Una hija de Cereceda triplica la tasa de alcoholemia durante un control en Baqueira
Las hijas del difunto empresario Luis García Cereceda han sido noticia durante los últimos meses por las disputas que las han llevado a visitar los juzgados
Las hijas del difunto empresario Luis García Cereceda han sido noticia durante los últimos meses por las disputas que las han llevado a visitar los juzgados para hacer frente a la viuda de su padre, Silvia Gómez Cuétara. Ahora, una de ellas tendrá que volver a los tribunales debido a otro percance, esta vez de tráfico. Hace unos días, en plena vorágine de las fiestas navideñas, Susana García Cereceda era sometida a un test de alcoholemia mientras conducía su vehículo en vías cercanas a Baqueira Beret. El resultado de ese test fue de 0’84 miligramos por litro de alcohol en sangre, según ha podido confirmar Vanitatis.
El máximo permitido por la ley en España es de 0’25 miligramos por litro. Hasta los 0'60 miligramos p/l, Tráfico procede a solucionar el caso por la vía administrativa. A partir de esa cantidad, el conductor pasa a depender de la vía judicial, justo lo que le ha ocurrido a Susana García Cereceda. La hija del fallecido constructor de La Finca no podía sospechar que, a raíz de esa prueba a la que se someten diariamente cientos de conductores, sería citada para someterse a un juicio rápido que, en su caso, se celebrará el próximo día 9 de este mes. Dicho juicio también tendrá lugar en Baqueira Beret y, dependiendo de la sentencia, podría perder su carné de conducir durante un año y pagar una cuantiosa multa. En caso de acatar el veredicto derivado del juicio rápido, la pena puede reducirse hasta en un tercio para el conductor.
No es la primera vez que Susana García Cereceda tiene que acudir a los tribunales en los últimos tiempos. Ella y su hermana Yolanda, fruto del primer matrimonio de su padre con Mercedes López, no querían que Silvia Gómez Cuétara siguiese viviendo en el domicilio familiar de La Finca (lujosa urbanización de Madrid), de más de mil quinientos metros cuadraros. Consideraban que la casa les pertenecía por herencia, ya que la titularidad nunca estuvo a nombre de Silvia y figuraba como uno de los bienes de la empresa Procisa, que su padre les legó en testamento.
Después de una infructuosa orden de desahucio acabaron solicitándo a Gómez Cuétara unos 24.000 euros mensuales en concepto de alquiler según la tasación del domicilio. Finalmente, una sentencia acabó dictaminando que, en mitad del periodo navideño, la viuda debía abandonar la casa, hecho que aún no se ha producido puesto que ambas partes llegaron a un acuerdo para retrasar la salida de Gómez Cuétara del domicilio.
El ‘ojito derecho' de su padre
No ha sido la única polémica que ha enturbiado la vida de Susana. El rifirrafe que mantuvo con su propia hermana cuando falleció su padre en junio de 2010 llegó hasta los platós de televisión. Yolanda vivía por aquel entonces un complicado proceso de separación de Francisco Amat, al que había denunciado por presuntos malos tratos. Este respondió reclamándole la custodia de sus hijos y solicitando que esta fuese a parar a su cuñada Susana. Yolanda llegó a asegurar en un programa televisivo que trataban “de incapacitarla” para apartarla de sus hijos.
Susana siempre fue, según algunos allegados, el ‘ojito derecho’ de su padre. Tanto es así que este solía llevarla de acompañante cuando tenía citas con algunas de sus novias, lo cual demostraba la buena sintonía que existía entre padre e hija. Además, siempre ha sido conocida por su capacidad como amazona, que la ha llevado a competir en numerosas pruebas de hípica a lomos de caballos como ‘Hello Pieirville’. Ahora, no son los lomos de un caballo sino los motores de un coche los que la llevan a un juicio rápido que dirimirá su falta por conducir después de haber consumido alcohol.
Las hijas del difunto empresario Luis García Cereceda han sido noticia durante los últimos meses por las disputas que las han llevado a visitar los juzgados para hacer frente a la viuda de su padre, Silvia Gómez Cuétara. Ahora, una de ellas tendrá que volver a los tribunales debido a otro percance, esta vez de tráfico. Hace unos días, en plena vorágine de las fiestas navideñas, Susana García Cereceda era sometida a un test de alcoholemia mientras conducía su vehículo en vías cercanas a Baqueira Beret. El resultado de ese test fue de 0’84 miligramos por litro de alcohol en sangre, según ha podido confirmar Vanitatis.