La novia de Julián Lago pide ayuda horas antes de su muerte

Esta madrugada hemos conocido la noticia del fallecimiento de Julián Lago, pero horas antes, en torno a las 19.00 horas en España, Vanitatis.com hablaba con la novia del periodista, quien mandaba un SOS para lograr lo que ha sido imposible.

 “No me interesa lo que digan de mí. Lo único importante es Julián. Lo demás me preocupa muy poco. Y creo que los que hablan y dicen cosas feas deberían gastar sus energías en otras cosas. Por ejemplo -y lo principal- que pudiera volver a España para intentar como fuera su recuperación”, así se expresa Yolanda Franco, la novia del periodista que le acompaña desde el minuto uno tras el accidente.

Durante todo este tiempo ha pasado la mayor parte del día y de la noche en el hospital. Sólo salía para asearse en el taller que un familiar tiene en la capital, porque la casa que compartía con el periodista está muy lejos, a cerca de doscientos kilómetros de Asunción, en una localidad llamada Simón Bolívar, donde se había comprado una hacienda.

Yolanda era “mi último tren”, según contó Lago tras la presentación en Madrid de su libro, Un hombre solo, a varios de los íntimos que le acompañaron ese día. Ella lo explica como algo natural: “Sí, claro que duermo aquí en el hospital, porque no quiero que se sienta solo o que despierte y no se encuentre con una cara que no conoce. Cuando me voy se queda siempre mi hermana o alguno de mis parientes. Somos una familia muy unida”.

Por parte del periodista parece que los hijos llaman de vez en cuando para interesarse por el estado de salud de su padre. Aunque, de los cinco hermanos, quien se ha volcado es Feli y sus hijos, David y Laura, que telefonean a diario. Yolanda, que se ha convertido en protagonista colateral sin quererlo, asegura que está al tanto de lo que se dice de ella y que le da igual.

¡¿Que no puedo viajar a España? ¡pero si vivía allí!. ¿Que me he estoy quedando con el dinero de Julián? ¡Qué dinero!. El que había en la cuenta corriente se gastó la primera semana de hospital y lo que se ha vendido ha sido para seguir pagando la estancia en la clínica. Tengo todas las facturas de lo que se gasta diariamente, que entrego a la jueza”.

En este sentido la magistrada paraguaya ha otorgado a Yolanda Franco la Curatela. Se trataba de una figura jurídica, un cargo de asistencia, complementando la capacidad no plena de una persona. Por tanto, el curador no suple ni representa, ni cuida a la persona con discapacidad, sino que sólo complementa su capacidad en aquellos actos que no puede realizar por sí mismo. Para el nombramiento de este tutor el juez se establece un orden de preferencias –cónyuge, padres, hermanos-. En defecto de las personas mencionadas, el juez designará tutor, a quien, por sus relaciones con el tutelado y en beneficio de éste, considere más adecuado”, explica a Vanitatis, la abogada Isabel Álvarez.

En este caso la ‘tutora’ es la novia del periodista. Yolanda afirma que “no es cierto que Julián trajera una gran fortuna. Aquí en Paraguay se vive con mucho menos dinero que en España. La finca nada tiene que ver con las de allí y el precio depende de lo cerca o lejos que esté de la capital. Nosotros vivíamos a doscientos kilómetros”. Yolanda insiste en que cualquier familiar de Julián Lago puede supervisar lo que se está haciendo. “No tienen nada más que pedir los justificantes, cuyo original tiene la jueza”.

Los médicos que atienden al periodista en el Centro Médico Bautista de Asunción consideran que el estado de salud del periodista es muy delicado, pero a la vez están sorprendidos de la fortaleza y aguante físico. El accidente sucedió el 14 de mayo y desde ese día no ha recuperado totalmente la consciencia. Aunque, según contaba Yolanda Franco a Vanitatis, “responde a los estímulos del dolor y a veces abre los ojos. Desde hace tres días esta peor”.

Con todo y con eso, la situación del periodista es límite. Hubo un primer ofrecimiento por parte de Francisco Hernando para traerlo de vuelta a España en su avión pero después se echó atrás. O al menos eso parece, porque si ese aparato no servía, sí funcionaba perfectamente el utilizado por Rocío Jurado en su último viaje desde Houston. Desde Asunción, la novia sólo pide ayuda “por favor, -dice- que le ayuden a volver”.