Muere Carlos Scola, el cineasta y escritor madrileño que llevó al altar a la cantante Sade en los años 80

Adiós al cineasta y escritor madrileño Carlos Scola. El que fuese marido de la cantante Sade fue incinerado en la mañana de este martes en El Escorial, según han confirmado a Vanitatis fuentes cercanas a la familia. Scola y la conocida artista se conocieron a mediados de la década de los 80, cuando él fue asistente de dirección en tres videoclips que ella protagonizaba. En la época, el entonces joven Carlos trataba de meter cabeza en el mundo audiovisual.

Acuciada por problemas emocionales tras la muerte de su padre, Sade se trasladó desde Londres hasta Madrid, donde buscó un refugio alejado de los medios y donde también se reencontró con el madrileño. Así se inició un romance que le llevó a él a acompañarla, según quedó plasmado en varios medios, a Francia y a las sesiones de grabación de 'Stronger Than Pride' (1988), su tercer disco. Pocos meses después, ya en 1989, ambos se casaban en el Castillo de Viñuelas, aunque en su momento solo se habló de un "castillo". Tal y como publicó la revista ICON hace unos años, quedan pocos datos y pocas imágenes de la época en la que Sade vivió en la capital de nuestro país. Tan solo alguna foto junto a Carlos y algún dato difuso, como que llegó a hacerse con un piso que estaba situado cerca del parque del Retiro.

El matrimonio duró apenas un año y ella volvió a vivir en Londres. Sin embargo, la separación no se hizo efectiva hasta el año 1995. Pese a que no hubo declaraciones oficiales de lo que había pasado entre ambos, con el tiempo surgió misma declaró a una revista lo dura que fue la situación. "Fue muy triste. Me tuve que marchar muy rápidamente, con una maleta muy pequeña. Tuvieron que pasar cinco años para que dejara de ser algo que afectara a mi forma de sentir”, aseguró. Coincidencia o no, parece que su producción musical fue disminuyendo en los años que siguieron al divorcio.

Una trayectoria breve como asistente de dirección

Pese a poseer una carrera corta como asistente de dirección, Scola logró participar en proyectos interesantes e interrnacionales como la película de James Bond 'Nunca digas nunca jamás', protagonizada de la que fue segundo asistente. También hizo el mismo trabajo en 'La maldición de la Pantera Rosa' y colaboró en una miniserie sobre Cristóbal Colón. Sin embargo, sus créditos en el mundo audiovisual finalizan en 2007, cuando colaboró en '¡Goool 2! Viviendo el sueño'.

También era conocida su faceta como escritor. De hecho, una de sus escasas apariciones públicas tuvo lugar cuando apareció en la presentación de un libro, 'Martina, dama de picas', junto a su autora, Sara Pastor. Por entonces, ya quedaba poco de aquel hombre joven que fue el único que llevó al altar a la cantante británica.