Todos los detalles de la boda del hijo de Javier García Obregón y Paloma Lago: de la fecha al lugar

La familia García Obregón ya tiene fecha para volver a reunirse todos juntos. Tras unos años marcados por la tragedia, primero con la muerte de Aless Lequio y luego con la de Ana, matriarca de uno de los clanes más conocidos del corazón, desde la llegada de la pequeña Anita no han hecho más que encontrar motivos para sonreír y sobre todo para celebrar.

Si hace unas semanas Ana Obregón reunía a todos en su casa para celebrar el bautizo de su nieta, este fin de semana su sobrino y ahijado Javier dará el pistoletazo de salida a las celebraciones con motivo de su próxima boda con Eugenia, su novia desde hace varios años. Una boda que, tal y como confesó su madre, Paloma Lago, ha llenado de felicidad e ilusión a la familia y de la que cada día tenemos más detalles.

Este sábado, la pareja cumplirá con una de las tradiciones más arraigadas, la de la pedida, que celebrarán en la más estricta intimidad rodeados tan solo de los más cercanos. Lo harán a la hora de comer en un restaurante cercano a la urbanización de La Moraleja, donde vive casi toda la familia (su padre, abuelo del novio, fue uno de los fundadores), tal y como han confirmado a Vanitatis personas del entorno de la pareja.

“Es un sitio muy bonito y asistirá muy poca gente”. Los novios han querido que tan solo asistan al almuerzo sus padres y hermanos. Los padres del novio, Javier García Obregón y Paloma Lago, separados desde hace años, acudirán acompañados de su mujer, María Tevenet, y su hermano, respectivamente. También estarán presentes, como no podía ser de otra manera, los tres hermanos por parte de padre del novio.

Por parte de la novia, también acudirán sus padres, igualmente separados. Al no tener hermanos, su lista es aún más reducida que la de su prometido. Durante la primera parte de la pedida, además de poder conocerse un poco más las familias, se hará el tradicional intercambio de regalos, donde lo normal es que la familia de la novia le regale al novio un reloj, y la del novio a ella una sortija u otra joya que luzca el día de la boda.

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P. Izquierdo

Una vez finalizada la comida, tal y como continúan las mismas fuentes, la familia abandonará el restaurante pues los novios tienen preparada una segunda parte para celebrar una fiesta con amigos donde la música y las copas están más que aseguradas. Este grupo de amigos, normalmente, está compuesto por los testigos de los novios y sus parejas. Un recuerdo previo a la boda de lo más divertido para calentar motores de cara al gran día que tendrá lugar en tan solo unas semanas.

La boda será un miércoles

De hecho, según ha podido confirmar Vanitatis en primicia, el enlace tendrá lugar el 1 de mayo, miércoles. Una fecha que a muchos podrá extrañar tratándose de un día en mitad de la semana y no de un viernes o un sábado como suele ser habitual. Cabe recordar que ese día es festivo y principio de puente. Sus invitados tendrán tiempo más que suficiente para recuperarse tras la fiesta por todo lo alto que Eugenia y Javier están organizando para celebrar su amor.

La ceremonia religiosa tendrá lugar en la iglesia de San Fermín de los Navarros, ubicada en el madrileño barrio de Chamberí, y posteriormente, los invitados y los novios se desplazarán a una de las fincas propiedad del grupo Mónico para continuar con las celebraciones hasta que el cuerpo aguante.

Aunque la pedida estará más restringida en cuanto a invitados, la boda será otro cantar, y está previsto que reúna a ambas familias al completo y a todos los amigos de la pareja, entusiasmados ante la unión de Javier y Eugenia.

En el viaje de novios, tal y como ellos mismos comentaron hace unos días en un evento al que asistieron, recorrerán parte del sudeste asiático.