Los detalles de la boda secreta de Lucía Etxebarría

Lucía Etxebarría ha anunciado este lunes, en su columna semanal en el diario gratuito ADN, que el pasado sábado contrajo matrimonio con su pareja, un periodista llamado Josep. Pese a que llevan saliendo dos años, la noticia ha sido una gran sorpresa ya que la escritora lo ha preparado todo con gran secretismo.

Poco sabemos acerca del hombre que le ha robado el corazón a la autora de Beatriz y los cuerpos celestes. La periodista vasca nunca ha querido hablar sobre sus relaciones y prefiere llevar una vida discreta. Únicamente sabemos que llevan dos años juntos y que él tiene un hijo de 14 años fruto de otra relación. El enlace tuvo lugar en Blanes y ya hemos podido ver algunas fotos de los novios en la playa en el Facebook de Lucía; un detalle muy bonito con el que ha querido compartir su felicidad con sus seguidores.

La encargada de diseñar el traje de la novia ha sido Mireia Solsona, de Mimetik BCN, una joven arquitecta que estudió en la ETSA de Barcelona, que ha orientado su carrera hacia el mundo de la moda y que actualmente forma del programa de emprendedores por la Generalitat: Projecta’t. El vestido blanco iba decorado con una flor fucsia en la cintura y un chal del mismo color. Pese a haber mantenido una larga relación con el padre de su hija Allegra, es la primera vez que Lucía pasa por el altar.

Con esta breve pero emotiva columna, Lucía ha anunciado su enlace con el hombre que desde este fin de semana es su marido:

Normalmente yo escribo mis artículos el domingo, después de echar un vistazo a las noticias en internet para ver cuál de entre ellas puede resultar interesante comentar un lunes. Estoy escribiendo esta columna un miércoles, porque a partir de mañana jueves el día se me va a ir en organizar una cena y una fiesta y revisar listas de invitados. El sábado me caso, así que con suerte el lunes ustedes quizá ya lo sepan... o quizá no, y se enteren leyéndolo aquí.
Me parece que lo lógico es dedicarle esta columna al que el lunes ya será oficialmente mi marido: mi mejor amigo. Me ha hecho muy feliz en los últimos dos años. Me ha aportado paz y tranquilidad de espíritu. Se lleva bien con mi hija, con mi perra y con mis amigos. Le gusta lo que escribo, me acompaña a los conciertos, aguanta mi mal humor, ríe mis chistes, discute mis decisiones con palabras y argumentos y no con gritos ni malas caras y, en general, me hace la vida muy fácil. Para colmo es guapo -o yo lo veo así-, bien educado, atento, amable, un gran conversador y una persona que sabe ver el vaso medio lleno incluso cuando está casi vacío. Por supuesto, hay muchos más peces en el mar. Pero elegir siempre implica renunciar. Y yo no me arrepiento de mi decisión, porque, como ya le dije en un poema que le escribí hace tiempo y que se leyó en la ceremonia: "Me ha enseñado a dar y recibir felicidad como los pájaros que no saben de lunes ni domingos y solo tienen que extender sus alas para usarlas".

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