Es noticia
Menú
Los Alba ponen a la venta un Renoir de la duquesa: un millón de euros a repartir
  1. Noticias
BUSTO DE MUJER CON SOMBRERO DE CEREZAS

Los Alba ponen a la venta un Renoir de la duquesa: un millón de euros a repartir

La tela de Renoir forma parte de ese patrimonio que sí se puede ofertar al mejor postor, como está ocurriendo en este momento, según confirman a 'Vanitatis', pero es también un foco de conflictos

Foto: Carlos Huéscar y Alfonso Díez en un fotomontaje junto al cuadro de Renoir (Vanitatis)
Carlos Huéscar y Alfonso Díez en un fotomontaje junto al cuadro de Renoir (Vanitatis)

El 16 de diciembre de 2014 se abría en el palacio de Liria el testamento de la duquesa de Alba, que no deparó ninguna sorpresa a los herederos, porque el grueso del patrimonio se había repartido en vida. La donación realizada el 4 de julio de 2011 ascendía, según datos de la Agencia Tributaria, a 206 millones de euros con un total de 21 inmuebles. Fuera de esta cesión quedaba el inmenso patrimonio de la Fundación Casa de Alba, que ha pasado directamente a Carlos Fitz-James Stuart como primogénito y heredero del ducado. Una manera de asegurar las propiedades entre las que se encuentran los palacios de Liria, Monterrey y el ingente legado artístico que durante siglos se ha ido transmitiendo a través de la primogenitura. Pero había más.

No hay posibilidad de vender nada que tenga el sello de la Fundación. Así está escrito y así lo marcan las leyes que rigen este tipo de entidades. En cambio, lo que los Alba sí tienen derecho a ofertar al mejor postor es el legado personal que la duquesa dejó y que en el caso de venta hay que repartir entre los seis hermanos, más la cuota viudal usufructuaria que reconoce el código civil a Alfonso Díez. Y eso es lo que está pasando ahora con uno de los cuadros.

En este legado compuesto por mobiliario, alhajas menores y cuadros, la joya de la corona es Busto de mujer con sombrero de cerezas, un retrato firmado por Pierre-Auguste Renoir que representa a una mujer con un bodegón de cerezas como sombrero. Era uno de los preferidos de Cayetana, quien decía cuando lo veía que le habría “gustado vivir esa época” (finales del XIX). Los muchos asistentes que acudieron en el 2012 a la exposición El legado Casa de Alba en el palacio de Cibeles pudieron admirar la pintura.

Las condiciones

La tela de Renoir forma parte de ese patrimonio que sí se puede ofertar al mejor postor, como está ocurriendo en este momento, segúnconfirman aVanitatis,pero que también supone un foco de conflictos. Por una parte,no se puede sacar fuera de España salvo para exposiciones itinerantes. Por lo tanto, en el caso de que sea un comprador extranjero, tendrá que disfrutar de su adquisición en el territorio nacional. Los propietarios ya han recibido ofertas. La más interesante sería la de un coleccionista norteamericano que ofrece un millón de euros a través de una de las galerías y casas de subastas más prestigiosas de Madrid. Por ahora no hay acuerdo y puede ser que el comprador desconociera que el cuadro no puede salir de España.

Otro elemento que podría ser motivo de desencuentros se refiere a que todos los hermanos y el viudo deben estar de acuerdo con la oferta final y dar su consentimiento. Por ahora Alfonso Díez se ha mantenido al margen de estas últimas voluntades, pero podría ejercer su derecho de disentir al corresponderle un tercio del legado personal de su mujer. En este caso de la pintura de Renoir.

Alfonso Díez, quien dudó en su momento de la equidad de los lotes que se estaban elaborando para el reparto, es un hombre muy cauto y no pretende, dicen desde su entorno, organizar ningún revuelo público, pero tampoco va a desentenderse de lo que le corresponde. Tiene muy buenos amigos abogados que le están asesorando. Las informaciones también apuntan a que la relación con Carlos Huéscar es buena y él es ahora el jefe oficial de la Casa de Alba. De hecho, el duque dice que le paga a Díez la hipoteca.

El 16 de diciembre de 2014 se abría en el palacio de Liria el testamento de la duquesa de Alba, que no deparó ninguna sorpresa a los herederos, porque el grueso del patrimonio se había repartido en vida. La donación realizada el 4 de julio de 2011 ascendía, según datos de la Agencia Tributaria, a 206 millones de euros con un total de 21 inmuebles. Fuera de esta cesión quedaba el inmenso patrimonio de la Fundación Casa de Alba, que ha pasado directamente a Carlos Fitz-James Stuart como primogénito y heredero del ducado. Una manera de asegurar las propiedades entre las que se encuentran los palacios de Liria, Monterrey y el ingente legado artístico que durante siglos se ha ido transmitiendo a través de la primogenitura. Pero había más.

El redactor recomienda