Paloma Cuevas, tras la cogida de Ponce: "Estoy nerviosa; sólo quiero estar con él"

El diestro Enrique Poncesufrió una cogidacuando se enfrentaba al primer toro de su lote (segundo de la tarde) en la corrida que se celebró este martesen la plaza de toros de Valencia, en la que compartía cartel con ‘El Juli’ y Jesús Duque. La cogida fue espectacular y provocó momentos de nerviosismo en el graderío. No en vano, el torero recibió una cornada de 25 centímetros en la axila derecha y sufrió lafractura de la clavícula izquierda.

Vanitatisse ha puesto en contacto con Victoriano Valencia, suegro del matador, quien ha asegurado que “la cogida ha sido muy peligrosa, pero queEnrique se encuentra fuera de peligro”. Además, el padre de Paloma Cuevas, esposa del torero, ha confirmado a este medio que Ponce “ya está despierto tras la operación”y que está pendientede una radiografía para evaluar los daños que ha sufrido. Aunque se encuentra fuera de peligro, su mujer y sus hijas viajaron de inmediato a Valencia para estar junto a él.

Paloma Cuevas se encontraba en una iglesia madrileña, cuando le comunicaronel percance que había sufrido su marido. Fue su padre el que le puso en antecedentes y la tranquilizó: “Está todo controlado y le están operando”. Ese fue el primer mensaje.Victoriano que, además de ser durante años apoderado de Ponce,es suegro del torero, quería ante todo tranquilizar a su hija. Y aunque en un primer momento la cogida fue tremenda, Ponce entró por su propio pie en la enfermería.“Así se lo dije a mi hija”, asegura Victoriano.

De la plaza le trasladaron al hospital Casa de Salud. En cuanto pudo, Paloma se dirigió a Valencia. De camino le iban informando de todo: “Estoy muy nerviosa. Sólo quiero llegar para estar con él”, declaraba Cuevas en esos momentos en conversación con Vanitatis.

Unos tensos segundos

El toro, de la ganadería de Victoriano del Río,prendió al diestro valenciano en el momento de entrarle a matar, para posteriormente revolcarle aparatosamente porel suelo. Una vez en pie, las asistencias le quitaron la chaquetilla, mostrando asíuna gran mancha de sangre en la axila derecha, producto de una cornada.

Poncele hizo a ese toro, noble y soso, una pulcra y limpia faena que, tras la estocada en la que resultó cogido,se premió con una orejaque recogió su banderillero Mariano de la Viña. No pudo enfrentarse a su segundo toro de la tarde, que tuvo que ser lidiado por ‘El Juli’.