Es noticia
Menú
El duque de Alba y Matilde Solís liquidan el último fleco de su divorcio, 25 años después
  1. Famosos
TRÁMITES

El duque de Alba y Matilde Solís liquidan el último fleco de su divorcio, 25 años después

Carlos Fitz-James Stuart y la aristócrata sevillana se casaron en el altar mayor de la Catedral de Sevilla en 1988. Se separaron doce años después

Foto: Matilde Solís, con mantilla, y el entonces duque de Huéscar, durante su matrimonio. (Gtres)
Matilde Solís, con mantilla, y el entonces duque de Huéscar, durante su matrimonio. (Gtres)

En buenos términos, con discreción y sin publicidad alguna. Así ha sido siempre la relación pública de Carlos Fitz-James Stuart, XIX Duque de Alba, y su exmujer, Matilde Solís Martínez-Campos. A pesar del interés informativo que genera siempre la gran casa aristocrática española, el titular del ducado logró pasar por un divorcio legal en el año 2000 y un posterior proceso de nulidad eclesiástica sin que trascendiera detalle alguno. Tampoco ahora, cuando una reestructuración en las empresas de Solís ha puesto en orden el último fleco legal que quedaba entre ellos, una empresa de inversión que compartían y que ahora ya es oficialmente propiedad de Solís.

La discretísima madre de Fernando y Carlos Fitz-James Stuart se enamoró siendo una veinteañera del hijo primogénito de Cayetana de Alba. Él lideraba por entonces la lista de solteros de oro, divisaba ya en el horizonte la cuarentena y no había encontrado a la mujer de su vida. En un artículo sobre la boda publicado por 'Vanity Fair', una amiga de la dama describe aquella boda con una frase muy ilustrativa: "él estaba ilusionado, ella muy enamorada". Tres meses después de anunciar su compromiso, se casaron.

placeholder Matilde Solís y Carlos Alba, recién casados, en junio de 1988. (Gtres)
Matilde Solís y Carlos Alba, recién casados, en junio de 1988. (Gtres)

La pareja selló su matrimonio en el altar mayor de la catedral de Sevilla el 18 de junio de 1988, ante más de 2.000 invitados entre los que se encontraba toda la nobleza española y famosos como Rocío Jurado. También, claro, sus numerosísimas familias. Matilde era la décima hija (de once) de los marqueses de la Motilla, de las pocas familias que podían 'rivalizar' en patrimonio con los Alba. De hecho, el convite se celebró en el palacio de Cuna, entonces propiedad de la familia de la novia.

Decimos 'entonces' porque el actual marqués de la Motilla, el hermano mayor de Matilde, quien lo heredó, vendió no sin oposición familiar el citado palacio en 2023 y hoy es propiedad del empresario cordobés Mario López Magdalena. La familia también se deshizo en julio de 2022 de un edificio situado en el centro de Madrid, por un precio que rondó los 25 millones de euros. Los hermanos siguen gestionando el resto de su patrimonio a través de varias comunidades de bienes y empresas agrícolas. Matilde, en concreto, es propietaria de dos sociedades: Hacienda La Majada y Mibor Inversiones.

Esta última, Mibor, es la sociedad que formalmente aún compartía con el Duque de Alba. Se trata de una empresa dedicada a la inversión con un activo cercano a los 1.300.000 euros y que formalmente administraba Matilde Solís junto con sus hijos Fernando y Carlos y su exmarido. Sin embargo, desde el pasado 3 de enero, esta empresa ha pasado a ser cien por cien de Solís, quien la gestiona también en solitario apoyada en un conocido despacho fiscalista de Madrid. Fuentes cercanas a la Casa de Alba confirman que se ha tratado de un mero trámite. "Esa sociedad es de doña Matilde, el señor Duque era administrador pero desde hace más de 15 años no tiene nada que ver con ella". Así, el último fleco legal de su unión se ha solventado con la misma discreción con la que se llevaron siempre sus asuntos. También Hacienda La Majada ha pasado a ser una sociedad unipersonal administrada exclusivamente por Matilde.

placeholder Carlos Fitz-James y Matilde Solís, en El Carpio, recién casados. (Gtres)
Carlos Fitz-James y Matilde Solís, en El Carpio, recién casados. (Gtres)

Tras aquella multitudinaria boda con la que comenzábamos este artículo, Carlos y Matilde convocaron a la prensa antes de iniciar su viaje de novios. En esas fotos, tomadas en la finca de El Carpio, el lenguaje corporal de Solís avanza mejor que ninguna declaración la que sería su trayectoria como duquesa de Huéscar. Extremadamente sensible, inteligente y tímida, según quienes la conocen, nunca quiso protagonizar la crónica social y se refugió en su vida como artista y madre de Fernando, nacido dos años después de la boda, y Carlos. La unión solo duraría 12 años.

El matrimonio se divorció en el año 2000. Un año antes, Solís había protagonizado un extraño accidente doméstico que casi le cuesta la vida. Mucho tiempo después, la aristócrata le pondría nombre a aquel accidente -"intento de suicidio"- en una larga carta que hizo pública en redes sociales en la que acusaba al psiquiatra Javier Criado, que la trataba desde antes de conocer al duque de Alba, de presuntas vejaciones y abusos sexuales.

placeholder Matilde Solís, muy elegante con su hijo pequeño, Borja, en el bautizo del hijo de los condes de Osorno. (Gtres)
Matilde Solís, muy elegante con su hijo pequeño, Borja, en el bautizo del hijo de los condes de Osorno. (Gtres)

“Javier Criado abusó de una persona enferma, desesperada, a lo largo de los años. No prestando ayuda, ignorando problemas, manipulando como solo lo puede hacer un buen conocedor de los resortes de la mente, que es lo que no podemos negarle. Javier Criado Fernández me llamó por teléfono pocos días antes de mi intento de suicidio. Hizo mención a tres temas en concreto que desencadenaron en mi cabeza absoluta desesperación. Lo hizo porque yo había empezado a contar cosas de él”, escribía. La valentía de Solís animó a otras mujeres a denunciar al psiquiatra, aunque muchos de estos casos no se llegaron a juzgar por considerarse prescritos. El último capítulo de esta historia se escribió en 2023, cuando la Audiencia Nacional confirmó la condena al doctor por dar un trato "soez y humillante" a una de sus pacientes.

Este episodio vital y su segundo matrimonio con el hoy desaparecido Borja Moreno, con quien protagonizó una desagradable separación, fueron las dos notas más públicas de la vida de Matilde Solís fuera ya de la Casa de Alba. Después volvió a su existencia tranquila y hoy la dama lleva una vida discreta que solo ha roto en las bodas de sus dos hijos, donde ha lucido espectacular de la mano de Lorenzo Caprile, y los bautizos de sus nietos. La relación entre el exmatrimonio es buena, como demuestra la presencia del Duque de Alba en momentos como el funeral por otro de los hermanos de Matilde, Fernando Solís, en febrero de 2024.

En buenos términos, con discreción y sin publicidad alguna. Así ha sido siempre la relación pública de Carlos Fitz-James Stuart, XIX Duque de Alba, y su exmujer, Matilde Solís Martínez-Campos. A pesar del interés informativo que genera siempre la gran casa aristocrática española, el titular del ducado logró pasar por un divorcio legal en el año 2000 y un posterior proceso de nulidad eclesiástica sin que trascendiera detalle alguno. Tampoco ahora, cuando una reestructuración en las empresas de Solís ha puesto en orden el último fleco legal que quedaba entre ellos, una empresa de inversión que compartían y que ahora ya es oficialmente propiedad de Solís.

Nobleza