El concepto de suelo pegajoso hace referencia a las condiciones laborales precarias y la carga de trabajo no remunerado que atrapan a muchas mujeres en empleos mal pagados, de baja calificación y sin posibilidad de crecimiento.
Una pancarta del 8M. (Pexels/ Viridiana Rivera)
Estas condiciones afectan principalmente a mujeres de bajos recursos, inmigrantes y madres solteras, quienes enfrentan dificultades para acceder a mejores oportunidades debido a la falta de conciliación familiar, la segregación laboral y la ausencia de redes de apoyo.
El suelo pegajoso es el motivo por el cual muchas mujeres no logran ni siquiera acercarse al techo de cristal. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres representan la mayoría en sectores de empleo precario, como el servicio doméstico, la limpieza y el cuidado de personas. Además, la feminización de la pobreza es un fenómeno real: a nivel mundial, las mujeres tienen menos acceso a recursos económicos y oportunidades laborales formales.
En el día del 8M se conmemora el día de la mujer trabajadora. (Pexels/ Viridiana Rivera)
Factores como la brecha salarial, la falta de acceso a educación y capacitación, y la carga desproporcionada de tareas domésticas refuerzan el suelo pegajoso. La pandemia de COVID-19 expuso esta realidad con crudeza: muchas mujeres fueron las primeras en perder sus empleos y las últimas en reincorporarse al mercado laboral.
Reivindicar el suelo pegajoso cada 8M significa exigir políticas públicas que garanticen salarios dignos, igualdad de oportunidades y acceso a la educación para todas las mujeres. También implica cuestionar los roles de género que perpetúan la idea de que las mujeres deben asumir mayor responsabilidad en el hogar y el cuidado de otras personas.