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Los Suárez: una familia marcada por la adversidad
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Los Suárez: una familia marcada por la adversidad

Durante su época como presidente del Gobierno, entre 1976 y 1981, Adolfo Suárez tuvo que hacer grandes sacrificios y poner en un segundo plano su ámbito

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Los Suárez: una familia marcada por la adversidad

Durante su época como presidente del Gobierno, entre 1976 y 1981, Adolfo Suárez tuvo que hacer grandes sacrificios y poner en un segundo plano su ámbito familiar. Eran tiempos de idas y venidas, de incesantes reuniones con el Rey y de angustiosos trasiegos en la Moncloa, en los que su mujer y sus cinco hijos (Marian, Adolfo, Laura, Sonsoles y Javier), se mantuvieron a su lado.  

Nada hacía presagiar que con el tiempo el clan Suárez viviría un auténtico drama familiar, que se ha vuelto a manifestar esta última semana tras la intervención quirúrgica a la que fue sometida Laura “como consecuencia de un proceso tumoral” y el ingreso repentino de Suárez por una subida de tensión. “Había pegado un bajón muy grande estos últimos meses”, cuentan a Vanitatis desde su entorno más cercano.

Aunque Adolfo Suárez se volcó con el futuro de España y con la Transición, "la verdadera clave de su vida no fue la política sino su mujer", Amparo Illana. De hecho, nunca se perdonó haber estado tan alejado de su esposa en esos cinco años de Gobierno. Sobre todo cuando en 1994 los médicos le diagnosticaron cáncer de mama, que provocaron que el ya expresidente estuviera junto a ella día y noche. “Era una actitud casi obsesiva”, señalan desde su entorno.

Sin embargo, el verdadero varapalo llegó siete años después. El 19 de mayo de 2001, la mujer de Suárez fallecía de cáncer en su domicilio a los 66 años. "Adolfo se quedó desamparado". En ese momento, su hija mayor, Marian, acababa de superar esa misma enfermedad, detectada un año antes que la de su madre, y que terminaría también con su vida tres años después.   

Suárez se sentía muy unido a Marian. Era su ojo derecho, con la que más confianza tenía. Pero una recaída acabó con su vida, sumiendo al expresidente en una profunda depresión: “La muerte de su hija le dejó derrotado”, indican desde su círculo. “Es una época en la que también comienza a perder facultades, hasta que le diagnostican Alzheimer”.

Poco después de la desaparición de Marian, a su hermana Sonsoles, la pequeña, también le detectaron cáncer de mama, que logró superar con éxito en 2004, y del que hoy se encuentra totalmente recuperada. “Hay muchas posibilidades de salir adelante”, destacó positiva ante los medios nada más conocer su pronóstico.

Los hijos de Adolfo Suárez

Sus cuatro hijos se han volcado por completo con Suárez. "Era un padre afectuoso, como todo padre". La periodista Sonsoles, Javier y Adolfo, político vinculado al Partido Popular, intentan estar con él siempre que pueden. Aunque el gran apoyo del expresidente estos años ha sido Laura, la bohemia de la familia, que nunca quiso hacerse revisiones médicas y que la semana pasada también tuvo que ser intervenida por la misma enfermedad. "Todo ha salido muy bien y ya está en casa”, aseguran a Vanitatis. Ella vive con discreción su papel como hija del expresidente y se considera una persona anónima. 

Ahora Suárez ha vuelto a su domicilio de La Florida, en Madrid, donde vive sus días ajeno al porvenir de España, a los incesantes homenajes que el Museo Adolfo Suárez y la Transición organiza en su pueblo natal y al drama con el que su familia intenta pasar desapercibida. "Hoy ni siquiera se acuerda de que un día fue presidente de Gobierno". 

Durante su época como presidente del Gobierno, entre 1976 y 1981, Adolfo Suárez tuvo que hacer grandes sacrificios y poner en un segundo plano su ámbito familiar. Eran tiempos de idas y venidas, de incesantes reuniones con el Rey y de angustiosos trasiegos en la Moncloa, en los que su mujer y sus cinco hijos (Marian, Adolfo, Laura, Sonsoles y Javier), se mantuvieron a su lado.  

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