Esther Koplowitz y sus hijas celebran en Valencia un aniversario muy especial

Vestida con un traje blanco, sonriendo y con gafas de sol, la empresaria Esther Koplowitz pasó esta semana por Valencia junto con sus hijas Esther y Alicia para celebrar un aniversario muy especial. Se trataba de festejar las dos décadas de la residencia La Nostra Casa Vall de la Ballestera, uno de los proyectos más queridos por la Fundación Esther Koplowitz. Lo hicieron acompañadas por la alcaldesa María José Catalá.

La residencia valenciana llegó cuando la fundación, creada en 1970 e institucionalizada en 1995, ya tenía experiencia en este campo. Ya estaba en funcionamiento la residencia de Collado Villalba y en avanzado estado las obras de construcción de la residencia de Barcelona, cuyos destinatarios esenciales eran las personas mayores en situación de dependencia. Entonces la fundadora decidió afrontar la construcción y puesta en funcionamiento de una tercera instalación en Valencia.

Esta vez, los destinatarios de la intervención serían personas de edad adulta, aquejadas por distintas formas de discapacidad física y psíquica, que por sus circunstancias personales no disfrutaban de la oportunidad de recibir las debidas atenciones, ya fueran en régimen familiar o domiciliario.

El Ayuntamiento de Valencia cedía una parcela de más de 5000 m² en la avenida Valle de la Ballestera, a la que se agregaba la Alquería de Chover, un edificio de interés singular del siglo XVI que habría de integrarse dentro de la nueva instalación. En una entrevista publicada en la web de la institución, la actual directora de la residencia recordaba: "La antigua alquería Chover es un edificio protegido que en sus orígenes se ocupaba de trabajos artesanales y que se integró en el nuevo proyecto residencial dada su singularidad". En general, fue "un proyecto de gran envergadura" que fue posible gracias al mecenazgo de Esther Koplowitz, que se encargó a través de su fundación de y que se materializó a través de su Fundación de su construcción y de dotarla de equipamiento.

Además de integrar la alquería, el proyecto de edificación implicaba construir un edificio de una planta para los residentes, distribuidos en módulos según su grado de discapacidad. El complejo, que incluye espacios interiores ajardinados y amplias zonas comunes, fue donado al Ayuntamiento de Valencia en 2004. Desde entonces es un referente en el cuidado de personas en edad adulta con discapacidad intelectual. En la actualidad, el centro cuenta con 60 plazas de residencia así como 42 plazas de centro de día.

Esta semana se celebró en Valencia el 20 aniversario de la cesión al Ayuntamiento de esta residencia en un acto muy emotivo al que acudieron residentes, familiares, miembros de la corporación municipal, representantes de la Generalitat y de entidades con las que colaboran. Esther Koplowitz estuvo acompañada por sus hijas Esther y Alicia Alcocer Koplowitz.