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Juana Roig, la hija de Juan Roig, da un golpe en la mesa con los resultados de Mercadona
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Juana Roig, la hija de Juan Roig, da un golpe en la mesa con los resultados de Mercadona

La hija del impulsor de la cadena de supermercados ha logrado hacer rentable por primera vez la división online de la compañía

Foto: Juana Roig. (Cortesía)
Juana Roig. (Cortesía)

En marzo de 2017, durante la presentación de los resultados de Mercadona, Juan Roig enunció la frase que se convertiría en leyenda, por su sinceridad y su retrato ácido de la situación: "Nuestra web es una mierda. No es decimonónica, es ventimonónica". Sin fotos y muy poco intuitiva, la versión online de la cadena de supermercados tampoco era rentable. En la misma época, su hija pequeña, Juana, volvía a la compañía tras haber tenido otras aventuras laborales. Su misión era coger esa "mierda" y convertirla en un referente del e-commerce. Tenía 32 años, no tenía experiencia tecnológica y además era la hija del jefe.

Esta semana, Juan Roig ha vuelto a tomar la palabra en la tradicional presentación de resultados, plagada de cifras espectaculares. La cadena valenciana de supermercados creció un 15% en ventas brutas hasta los 35.527 millones de euros (1.400 en Portugal) y rompió su propio techo de beneficios con 1.009 millones de resultado después de impuestos. Un dato concreto sirve para ilustrar el titular que acompaña este artículo. Por primera vez, el negocio online es rentable. "Donde antes perdíamos 15 euros por entrega, ahora ganamos cinco”, expuso Roig, aunque la compra online de momento 'solo' representa el 2% de la facturación de la compañía. "Cada tienda, cada almacén, cada colmena tiene que ser rentable, así lo creo. Y hoy le ganamos dinero a Mercadona Online. Ahora sí", remarcó.

Es la recompensa a un trabajo que empezó prácticamente desde cero. Cuando llegó, Juana Roig tiró a la basura esa "mierda" de web, buscó a su propio equipo y creó de la nada lo que hoy es una especie de 'spin-off' de Mercadona, una filial con maneras de 'startup' donde los desarrolladores hablan en lenguaje 'agile' y "van en vaqueros". Las decisiones se toman rápido y su meta es llegar a representar el 5% de toda la facturación de Mercadona en cinco años. De momento van por buen camino. Según los resultados presentados por la compañía, Mercadona Tech ha subido este año su facturación un 20% y emplea ya a 2.400 personas.

La hija de Juan Roig y Hortensia Herrero prefiere que su trabajo hable por ella y concede pocas entrevistas. En un pódcast emitido el año pasado de la aceleradora de empresas Itnig, ya hacía gala de una inusual honestidad: "Lo más relevante que he hecho en mi carrera para estar donde estoy es ser hija de mis padres", decía con una sonrisa en los labios.

Pocos asuntos hay que provoquen más suspicacias en los mercados que la sucesión dentro de las empresas familiares. Si además hablamos de Mercadona, una de las joyas de la economía patria, se entiende que cualquier declaración al respecto se convierta en noticia. Prácticamente anónima, como el resto de sus hermanas, Juana prefiere mantenerse al margen y cuando le preguntan si le gustaría suceder a su padre, tira de sentido común: "Cuando llegue ese momento, que espero que sea dentro de mucho, veremos. Mercadona es un desafío muy grande. Tiene más sentido que sea un ejecutivo a alguien de la familia, la persona que para entonces esté mejor preparada", responde.

En la rueda de prensa de la presentación de los resultados de Mercadona, donde estuvo por primera vez Hortensia Herrero, la última pregunta a Juan Roig incidió precisamente en el tema de la sucesión. Roig explicó que "mientras esté en perfectas condiciones, tanto físicas como mentales", seguirá dirigiendo la empresa, y si le ocurre algo, se ha diseñado un sistema para que "haya un sustituto dirigiendo la empresa que conoce quien tiene que conocerlo". Juan Roig es el principal accionista de la empresa, con el 50,66%, mientras su esposa, Hortensia Herrero, posee el 27,71%. El tercer accionista es Fernando Roig, hermano del presidente, que controla el 9%.

