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Zaleski: el príncipe 'postizo' que estafó a Paloma Lago
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Zaleski: el príncipe 'postizo' que estafó a Paloma Lago

La engañó. Le dijo que era un príncipe polaco, pero en realidad era un mendigo. Eso sí, un mendigo cuya limosna eran jugosos negocios de los que tan solo

Foto: Zaleski: el príncipe 'postizo' que estafó a Paloma Lago
Zaleski: el príncipe 'postizo' que estafó a Paloma Lago

La engañó. Le dijo que era un príncipe polaco, pero en realidad era un mendigo. Eso sí, un mendigo cuya limosna eran jugosos negocios de los que tan solo él salía beneficiado. Son muchas las supuestas víctimas de la verborrea y la aparente credibilidad empresarial de Wojciech Sarjusz Zaleski Ezquerra de Bayo, camuflada a la sombra de una condición real tan falsa como su puesto como presidente de la Cámara de Comercio polaca. Paloma Lago ha sido la última en arrepentirse de la confianza que reposó en los negocios empresariales del que fuese su novio hasta abril del 2009. Y este miércoles arreglaba cuentas con él en los juzgados.

Zaleski se enfrenta a una guerra en los tribunales contra Lago. Su expareja le acusa de haberle estafado 140.000 euros tras aconsejarle que invirtiera en un fondo de inversión que resultó ser ficticio, hechos por los que le pide seis años de cárcel y la devolución del dinero.

La presentadora ha explicado que el acusado contactó con ella para ofrecerle ser gerente de unos proyectos humanitarios. Ella confió en la “buena solvencia” de su enamorado: "Me insta a que haga una transferencia a una cuenta de la que es titular Nidwalden Corporation" -cuyo único administrador es el procesado, según el fiscal- y "me da todas las instrucciones de lo que tengo que hacer", reconoció Lago este miércoles ante el fiscal. Nunca volvió a saber de su dinero.

Pero la presentadora –que ha declinado hacer declaraciones a Vanitatis, pero cuyo entorno afirma que le ha costado años reponerse de este golpe- no es la única que se dejó embaucar por sus promesas, ni tampoco la única que ha pretendido sentarle en el banquillo de los acusados. El caso de Paloma Lago parece ser tan sólo la punta del iceberg de una presunta estafa de altos vuelos, en la que se han visto involucrados desde miembros del servicio personal de Zaleski a numerosos empresarios y gente interesada en sacar provecho a sus ahorros. Varios de los damnificados por sus fraudulentas dotes empresariales confiaron su representación legal en los tribunales a la abogada Teresa Bueyes.

El príncipe encantador de inversores 

Esta letrada tuvo la oportunidad de conocer a Zaleski en su vida privada y casi cae también en sus redes, pero desde el primer momento desconfió de sus intenciones cuando éste le prometía alcanzar una gran ventaja económica si ella y sus amigos invertían en una finca de caza o se aventuraban en el negocio de la caseína importada de Ucrania. Precisamente la caseína, proteína presente en la cuajada, ha sido recurrente en sus negocios más sonados, en los que el príncipe estafó a gentes tan dispares como una presentadora catalana –que llegó a confiarle cerca de 200.000 euros- o el empresario español Javier Gil Sendino. Este último consiguió que Zaleski fuese condenado a ocho meses de cárcel y se le embargase la cuarta parte del palacete que sus padres poseían en Varsovia. 

Este fue el primero y el más duro golpe legal que el empresario recibió por sus actividades. El siguiente se lo asestó Bueyes en representación del chófer del príncipe: “Zaleski pagó el dinero del que se apropió inmediatamente después de ser llamado a declarar por el juez central de instrucción de la Audiencia Nacional”, reconocía orgullosa la letrada en conversación con Vanitatis.

Ante este triunfo, otros damnificados por los negocios estrella de Zaleski acudieron al gabinete de Bueyes para reclamar su amparo. Este es el caso de un importante empresario argentino, que confió en los encantos del príncipe postizo a la hora de comprar varias fincas en los montes de Toledo donde también tienen sus campos de caza y ocio Alberto Cortina, Alberto Alcocer, Juan Abelló o Mario Conde. Allí quería construir un campo de polo y hasta realizó el pago de la transacción con dos cheques, el problema residía en que esos talones no tenían fondos. Pese a ello, Zaleski disfrutó del usufructo de la finca durante un año y el dueño no pudo disponer de sus tierras ni ofertárselas a terceros porque ya estaban ocupadas.

El polo fue protagonista de otra oscura actividad del atractivo empresario polaco. Su intención de crear un equipo de polo en Barcelona dio sus frutos y hasta alcanzó cierto reconocimiento con su iniciativa. Pero pronto su imagen se vio de nuevo manchada con la sombra del fraude cuando desapareció de España dejando sin pagar a algunos miembros del equipo.

En opinión de la abogada Bueyes, los hombres con el perfil del polaco “dan una apariencia de credibilidad”, algo que, según comenta apoyan con su forma de vestir o de comportarse. De hecho, era habitual ver al supuesto presidente de la Cámara de Comercio polaca almorzando en exclusivos locales de moda de Madrid o conduciendo alguno de los vehículos de alta gama que engrosaban su flota privada”. La justicia tiene la última palabra.