Es noticia
Menú
"I grew up in a place called Alcobendas": Penélope Cruz y la cronología de su Oscar, quince años después
  1. Famosos
ANIVERSARIO

"I grew up in a place called Alcobendas": Penélope Cruz y la cronología de su Oscar, quince años después

Tres lustros después, recordamos cómo se gestaron los días previos a un momento que cambió para siempre la carrera de la protagonista de 'Volver'

Foto: Penélope Cruz, en su gran noche. (Gtres)
Penélope Cruz, en su gran noche. (Gtres)

“I grew up in a place called Alcobendas, where this was not a very realistic dream”. Este viernes hace quince años que Penélope Cruz pronunció, Oscar en mano, esa frase para el recuerdo. Un mantra para todo españolito que celebre victorias allende los mares. Aunque a los triunfos de los Nadal o los Fernando Alonso de turno se les haga más fiesta en España que a los del cine.

Hay que recordar que su pareja, Javier Bardem, había ganado el mismo premio el año anterior, lo que suponía que sería él, en condiciones normales, quien se lo entregaría. La expectación y el morbo estaban servidos. Pero el destino quiso que el actor no pudiera asistir a la ceremonia que coronaría a su actual esposa a nivel internacional, ya que se encontraba en Barcelona rodando 'Biutiful', uno de los pocos motivos por los que la Academia de Hollywood permite a los 'entregadores' no estar presentes.

La actriz, que entonces contaba 34 añitos, tenía un plan perfectamente diseñado para dar rienda suelta a su alegría si se llevaba el premio y aseguró que, pese a ser abstemia, pensaba celebrar su victoria “con unas cervezas”.

placeholder Penélope, en la noche de aquellos Oscar junto a Kate Winslet. (Gtres)
Penélope, en la noche de aquellos Oscar junto a Kate Winslet. (Gtres)

El nombre de Pe comenzó a sonar meses antes en las quinielas por su interpretación en la que es, paradójicamente, una de las cintas más flojas de la filmografía de Woody Allen: ‘Vicky Cristina Barcelona’. El Bafta y el Goya a la mejor interpretación de reparto ya eran suyos aquel 22 de febrero de 2009 en el que se celebró la gala. Su nombre no era, según las apuestas, el gran favorito para llevarse la estatuilla. La madrileña cotizaba a 15 euros por euro apostado y era la tercera favorita de la categoría de mejor actriz secundaria por detrás de Monique (1,03 euros) por ‘Precious’ y Anna Kendrick (11 euros) por ‘Up in the Air’.

Pese a las apuestas, medio Hollywood sabía que ella era la número uno en los deseos de la Academia de Hollywood. El día que la nominaron, fue Salma Hayek la que la sacó de la cama para que viviese el anuncio en riguroso directo. Con el paso de los días, su periplo por los programas de televisión norteamericanos, tan comparado con sus intervenciones en los españoles (con las consiguientes críticas), hizo que aquellos que aún no la conocían en Estados Unidos empezasen a hablar de ella sin parar. De hecho, su spanglish fue parodiado, por aquellos días, incluso en un capítulo de ‘Padre de familia’.

placeholder La actriz, en una de las imágenes más icónicas de aquella noche. (Gtres)
La actriz, en una de las imágenes más icónicas de aquella noche. (Gtres)

Los preparativos, una amiga famosa y un tratamiento

La noche del Oscar fue preparada a conciencia: Penélope Cruz planeó el escuadrón que habría de acompañarla en Los Ángeles. Para sentarse junto a ella, la elección fue obvia: su familia y también una “amiga de la infancia” de la que la prensa no tuvo constancia hasta que se supo que se trataba de Goya Toledo. Este medio intentó ponerse en contacto con la actriz de ‘Amores perros’ antes de la publicación de este artículo, pero no fue posible debido a cuestiones de agenda.

"Quiero tener una buena noche, quiero que mi familia pase una buena noche. Quiero verme sorprendida si dicen mi nombre y no quiero sentirme decepcionada si no lo dicen. Por supuesto, una vez que estás ahí, todas queremos ganar. Hay que ser humilde, pero también honesta; sería algo increíble", dijo a la prensa. Lo que pocos sabían entonces es que tanta promo de cara al Oscar no fue nada fácil y conllevó bastantes sacrificios.

En una entrevista, Cruz confesó estar tomando un tratamiento de hierbas naturales. Su objetivo era regular el sueño, trastocado tras viajar unas diez veces entre Los Ángeles y Europa en menos de dos meses. Un periplo que habría vuelto loco a cualquiera.

placeholder Penélope Cruz, durante su discurso. (Gtres)
Penélope Cruz, durante su discurso. (Gtres)

En la misma semana de mediados de febrero en la que habló de sus penurias para mantener un sueño saludable, la prensa publicó que estaba realizando pruebas de vestidos. Al final, la de Alcobendas decidió apostar sobre seguro. Penélope eligió un vestido vintage de Pierre Balmain que descubrió mirando un escaparate. Tiempo atrás, mientras paseaba por las calles de la ciudad, se quedó prendada del modelo mientras oteaba el escaparate de Lily et Cie. El vestido, una pieza única confeccionada en gasa sobre cuerpo brocado y de color blanco marfil, se le quedó en la cabeza durante mucho tiempo. E hizo una promesa, como quien va a Lourdes para lograr una sanación: si algún día la nominaban al Oscar, llevaría ese vestido. Y así fue.

“Has anybody ever fainted here? Cause I might be the first one…”, dijo atacadísima, como la Raimunda de ‘Volver’, al subir al escenario aquella noche. Previamente, recibió el abrazo de Encarna, su madre, sentada junto a ella. El galardón se lo dedicó a mucha gente, incluidos aquellos a los que hoy en día no mencionaría ni su propia madre (el productor Harvey Weinstein, por ejemplo). Tampoco se olvidó de toda la gente que desde España, aquellos que viven esa vigilia anual para ver los premios del cine, se alegraban de aquel sueño cumplido.

Tiempo después, Penélope Cruz y Javier Bardem confesaron haber convertido sus respectivos Oscar en lámparas de mesa, en dos objetos que les sirven para leer por la noche. Tres lustros después del premio, Pe ha vuelto a ser nominada como mejor actriz de reparto por ‘Nine’ y como principal por ‘Madres paralelas’. Y pocos dudan de su proyección internacional y de que es una embajadora perfecta del cine español fuera de nuestras fronteras. Aunque en España sigamos celebrando menos los premios del cine que los del deporte (¿a alguien le suena esa genio llamada Carla Simón?). Pero esa es otra historia…

“I grew up in a place called Alcobendas, where this was not a very realistic dream”. Este viernes hace quince años que Penélope Cruz pronunció, Oscar en mano, esa frase para el recuerdo. Un mantra para todo españolito que celebre victorias allende los mares. Aunque a los triunfos de los Nadal o los Fernando Alonso de turno se les haga más fiesta en España que a los del cine.

Hollywood
El redactor recomienda