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Guerra en la familia Motilla: el palacio que enfrenta al marqués con su hijo, Fernando Solís Tello
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Guerra en la familia Motilla: el palacio que enfrenta al marqués con su hijo, Fernando Solís Tello

El conflicto arranca cuando el primero decide vender el palacio de su propiedad situado en el corazón de Sevilla en el que vive su hijo con su familia

Foto: Miguel Solís, en una imagen de archivo. (Sevilla Press)
Miguel Solís, en una imagen de archivo. (Sevilla Press)

Hace un mes, Vanitatis publicaba en exclusiva la decisión de Miguel Solís Martínez Campos, marqués de la Motilla, de vender su palacio en pleno centro histórico de Sevilla. Una construcción medieval catalogada como edificio BIC. Fue edificado a principios del siglo XX, entre 1921 y 1924, y finalizado en 1931. Además, es conocido popularmente como el palacio Cuna al estar situado entre la calle Cuna y la calle Laraña. En este palacio han vivido los marqueses de la Motilla con sus hijos y nietos. En la actualidad, es el domicilio personal de Miguel Solís, que siempre ha cedido el palacio para las bodas de sus hijos. También aquí se celebró el convite nupcial del duque de Alba, Carlos Fitz James -Stuart, con Matilde Solís.

En su día fue la casa de Carmen Tello, que estuvo casada con Miguel Solís, actual propietario, y con el que tuvo a sus cuatro hijos: Fernando, Carmen, Miguel y Enrique. La que fuera marquesa de Valencina se divorció para vivir su historia de amor con Curro Romero, con el que se casó civilmente. Muy pronto lo hará también por la iglesia en una ceremonia religiosa y muy íntima. En ese divorcio, Carmen no pidió nada a su exmarido y prefirió mantener una relación amistosa y conciliadora sin guerras familiares.

placeholder Curro Romero y su esposa, Carmen Tello. (EFE/José Manuel Vidal)
Curro Romero y su esposa, Carmen Tello. (EFE/José Manuel Vidal)

Una cosa es lo que uno desea y otra la realidad. Según ha publicado 'El Cierre Digital' y han confirmado fuentes cercanas a la familia a Vanitatis, su hijo Fernando, el primogénito, no estaba muy de acuerdo con esa venta al considerar que formaba parte del patrimonio y que debía quedar en la familia. Fernando vive con su mujer, Eva Morejón, y sus hijos en el palacio, que deberán abandonar una vez que se haga efectiva la venta al nuevo propietario, Mario López Magdalena. Este empresario cordobés vive en Sevilla en la misma calle donde se encuentra el monumento protegido. Su empresa se dedica a temas renovables y tienen intención de que el palacio sea su vivienda habitual. Padre e hijo, informa 'El Cierre Digital', han mantenido conversaciones para intentar llegar a un acuerdo en cuanto a la compraventa. También que se llegó a crear un comité de expertos para deshacer la venta en el que implicaron a Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo. Sin embargo, dicha venta sigue adelante.

Patrimonio cultural

En la pasada Feria de Abril, conocedores del tema económico ya adelantaban que el cambio de titularidad estaba prácticamente cerrado. El precio del palacio se mantenía en una cifra cercana a los catorce millones de euros y ya se hizo un adelanto de tres millones. Será el mes que viene cuando se haga efectivo el cambio de titularidad ante notario. “Está señalada, pero aún no escriturada”, aseguran a Vanitatis, añadiendo que el edificio, al estar considerado como un bien cultural, no puede ser reconvertido en hotel y tampoco pueden efectuarse cambios estructurales. Una de las últimas operaciones económicas fue el alquiler para un reportaje de la firma Tous, además de celebración de bodas una vez que desaparecieron las restricciones sanitarias.

El problema que ha surgido es el desencuentro entre el primogénito, Fernando, y su padre. Tanto es así que a día de hoy la relación es casi inexistente. Incluso este malestar se ha trasladado también a otros miembros de la familia, ya que Fernando y su mujer, Eva, consideran que algunas de las personas más cercanas no habían sido receptivas a la hora de apoyarles en contra de la decisión del aristócrata.

Un contencioso que ‘Mujer Hoy’ definía como la “última pelea de la nobleza”. Ante las críticas recibidas por la venta del palacio familiar, el marqués de la Motilla ya explicó en abril pasado a Vanitatis: “No considero que me esté deshaciendo de una parte de mi vida: no me da ninguna pena venderla. Si fuera un árbol, que es un ser vivo… Yo he vivido en muchos sitios, a día de hoy vivo aquí. Y si se cierra la venta, mi intención es quedarme en Sevilla”.

placeholder El palacio de Miguel Solís. (Sevilla Press)
El palacio de Miguel Solís. (Sevilla Press)

No es el primer desencuentro entre los miembros de la familia Solís. En julio de 2010 hubo otro conflicto. Esa vez, entre los herederos del padre fallecido. Un testamento que en su momento todos firmaron y aceptaron. Como se hace en otras familias, donde no es beneficioso separar y distribuir bienes y patrimonios, el marquesado de Motilla mantiene el mayorazgo. Esta institución de derecho civil fue creada por la nobleza para perpetuar en el linaje o la familia la propiedad indivisa de su patrimonio territorial a través del primogénito. Y ahí radicó el problema. El litigio fue 'convocado' por el marido de una de las mujeres de la casa Solís y, posteriormente, aceptado y conformado por el resto. Este proceso judicial se inició en 2010 y se solucionó. Los familiares directos esperan que el desencuentro entre el marqués y su primogénito también se solvente de buenas maneras.

Hace un mes, Vanitatis publicaba en exclusiva la decisión de Miguel Solís Martínez Campos, marqués de la Motilla, de vender su palacio en pleno centro histórico de Sevilla. Una construcción medieval catalogada como edificio BIC. Fue edificado a principios del siglo XX, entre 1921 y 1924, y finalizado en 1931. Además, es conocido popularmente como el palacio Cuna al estar situado entre la calle Cuna y la calle Laraña. En este palacio han vivido los marqueses de la Motilla con sus hijos y nietos. En la actualidad, es el domicilio personal de Miguel Solís, que siempre ha cedido el palacio para las bodas de sus hijos. También aquí se celebró el convite nupcial del duque de Alba, Carlos Fitz James -Stuart, con Matilde Solís.

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