La benjamina de las cuatro hermanas Roig Herrero estudió en el Caxton College de Puçol y es licenciada en Administración y Dirección de Empresas por Esade. Empezó trabajando en Inditex y Mango, donde estuvo "conociendo los procesos de gestión" de ambas empresas. Después se incorporó a Mercadona, donde entre otras cosas fue gerente de compras de bodegas. En 2014 se asoció al joyero Vicente Gracia para trabajar en la internacionalización de la firma, aunque en marzo de 2016 el joyero le compró su parte. Entonces fue el momento de volver a la compañía que fundó su abuelo y que hizo crecer su padre, Juan.

"Me acuerdo cuando yo estaba en Inditex y pasaba Marta Ortega, todo el mundo empezaba a hablar... y yo pensaba 'ahora seré yo", recordaba con humor en el citado pódcast. "Ser la hija del jefe es un palo. Tiene su parte buena y su parte mala, no puedes coger solo la mitad del palo, hay que cogerlo entero. Tienes la etiqueta, lo sabes y lo asumes, ya está. Nadie te ve a ti. Yo sé que todo lo que he hecho en Mercadona Online lo he hecho sobre todo porque tengo este apellido".

Lo cierto es que si Juana termina teniendo un puesto (aún más) decisivo en la compañía valenciana, no dejará de ser una ironía del destino, dado que en principio parecía la más alejada de los designios familiares. Durante años se entregó en cuerpo y alma a la danza, estudió en el Conservatorio de Valencia y quiso encaminar su futuro hacia el mundo del ballet. De hecho, solo Carolina Roig (melliza de Hortensia, la mayor, señalada a menudo también como futura sucesora) trabaja estrictamente en la empresa familiar, como coordinadora de división de Análisis de Mercado y lleva más de tres lustros implicada en Mercadona. Hortensia está al frente de la Escuela de Empresarios EDEM y es uno de los pilares de Marina de Empresas (un gran ecosistema emprendedor impulsado por Roig en el Puerto de Valencia). Amparo es arquitecta y, entre otros, ha restaurado la sede del museo que se ha abierto en Valencia con los fondos de la colección Hortensia Herrero.

placeholder Hortensia Herrero. (Cortesía)
Hortensia Herrero. (Cortesía)

Las cuatro hijas y la madre están en el Consejo de Administración, pero, tal y como remarcó Juana, no toman decisiones: "Nosotras no movemos Mercadona, las decisiones se toman en el comité de dirección y luego nos las explican". La benjamina de Roig reconoció que su madre, Hortensia Herrero, ha sido una "parte fundamental del éxito". "No tanto por el día a día, sino por mantener la familia, repartir los pesos, la responsabilidad... Es una mujer muy fuerte", revela con admiración.

Cuando Juana se casó con un compañero de facultad, eligió a su diseñadora de toda la vida para que le hiciera el vestido de novia. Una vez desfiló como modelo para la valenciana Marta de Diego. Fue con motivos benéficos y aún se ríe al recordarlo. Son pocas las frivolidades que se ha permitido públicamente, confirmando la sangre verde que corre por sus venas. No en vano, Mercadona es para todas la "quinta hermana".

En marzo de 2017, durante la presentación de los resultados de Mercadona, Juan Roig enunció la frase que se convertiría en leyenda, por su sinceridad y su retrato ácido de la situación: "Nuestra web es una mierda. No es decimonónica, es ventimonónica". Sin fotos y muy poco intuitiva, la versión online de la cadena de supermercados tampoco era rentable. En la misma época, su hija pequeña, Juana, volvía a la compañía tras haber tenido otras aventuras laborales. Su misión era coger esa "mierda" y convertirla en un referente del e-commerce. Tenía 32 años, no tenía experiencia tecnológica y además era la hija del jefe.

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