos de reuniones de alto nivel en las que presidentes y cargos importantes del PP han cerrado importantes acuerdos. “Era un sitio discreto y Esperanza siempre ha recibido muy bien”, recuerdan a este medio periodistas que a lo largo de los años formaban parte de esas cenas que organizaba la anfitriona en su residencia del centro de Madrid..

Hasta febrero de 2019, el palacio del Conde de Bornos era también el domicilio de Beatriz Valdés, suegra de la exalcaldesa, que falleció en esa fecha. El inmueble tiene un acceso principal, pero cada familia vivía de forma independiente. Los Ramírez de Haro Aguirre se sitúan a la izquierda, y la madre del actual conde de Bornos, que fue propietaria del edificio, a la derecha.

En ese recinto es donde se han organizado, desde hace tiempo, algunos eventos, tal y como figuraba en la página de la empresa Vatelia Catering, especializada en el alquiler de edificios emblemáticos. En la actualidad, dicha empresa ya no tiene en su listado la casa de la suegra de Aguirre. En esos reportajes se pueden ver mesas elegantes vestidas con manteles de hilo y adornadas con flores.

En la zona perteneciente a Esperanza Aguirre se mantenía la independencia y, según cuenta ella a Vanitatis, no estaba al tanto del alquiler de las otras estancias para la presentación de los diseños de Olivia Palermo.

“Es la casa de mi suegra, que murió y la alquilan alguna vez”, comenta ella a este medio. Al preguntarle si tiene intención de acudir al festejo, ya que solo tiene que cruzar el espacio común que separa unas escaleras de las otras, no lo tenía claro. “Aún no lo sé”, nos dice.

¿Cuánto cuesta este tipo de alquiler?

Según explican a Vanitatis empresas dedicadas a este tipo de alquileres, los precios varían en función de lo que se quiera organizar. Si son almuerzos o cenas hay que contar con catering y servicio. Puede oscilar entre lo más básico, a partir de 6.000 euros, hasta más de 15.000. Depende de los extras que pidan los clientes. Este tipo de palacetes son únicos, están muy protegidos y por lo tanto no se permite hacer grandes reuniones. Los aforos están marcados y en el caso de Bornos, además, se trata de un domicilio particular.

El 30 de noviembre será cuando Olivia Palermo reciba allí a sus invitados como protagonista de la presentación de su colección cápsula para Scalpers. Aseguran responsables de la firma que la modelo se involucró desde el primer momento con la idea. Ha colaborado con otras firmas españolas y conoce nuestro país perfectamente. Parte de sus vacaciones las pasa, desde hace tiempo, en Ibiza, y su peluquero habitual cuando viaja a Madrid es Moncho Moreno, tal y como informó Cris Castany en Vanitatis.