Crumbl cookies caseras: ¿vale la pena el esfuerzo? Descúbrelo
Disfrutar de una tarde de repostería puede ser el momento perfecto para combinar según las preferencias de cada uno en la cocina y acompañar el resultado con una película o un libro
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Las crumbl cookies han tomado las redes sociales y se convierten en el fenómeno de repostería actualmente. Con su textura suave y combinaciones infinitas, no es de extrañar que muchos se pregunten si vale la pena intentar hacer estas galletas en casa. Prepararlas puede parecer un desafío, como cualquier receta de repostería, pero con un ejemplo adecuado y ejemplos útiles, el proceso se vuelve más sencillo de lo que imaginas.
Una de las claves puede ser seleccionar ingredientes frescos y de calidad. Lo más atractivo de hacer tus propias Crumbl cookies es la posibilidad de personalizarlas a tu gusto. ¿Prefieres vainilla o quizás nueces? No importan, la cocina es personal. En menos de una hora puedes tener estas galletas fácilmente.
Receta de crumbl cookies caseras, super crujientes por fuera y suaves por dentro
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- 170 gramos mantequilla
- 75 gramos azúcar
- 150 gramos azúcar moreno
- 1 Huevo
- 1 cucharadita vainilla
- 280 gramos harina
- 1 cucharadita bicarbonato
- ½ cucharadita polvo de hornear
- ½ cucharadita sal
- 160 gramos chispas de chocolate
La primera parte es mezclar mantequilla con azúcar blanca y azúcar moreno, hasta que esté perfectamente integrado todo. Una vez conseguida la mezcla homogénea, se añade la vainilla y un huevo para continuar batiendo. Cuando esté todo integrado se añaden los ingredientes secos: la harina, polvo de hornear, bicarbonato y sal. Hasta conseguir una masa que forme una pelota. A continuación, añadimos las chispas de chocolate de nuestra preferencia. Para terminar, formando bolas de, aproximadamente, 150 gramos, las colocamos en una bandeja apta para horno. Se puede añadir de topping más chispas de chocolate o lo que se prefiera. Por último, se hornean las galletas a 180 grados durante 12 minutos.
Así que, ¿vale la pena el esfuerzo? Si buscas una forma creativa de pasar el tiempo y disfrutar de unas deliciosas galletas personalizadas, definitivamente sí. Esta experiencia compartida puede ser tan dulce como las propias galletas
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